La misteriosa albahaca
La palabra albahaca deriva del árabe hispánico al-habaqa, y éste del árabe clásico habaqah. Habaqah viene de veheca que significa ‘penetrar el cerebro con suave olor’. Hay que recordar que el idioma español tomó del árabe más de 4.000 palabras y albahaca era el nombre que los árabes daban a las plantas aromáticas usadas tanto en la cocina como en la medicina. Basilicum, es el nombre científico de la albahaca, según algunos hace referencia a la palabra griega basileus, que significa rey, en sustitución del término arcaico anax, cambio que se produjo durante la Edad Oscura griega. Otros lo asocian con la legendaria criatura de la mitología griega basilisco, que podía matar con la mirada o destruir con el aliento.
Sus sinónimos en castellano son: albahaca mayor, alhábega, basílico, hierba real, hierba de los reyes, alfavaca, albahaca de limón, albahaca francesa, albahaca mondonguera, albahaca moruna, albahaquita; en portugués y gallego: alfádega, manjericão grande, basílico; en catalán y valenciano: alfàbrega, alfábega, alfabreguera, alfabeguera, alfalga; en vasco: albaraka, albaka, brazilla; en inglés: basil; en francés: basilic; en alemán: Basilikum.
Aunque los árabes fueron los primeros en cultivar la albahaca adecuadamente y difundirla en los países que conquistaron. Algunos autores sitúan el origen de la planta en diferentes lugares: Irán,India, África o Asia central, debido a que hay una dificultad para establecer si las plantas son autóctonas de un lugar determinado.
En Egipto utilizaban su fragancia para ofrendar y calmar a sus dioses, así también se mezclaba la esencia de albahaca, mirra e incienso para embalsamar a sus muertos, pues constituía parte del bálsamo para el proceso de momificación.
En la India se la considera símbolo de felicidad y amor, por lo que se planta en todos los hogares y templos, se cree también que ofrece protección al alma. Del mismo modo hay la creencia de poner una hoja de albahaca sobre una persona fallecida para asegurar su entrada al paraíso. A la hora del cultivo se pensaba que sólo los hombres la podían cosechar, vistiendo túnicas blancas y sin usar instrumentos de hierro, y antes de ésto debían lavarse las manos en tres fuentes distintas para así tener una buena cosecha y aprovechar al máximo sus propiedades mágicas, las que aún son tomadas muy en cuenta para muchos rituales de magia , por ejemplo para alejar a los malos espíritus. En la India, hasta el día de hoy se considera que la albahaca lo cura todo.
En Grecia , la nobleza la utilizaba en sus baños y masajes para el cuerpo, por su perfume fragante. Sin embargo los griegos le temían, pues la asociaban con el odio, la pobreza y la desgracia. Se pensaba que para que la planta floreciera se debía maldecir durante la siembra y la cosecha.
En cambio los romanos , estimaban que esta planta aumentaba la fertilidad y el deseo, de ahí que la asociaran con la fecundidad y la pasión. Se le consideraba un estimulante así como un relajante muscular, por lo que se recomendaba en las dispepsias nerviosas y para favorecer la secreción de la leche en las madres que amamantaban.
Desde la antiguedad se le atribuye a la albahaca , la virtud de aliviar los dolores durante el parto . A la parturienta se le colocaba una raíz de albahaca con una pluma de golondrina en la mano, con la intención que el parto fuese rápido y con menos dolor.
Los judíos la utilizaban en periodos de ayuno para que les diese fuerza. Las leyendas africanas cuentan que la albahaca ahuyenta a los escorpiones.
En América
Fue introducida por la inmigración italiana y española como condimento o planta medicinal. Con la albahaca también llegaron los atributos a sus propiedades; como las mágicas, que son muy utilizadas en Cuba para espantar a los espíritus y romper maleficios. Es indispensable en las sesiones espiritistas y es costumbre pasar un ramo fresco por la cabeza y el cuerpo del médium.
