Warda Al Jazairia – La Rosa de Argelia – (+ Video)
Janat Fetouki, conocida como Warda y también como Warda Al Jazairia (La Rosa de Argelia o Rosa la argelina), está considerada como la cantante más grande de la música árabe actual, título que sólo le disputa la libanesa Fairuz. Heredera de la tradición musical ‘clásica’ que tuvo en la mítica cantante egipcia Umm Kalzoum su cumbre más alta.
Warda murió el 17 de mayo de 2012, en el Cairo, Egipto, después de sufrir un paro cardíaco. Tenía 72 años, el 19 de mayo, su cuerpo fue trasladado a Argelia donde recibió un funeral de Estado y fue enterrado en el cementerio de El Alia de Algiers, que está reservado a los héroes nacionales.
Warda era dueña de un estilo único en el canto y una poderosa y hermosa voz, al mismo tiempo apasionada y suave. Warda, no sólo emociona con su voz, sino que obliga a la respuesta física al ritmo de la danza árabe.
Los orígenes
La guerra de independencia de Argelia tuvo lugar entre 1954 y 1962 y fue un periodo de lucha del Frente Nacional de Liberación de Argelia, apoyado por habitantes originales del país, en contra de la colonización francesa establecida en Argelia desde 1830. Tras la Segunda Guerra Mundial, en la sociedad argelina empezó a crecer el sentimiento de la independencia. Muchos militares argelinos que habían colaborado en liberar Francia, se vieron frustrados por el trato que la metrópoli daba a los ciudadanos nativos, y luego de la guerra de Indochina, fueron muchos los soldados argelinos que empezaron a considerar que era el momento de obtener la independencia para Argelia.
La guerra se llevó a cabo en forma de lucha de guerrillas y enfrentamientos contra el ejército francés. Este respondió por su parte, tratando de obtener el máximo de información, en particular utilizando la tortura, para localizar a los responsables de atentados, lo que se agudizó durante la batalla de Argel, retratada en una película emblemática dirigida por Gillo Pontecorvo. Sobre el número de muertos se habla de una cifra de 33.000 franceses y el FNL habla en torno al millón de argelinos muertos. La guerra terminó con el reconocimiento de la independencia de Argelia, por parte de Francia, a través de los acuerdos de Evian, el 5 de julio de 1962.
Esta lucha por la independencia de Argelia, fue un factor predominante en el origen y popularidad de la carrera musical de esta extraordinaria artista .
Warda nació cerca de París en Puteaux, el 22 de julio de 1940, un mes después que las tropas alemanas desfilaran en los Campos Elíseos y ocuparan París. Su padre, uno de los primeros inmigrantes argelinos a Francia, creó un albergue para los trabajadores migrantes en Boulogne-Billancourt. En 1936, este sitio ya se había convertido en uno de los principales lugares de reunión de la «Estrella del Norte de África», la primera organización nacionalista que luchaba por la independencia de los países del Magreb. Después, el padre de Warda fue el propietario del Tam-Tam, un cabaret en el Barrio Latino. No pasó mucho tiempo antes de que el TAM TAM, (el nombre derivaba de las iniciales de los tres países del Magreb, Túnez, Argelia, Marruecos) se convirtiera en el lugar más caliente de París para la música árabe, y el punto de encuentro de todas las estrellas árabes y de personalidades que visitaban la ciudad. Aunque sólo tenía catorce años en 1954, cuando comenzó la Guerra de Independencia de Argelia, ella cantaba canciones patrióticas como «¡Oh amigo, oh combatiente,» o Bladi ya bladi «(Oh, mi país)».
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Este cabaret iba a ser la sede del FNL (combatientes de la libertad de Argelia) hasta 1958, pero cuando las autoridades francesas se enteraron de esas actividades políticas, el lugar fue clausurado, y toda la familia debió salir de Francia. Para esa época, su padre tenía 60 años y no tenía donde llevar a su familia. Argelia (que entonces era todavía una colonia francesa) le fue cerrada cuando intentó ir allí. Buscando un lugar para ir con su familia, llegaron al Líbano, el país de su esposa y madre de Warda, ya que la madre de Warda era una libanesa nacida en Beirut en una familia musulmana de buena posición social. Mientras toda la familia vivía en un pequeño apartamento en la calle Al Hamra en Beirut, Warda comenzó a cantar en Tanyos, un famoso club nocturno con sólo 17 años, aunque sus canciones nacionalistas, como «Djamila», dedicada a las mujeres que luchaban en Argelia, no eran del estilo de música que se interpretaba en esos clubes.
