Ahmad Qadidi,Guernica y la lucha contra la opresión
La guerra civil española se vio en Túnez, como en Argelia a través de una óptica particular que pasaba indudablemente por el hecho colonial y por tanto por el filtro de Francia. En general, los grupos de izquierdas, como en Francia, eran partidarios de la República. Pero estas simpatías, estaban matizadas, excepto para los comunistas, por un pro-franquismo que era consecuencia de las promesas del general a los marroquíes de concederles la autonomía cuando acabase el conflicto. Promesas que contrastaban con una época de colonialismo francés muy duro (1).
El final de la guerra civil no mejoró las cosas, ya que los exiliados españoles fueron discriminados por las autoridades y encerrados en campos de concentración, aterrorizando a las clases populares norteafricanas sobre su presencia que iba a quitar el trabajo a los tunecinos. Del terrible exilio norteafricano de los republicanos hablaron en otras ponencias M. de Epalza, Max Aub y los escritores españoles exiliados en Argelia). La guerra mundial y su post-guerra empeoraron la situación, ya que el conflicto de Palestina, ayudó a que Franco tuviese «buena imagen» entre los árabes, la cual se perpetuó hasta su muerte.
El conocimiento de la realidad española durante el franquismo no fue tampoco favorable a un cambio de esta actitud norteafricana; a nivel intelectual, los escritores norteafrícanos no veían una realidad social peor que la propia y en España les guiaba siempre el mito de al-Andalus; singularmente vivo en Túnez donde una parte de la población era descendiente auténtica o pretendida, de los moriscos expulsados de España. De ahí que de nuevo el posible republicanismo de los escritores tunecinos debe ir mediatizado por Francia.
Éste es el caso del escritor que nos ocupa. Es indudable que el republicanismo de Ahmad Qadidi procede más de su formación francesa que de sus raíces árabes.
Este autor, nacido en Kairawan en 1946 conoce a través de Europa a los grandes mitos literarios españoles no andalusíes, por ejemplo a Federico García Lorca y así, sorprendentemente en un escritor árabe, al recorrer de noche las tierras hispánicas, en un tren, en compañía de una mujer española, silenciosa viajera en su comportamiento, no le vienen al recuerdo los amores de Wallada y de Ibn ZaydQn, los amantes cordobeses del siglo XI, ni Rumaykiyya y al-Mu tamid, sino Lorca, al que imagina tallando letras, asesinado (2).
Y su pensamiento le lleva a Madrid, no a Córdoba ni a Granada, sino a un Madrid dominado por el absurdo que olvidará en una noche de flamenco.
También a través de su formación europea llegará a Picasso y con motivo de la muerte del pintor escribe un poema sobre Guernica, sobre la ciudad destruida, en el que alude a los Guernicas árabes.
Este poema fue publicado en la revista tunecina al-Fikr en 1973. No imaginaba aquel año que su poema iba a estar de nuevo de actualidad en 1985. Tanto es así que ha sido editado de nuevo por la revista al-Sicr. La razón es que la tragedia de Guernica se ha encarnado en la piel de una ciudad tunecina.
Un día, sin provocación, sin guerra, el ejército israelí bombardea una ciudad tunecina, bajo en pretexto de que allí se encuentra Yasser Arafat. Niños tunecinos mueren ignorantes de que van a ser hermanos de aquellos niños vascos.
GUERNICA ÁRABE (Gamica al- arabiyya)
(elegía personal a la muerte del pintor Picasso)
por Ahmad Qadidi
(Revista «al-Fikr», Túnez, junio 1973)
Cayó Guernica
en manos de fascistas,
y murió el alba azul.
Inútilmente esperas
la salida del sol,
Señora de amplios ojos,
inútilmente.
Y el mundo se queda sin palabras,
y la historia queda bloqueada por los torturadores,
piratas del amor,
asesinos de la libertad.
Inútilmente,
te quedas desnuda frente al mar,
que el mar ni comprende, ni ama,
mientras arden los niños y el poeta arde.
. . .
Sigue habiendo Guernícas en mi tierra árabe,
cayendo, derrumbándose.
Y siguen los revolucionarios
invadiendo los campos de concentración,
cargándose al mundo una y otra vez,
construyendo para los hijos de los pobres
ciudades de libertad.
Golpea tus pies contra la tierra española.
Esta danza que rechaza a la muerte
es una llamada a la revolución, a los hombres libres.
Golpea con tus pies,
que Guernica ya cayó,
¡ay, gitana!
Este poema ha sido traducido por el doctor M. de Epalza (Universidad de Alicante).
Terminamos esta breve comunicación con la traducción del poema ya mencionado al referirnos a García Lorca.
A una amiga española
que encontré en el tren Ginebra-Madrid en un viaje nocturno.
Amiga mía,
no abras tus ojos si quieres dormir:
la noche sigue negra de tinieblas;
la noche sigue
y sigue Madrid en manos del absurdo.
Amiga mía,
da a tus pupilas sosiego y paz,
pues yo he encontrado en ti la fuente de la belleza
y no hay sueño para mí;
soy un vagabundo al que conoce el insomnio,
al que conocen las grandes calles.
No importa que duermas
así puedo vivir la languidez del ardor.
¿Sigues deseando la compañía del insomnio?
Ven, mira la prodigiosa lluvia
sobre las llanuras y los montes
y sobre el río Ródano.
Deseo verte mirando la lluvia
y soñando
pues nosotros poseemos la naturaleza de la ilusión
y somos hijos de la inquietud.
España duerme en tus ojos y las arenas
en mi patria adorada son infinitas.
Sus horizontes se dibujan ante ti
ante la negrura, en tus ojos.
Princesa mía,
somos dos semejantes perdidos
y hay un tercero: la angustia
y un cuarto: el dolor
«Lorca» su collar es una hoja afilada
pero yo lo veo
y escucho balas en Madrid
como si hubiese vencido, ¡oh, amiga mía!, al tiempo
y vuelvo
y vuelvo huyendo hacia atrás
y acudo a Lorca, cuando tallaba letras
y construía belleza y poder.
Perdona, amiga mía,
despojado de ardor
despojado de pasión
por un mundo lejano.
No importa, entorna de nuevo tus ojosy dormirás
mientras el tren se desliza rápido a Madrid.
Cuando llegues ¡oh mi princesa!, allí,
lleva mis saludo a los negros ojos
a las guitarras de cuerdas calientes
en el baile flamenco
allí en Madrid,
tras dos o tres horas
me habré apeado en una estación sin identidad
porque yo quiero ser un vagabundo sin identidad.
Por M.a Jesús Rubiera Mata y Rocío Lledó
Notas:
( 1 ) Abdelhakim El Gafsi, De Cartagena a Bizerta. Prolongaciones tunecinas de la guerra civil española 11936-19391. Anales de Historia Contemporánea, Murcia 1983, II, pp. 251-261.
(2) La presencia de Lorca en la literatura árabe ha sido analizada por P. Martínez Montávez en su estudio «Presencia de Federico Garcfa Lorca en la literatura árabe actual» publicado en las Actas do IV Congresso d’Estudos Arabes e Islámicos. Coimbra, 1968, Leiden.
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Ahmad Qadidi,Guernica y la lucha contra la opresión por M.a Jesús Rubiera Mata y Rocío Lledó se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
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