En México se utiliza en la cocina pero también se ha transmitido de generación en genaración la creencia de que la albahaca llama a la fortuna, colocando una maceta con la hierba en la puerta o en alguna ventana de una tienda o negocio, o bien en la caja registradora con el fin de atraer a los clientes; el desarrollo de la planta es signo de la bonanza del negocio.
Se dice que el sacerdote militar insurgente y patriota mexicano, José María Morelos; sufría de fuertes migrañas por lo que se ceñía un pañuelo alrededor de la cabeza , y debajo colocaba una hojas de albahaca , para disminuir la intencidad del dolor .
Actualmente la albahaca se la asocia con todo el Mediterráneo, gracias a su gran uso en la gastronomía.
Pesto de Albahaca
Ingredientes: 2 tazas de hojas de albahaca fresca, lavadas y secadas con un paño , 1/2 taza de aceite de oliva extravirgen, 1/4 de taza de piñones o nueces, 2 dientes de ajo, 1/2 taza de queso parmesano,1 cdita. de sal y pimienta al gusto
Preparación: Tueste las nueces o los piñones por 5 minutos a 350ºC para que tengan mejor sabor. Ponga todos los ingredientes en el procesador de alimentos o en una licuadora hasta formar una pasta. Añada el queso rallado y mezcle bien. Pruebe y sazone al gusto. Esta receta hace 3/4 tazas de salsa.
Remedios Medicinales
Para dolor de cabeza: Mascar y comer sin ningún tipo de preparación 5 hojas de albahaca. También puede frotarse una hoja sobre la zona del dolor. Para dolor de oído: se exprimen los tallos y las hojas y con el jugo se empapa un algodón que se introduce en el oído hasta que calme el dolor. Para disminuir la fiebre y para restituir el tono intestinal: se emplea en forma de té. Para padecimientos del mal de ojo : se maja con piedra y se deja reposar en agua por unas horas, con este extracto se unta todo el cuerpo del niño que padece de ojo.
Se ha demostrado que la albahaca puede matar a la bacteria que causa el acné (International Journal of Cosmetic Science). Estudios de laboratorio también probaron que la albahaca tiene el potencial para bloquear o suprimir el cáncer de hígado y de estómago. Las gotas oftálmicas conteniendo albahaca ayudan a aliviar la resequedad ocular, conjuntivitis y aceleran la recuperación de la cirugía de cataratas. Las heridas a las que se aplica hojas de albahaca aceleran su cicatrización (Indian Journal of Experimental Biology). Se ha demostrado reducción en los niveles de ácido úrico en sujetos con gota e incluso es usada para prevenir la formación de úlceras gástricas en pacientes que toman anti inflamatorios.
En los Rituales
Es recomendable darse los baños con hierbas amargas antes de los baños con las hierbas dulces. Esto para asegurarse de limpiar el aura de influencias nocivas y alistarla para recibir las influencias benéficas de las hierbas dulces. La serie de baños fluctúa entre tres y nueve veces; y la combinación indicada de hierbas debe estar entre tres, cinco, siete y nueve.
Los riegos con plantas amargas sirven para limpiar las malas energías de la casa o el negocio. Y los riegos con plantas dulces se emplean para atraer la buena suerte a quienes habitan esos lugares
Baños con diferentes clases de albahaca. Los recomiendan para atraer la buena suerte.
Preparación: se coloca un manojo de tales hierbas en una olla con agua y se deja hervir; luego, cuando el agua haya alcanzado la temperatura indicada se hace el baño, dejando que el agua seque en el cuerpo.