En una de las noches en que ella estaba llevando a cabo una de sus presentaciones, un oyente atento y conocedor estaba en la audiencia. La presencia de esta persona iba a tener una profunda influencia en la carrera de Warda. Su nombre era Mohamed Abdul Wahab. Al final de su actuación se le acercó y le propuso componer para ella, una propuesta que no podía rechazar. Él se convertiría, a lo largo de su carrera, en su «padrino». Extremadamente exigente, casi tiránico, sus métodos de trabajo iban a cambiar para siempre la carrera de Warda. .Para el «Oustaz» (El Maestro) el único precio de la gloria era un trabajo duro y una gran dedicación, y esto fue un reto para Warda, que además tenía que aprender a escribir en árabe, y borrar su acento . El mayor sueño de Warda era ir a El Cairo – la capital del arte árabe – sin embargo en ese momento ella no conocía a nadie en la capital egipcia. En 1959, en Siria, el gran compositor, Riad al Soumbati la escuchó interpretar una canción nacionalista llamada «Koulouna Jamila» y fue seducido por su voz. Decidió invitarla a El Cairo, donde escribió muchas canciones para ella, entre ellos «El Loubat Ayyam» y «El Nida Dhamir».
En 1962 el presidente egipcio, Gamal Abdel Nasser le pidió que participara, como representante de Argelia, en una canción para el mundo árabe llamada «Al Watan Al Akbar». Esta canción fue compuesta por Mohamed Abdel Wahab, y Warda tuvo la oportunidad de aparecer junto a otros cantantes famosos, tales como el egipcio Abdel Halim Hafez, el sirio Sabah Fakhri, el libanés Ahmed Fayza, y las cantantes egipcias Najat al Sagheera y Shadya.
A partir de entonces, Warda comenzó a convertirse en una cantante famosa, y tuvo la oportunidad de evolucionar en un ambiente rico en talento, junto a Oum Kalsoum, Farid El Atrache, Abdel Halim Hafez, por mencionar sólo algunos. Su acento parisino, la elegancia y las connotaciones Andalous de su voz eran muy apreciadas. Su estilo, que a su vez difería de los entonces necesarios rígidos estilos para los artistas árabes, le abrió un nuevo camino.
En 1962, Argelia alcanzó la independencia, y al año siguiente viajó para casarse con un ex oficial de alto rango del Ejército de Liberación Nacional argelino, que había conocido durante su estancia en Líbano. Fue entonces que su marido le pidió que renunciara a cantar para el público, para cuidar de su familia, lo que hizo durante diez años. Ella estaba muy contenta de cantar sólo para sus hijos, algunos amigos y su propio placer. Y en cuanto a su carrera, parecía estar definitivamente de más. Pero en los años siguientes, Warda continuó con su carrera que le llevó a tres de sus discos a recibir el premio de «Mejor Álbum del Año» en 1991, 1992 y 1994.
Con más de 300 canciones cuidadosamente elegidas y con conciertos reservados en los más diversos países, Warda, con su voz mágica y un talento excepcional, continuaría llevando su mensaje a admiradores de todo el mundo. Después de haber consolidado su reputación, ha sido honrada en todas las formas posibles. Amada por todas las personas, a quienes les otorga lo que sus corazones esperan: nostalgia, sensibilidad y ternura. Después de una larga y brillante carrera, se convirtió en una estrella de la música árabe, y sin duda ,en un hito de su historia.
Refererencias:
Adaptación de un texto de Jorge Laraia
Comentarios basados en notas de Nizar Homsi y A. Hachlef, y del periodista, escritor y cantautor español José Ramón San Juan.
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