Omar Sharif – La profunda mirada del Sahara – (+ Videos)
«Para ciertos hombres, nada está escrito si ellos no lo escriben «.
Omar Sharif (En Lawrence de Arabia)
Omar Sharif tiene un acento perfecto, algo nada sorprendente para un plurilingüe como él que domina el árabe, el francés, el inglés, el griego, el turco,el italiano y el español.
De origen sirio-libanés, Omar Sharif (de nombre real Michel Salhohub) nació el 10 de abril de 1932 en Alejandría (Egipto), en el seno de una familia cristiana maronita. Su familia poseía un lucrativo negocio maderero.
Estudiante distinguido, consiguió graduarse en Matemáticas y Física por la Universidad Victoria de El Cairo. Poco después colaboró en la compañía de sus progenitores.
Se convirtió al Islam y adoptó el nombre de Omar Al-Sherif, posteriormente sería conocido como Omar Sharif . Inició en los años 50 una carrera cinematográfica en su país natal de la mano de Youssef Chahine, considerado uno de los maestros del cine egipcio, que le reclutó como protagonista en Siraa Fil-Wadi, un drama romántico que hizo furor, sobre todo entre el público femenino .
Durante el rodaje, Sharif se enamoró de su compañera de reparto, Faten Hamama, un ídolo de masas en Egipto, con la que volvería a protagonizar más películas, con gran éxito en los países árabes. Precisamente y por decisión propia fue cuando Omar finalmente se convirtió al islam, de cara a contraer matrimonio con ella en 1956, y ambos tuvieron un hijo: Tarek. Posteriormente, cuando se separó de Faten, Sharif tuvo otro hijo, Ruban, con Paola de Luca, una periodista italiana. Siempre se quejó de que su matrimonio durara poco. «Mi matrimonio hizo aguas porque mi profesión me obliga a viajar de un lado a otro. Por culpa de que vivo como un vagabundo, creo que nunca he llegado a alcanzar la felicidad», afirmaba. Era un galán muy popular en su país cuando fue reclutado por el británico David Lean, que buscaba un actor árabe que supiera hablar inglés con fluidez para interpretar al príncipe Ali Sherif en «Lawrence de Arabia». Para Sharif fue el trabajo más importante de su carrera, a pesar de que el rodaje fue largo y duro. «Estuve dos años trabajando en el film, sin cuarto de baño y sin mujeres. Fue como el servicio militar», recuerda el actor, que por su interpretación fue nominado al Oscar al mejor secundario. El film de Lean dio a Sharif el reconocimiento internacional, y le abrió las puertas de las grandes superproducciones históricas, como «La caída del imperio romano», «Las aventuras de Marco Polo», o «Genghis Khan», donde encarnaba al célebre emperador de los mongoles. También intervino en «El Rolls Royce amarillo » e interpretó a un español en «Y llegó el día de la venganza» , de Fred Zinnemann, justo antes de que Lean le volviera a contratar, esta vez como protagonista, de «Doctor Zhivago», inolvidable adaptación de la novela de Boris Pasternak. El papel, uno de los más recordados de su carrera, iba a ser en principio para Peter O’Toole, con el que había trabajado en Lawrence de Arabia, pero éste finalmente lo rechazó. «Guardo buenos y malos recuerdos del film. Buenos porque interpreté a un gran personaje que evolucionaba a lo largo de muchos años. Pero también malos, porque mientras rodábamos me divorcié de mi esposa», recuerda el actor. El primer hijo de Sharif, Tarek, interpretó a Zhivago de niño.
A Omar le pesó muchísimo el divorcio, pues tras alejarse de Hamama, no volvió a tener pareja estable, y sólo romances ocasionales, a veces con alguna estrella, como Barbra Streisand, su compañera de reparto en «Funny Girl», un gran musical de William Wyler. «Mi fama de conquistador es una gran mentira, pues no creo que tuviera más conquistas que cualquier hombre de la calle. Además, después del divorcio sólo he tenido aventuras sin consecuencias», afirma el actor que sucumbió a la ludopatía cuando se dejó llevar por su pasión por el bridge. A veces, el juego le interesaba más que los rodajes, por lo que llegaba a exigir que los aplazaran o a rechazarlos cuando había competiciones de bridge internacionales. «He llegado a perder hasta un millón de dólares en una noche, algo que no me podía permitir. Y es porque estaba solo, pues me aburría y necesitaba emociones fuertes. Es una pena que no hubiera tenido a mi lado a una mujer«, recuerda el actor. Se dice que heredó la afición de su madre, y combinada con el stress y el vino,le ha ocasionado algunos problemas en famosos casinos.
