La actriz Assia Dagher fue una gran productora del cine egipcio del pasado siglo
«Hubo un movimiento de mujeres en la cinematografía enclavado en un período de apertura y modernidad en ese país»
Flora Lobato presenta hoy el libro «Vida de Assia Dagher» en la Biblioteca Pública del Estado a las 20.15 horas. Esta zamorana es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca, donde también se doctoró. Ha impartido clase en institutos y en escuelas de idiomas. También es autora de «Edgar Neville entre la literatura y el cine» y ha participado en la publicación colectiva «Palabras para Cervantes» y en «Palabras como velas encendidas», para una causa solidaria. El cine y el mundo árabe son dos constantes presentes en su vida.
-¿Cómo nace esta biografía de Assia Dagher?
-Es un libro enclavado en una colección de biografías. Llegué a este personaje de una manera fortuita. Mi marido es palestino y todos los años vamos a Jordania. En uno de esos viajes él encontró un libro titulado «Las sultanas del cine egipcio, pioneras de la pantalla». Cuando lo iba leyendo me iba hablando de un grupo de mujeres que triunfó en el cine y eso me fue enganchando. Además hace dos años en un bar de Castroverde, donde nací, una persona me comentó que acababa de publicar una biografía sobre una científica italiana. En esa conversación surgió en mí el interés por escribir este volumen. Esa persona me puso en contacto con la editorial, les interesó mi planteamiento y me puse a la tarea.
-¿De qué manera buceó en esta figura cinematográfica?
-Actualmente existen muchos recursos. También consulté biografía como «El cine egipcio popular», donde viene mucha información sobre el movimiento al que perteneció esta artista y mi marido me traducía libros árabes. A la confección de este volumen he dedicado un año, entre la investigación y la posterior escritura. En él explico también los movimientos sociopolíticos que estuvieron presentes en este movimiento.
-¿Por qué se caracterizó esta tendencia?
-A finales del XIX en Egipto había unas reminiscencias colonialistas fuerte y el cine empezó enseguida. En Egipto, la madre cultural del mundo árabe, crearon el «Nahda», traducido como renacimiento. Hubo un gran interés cultural de tal manera que mandaban a la gente a prepararse al extranjero. La apertura y los deseos de modernidad duraron 130 años y dentro de ese período nace el movimiento de estas mujeres en el cine. Las féminas tenían ganas de emanciparse, de ser libres y las que triunfaron en el cine eran de origen humilde y analfabetas. En el caso de Assia ella tuvo más éxito entre 1920 y 1930, cuando se hacía un cine costumbrista.
-¿Qué otros detalles puede aportarnos sobre la actriz?
-Ella fue intérprete que también conoció el cine mudo pero que, sobre todo, destacó como productora. La crítica cuando habla de ella la cita como una excelente productora e incluso la comparaban con hombres. Ella consiguió éxitos que no habían logrado varones. Ella, que nació en Líbano y emigró a El Cairo, era una gran luchadora, tenía ojos verdes y estuvo muy bien relacionada gracias a un familiar. Ese contacto la metió en el mundo del cine a lo que se sumó su belleza y su inteligencia. He conseguido ver una de sus películas, «Saladino el victorioso», realizada en 1963, y ese filme es considerado el más caro del cine egipcio.
-¿Tiene en mente la escritura de otros libros?
-En estos momentos estoy estudiando árabe, pero tengo en proyecto escribir sobre dos mujeres, una de ellas española y otra palestina que fue escritora en el siglo XIX. Sobre este personaje buscaré información en mi próximo viaje a Palestina.
Por N.S.
Con información de La Opinión
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