En la Literatura
Giovanni Boccaccio consagró la cuarta jornada de su Decamerón a las historias de amores que rematan en un final desgraciado. De entre todas ellas, sobresale una que –pese a su concisión y a lo extremado de su argumento– destaca tanto por la intensidad dramática desplegada por sus protagonistas como por la profunda fuerza evocadora y por el sutil lirismo que el toscano consiguió impregnar en cada uno de sus párrafos. Nos referimos al cuento titulado : Los hermanos de Ellisabetta …
En la ciudad siciliana de Messina vivían tres prósperos hermanos mercaderes –hijos de un comerciante de San Gimignano ya fallecido– que tenían una hermana soltera, llamada Ellisabetta o Lisabetta, joven educada y de gran belleza. Los hermanos tenían a su servicio, en un almacén de su propiedad, a un apuesto muchacho pisano llamado Lorenzo. Lisabetta comenzó a fijarse en él y Lorenzo lo notó, por lo que pronto surgió el enamoramiento y ambos jóvenes iniciaron una placentera relación secreta. Una noche, cuando Lisabetta se disponía a visitar a Lorenzo, el hermano mayor la descubrió y comprendió sus intenciones, pero no le dijo nada y esperó a que llegara el día para comunicárselo discretamente a sus dos hermanos. Para evitar la infamia y el escándalo públicos, decidieron actuar con sigilo y fingieron invitar a Lorenzo a ir con ellos fuera de la ciudad. Lorenzo no sospechó nada, pues todo el camino fueron charlando y riendo, y cuando llegaron a un lugar solitario lo asesinaron y allí mismo lo enterraron. Al regresar a Messina, hicieron saber que Lorenzo estaba fuera por asuntos del negocio familiar y, como era algo frecuente, todo el mundo creyó esta explicación.
Lisabetta, preocupada por la ausencia de Lorenzo, preguntaba constantemente por él a sus hermanos, hasta que uno de ellos le contestó que, si seguía preguntando, obtendría la respuesta que merecía. La joven, asustada y entristecida, sin atreverse ya a preguntar, pasaba las noches llamando a Lorenzo y derramando lágrimas por él. Tanto lo reclamó que, una noche, se le apareció en sueños, pálido y empapado, y le reveló las circunstancias de su asesinato y dónde estaba sepultado.
Por la mañana y en compañía de una criada, la joven se dirigió al lugar que le había indicado el infortunado Lorenzo y cavó donde la tierra estaba más blanda y allí mismo apareció el cadáver incorrupto de Lorenzo. Como no podía llevarse todo el cuerpo, le separó la cabeza del cuerpo, la envolvió en una toalla y regresaron a casa.
Lisabetta se encerró en su alcoba con la cabeza de Lorenzo, la cubrió de besos y la lavó con sus lágrimas. Después tomó un gran tiesto y puso dentro la cabeza, envuelta en un hermoso paño, la cubrió con tierra y plantó varias matas de albahaca, que regaba con agua de rosas y de azahar o con sus propias lágrimas. La joven tomó el hábito de contemplar, día a día, largo tiempo el tiesto y de llorar sobre la hermosa mata de albahaca que había crecido sobre los despojos de Lorenzo, con lo que cada vez estaba menos bella y más demacrada.
Los vecinos observaron esta conducta y se lo dijeron a sus hermanos, que le quitaron el tiesto, por lo que Lisabetta no cesaba de llorar y acabó enfermando. En su delirio, la joven no hacía más que pedir el tiesto, por lo que los hermanos, intrigados, lo vaciaron y descubrieron la cabeza de Lorenzo, ya descompuesta, pero aún reconocible por su cabello rizado. Los hermanos enterraron la cabeza y, para evitar el posible escándalo, se trasladaron a Nápoles. La desgraciada Lisabetta murió de pena, sin dejar de llorar y de pedir el tiesto de albahaca. Pasado el tiempo, se descubrieron los hechos e, inspirándose en ellos, alguien compuso una canción en la que una joven se lamenta amargamente por el robo de su tiesto.
¡Oh qué barbarie robarme el tesoro donde tenía puesto mi corazón!.
¿Quién sería el mal cristiano que el albahaquero me robó…
Referencias :
Thesaurus pauperum.
Tesoro de la lengua española de Sebastián de Covarrubias y Orozco
Flora Medicinal Indígena de México
El poder curativo de los alimentos . Dr. Sergio Gallegos y Dra. Silvia Ramos.
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