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La década de los 60 fue su mejor época como actor, ya que participó en títulos (tanto estadounidenses como británicos) como «La Caída Del Imperio Romano» (1964) de Anthony Mann, «El Rolls Royce Amarillo» (1964) de Anthony Asquith, «Genghis Khan» (1965) de Henry Levin, «La Noche De Los Generales» (1967) de Anatole Litvak, «Funny Girl» (1968) de William Wyler, «El Oro De McKenna» (1969), western dirigido por J. Lee Thompson, o “Che!” (1969), película biográfica dirigida por Richard Fleischer en la que Sharif interpretaba a Ernesto “Che” Guevara.
A partir de los años 70 en adelante, pudo ser visto en producciones televisivas y en pocos títulos cinematográficos, la mayoría de escasa consideración artística.
Los más destacados son «El Último Valle» (1970), film de James Clavell con el co-protagonismo de Michael Caine, «La Semilla Del Tamarindo» (1974) de Blake Edwards, «El Enigma Se Llama Juggernaut» (1974) de Richard Lester, «Funny Lady» (1975) de Herbert Ross o «La Pantera Rosa Ataca De Nuevo» (1976) de Blake Edwards.
De sus últimos estrenos cinematográficos fue «El Guerrero Número 13» (1999), película protagonizada por Antonio Banderas y dirigida por John McTiernan. Obtuvo un gran éxito con «El señor Ibrahim y las flores del Corán», de François Dupeyron. En esta adaptación de la novela de Eric Emmanuel Schmitt, interpreta a un tendero musulmán que se hace amigo de un adolescente judío. Después fue un príncipe árabe, como el de Lawrence de Arabia en «Océanos de fuego», y el narrador de «10.000», superproducción prehistórica de Roland Emmerich.
El legendario actor ha actuado en más de 90 filmes y fue considerado uno de los hombres más guapos y seductores de la pantalla. Hoy tiene 80 años, vive en un hotel de París y viaja continuamente a Egipto, afirma que le gusta ser «viejo» y que se ha convertido en un «comprador de soledad».
El Che Guevara
El actor egipcio ha declarado que su participación en la cinta de 1969 sobre el revolucionario argentino fue el mayor error de su vida ya que resultó ser un «producto fascista«. Y que lamenta haber interpretado en 1969 al «Che» Guevara en una película «enteramente manipulada por la (Agencia Central de Inteligencia) CIA» y que ahora ve como el mayor error de su vida «.
«Yo exigí hacer una película que no tuviera tono fascista», recuerda en una entrevista concedida aprovechando su breve paso por El Cairo, donde acababa de rodar la película, «Al Musafir» (El viajero), del joven realizador egipcio Ahmed Maher.
La producción «Che!» se rodó en 1969, cuando hacía sólo dos años que el guerrillero había sido asesinado en las sierras bolivianas «y era un héroe increíble», recuerda Sharif en un español más que correcto «que se me olvida porque ya no lo uso».
El memorable actor egipcio,ha manifestado amargamente que su papel como «Che» tuvo cierta dignidad porque él así lo había exigido en su contrato, «pero el Fidel Castro que interpretó Jack Palance y la película en general (dirigida por Richard Fleischer) resultó un producto fascista».
«La CIA estaba detrás, querían hacer una película que agradara a los cubanos de Miami y yo sólo me di cuenta al final», recuerda, y añade que en una sala de cine de los Campos Elíseos de París fue quemada por espectadores airados por la imagen negativa que daba la película del Che y la revolución cubana.
Omar Sharif ha interpretado a guerrilleros, príncipes, dictadores «y todos los papeles imaginables». Sigue siendo todo un personaje. No rehúye ninguna pregunta, pero a veces contesta airado y levanta la voz.
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