La Nakba como fenómeno político y mediático – Pedro Brieger y Julieta Avalos
Conclusión
Mientras en Israel se festeja el día de la independencia y con ello un supuesto regreso a su tierra, en Palestina se conmemora la Nakba, la expulsión y masacre de miles de palestinos de su propio territorio. Desde entonces el discurso también ha sido un campo de lucha ya que la negación ha funcionado como mecanismo fundamental del sostenimiento del paradigma de la “versión oficial israelí”. Desde la Intifada de 1987 algunos académicos israelíes iniciaron la deconstrucción de esa historia oficial y el paradigma comenzó a agrietarse.
En las palabras del israelí Eitan Bronstein de la Asociación Zochrot: “Si la Nakba nunca sucedió es imposible que hoy millones de palestinos sean refugiados exigiendo la restitución de sus derechos” (34).
Los intentos políticos de cosificar la Nakba y convertirla en un acontecimiento pasado que se conmemora anualmente con gran simbolismo están condenados al fracaso puesto que la memoria ha sido siempre un componente fundamental en la resistencia Palestina.
Los palestinos insisten en nombrar a su país, a sus ciudades y sus pueblos con sus nombres originales y con ello instituyen una memoria colectiva que Israel se ha empeñado en hacer desaparecer y borrar incluso materialmente.
El concepto de Nakba no ha hallado traducciones que consigan abarcar todos los matices de su significado en el árabe original.
La Nakba no guarda relación solo a un aspecto puramente epistemológico sino que abarca aspectos de lo cultural, ideológico, político, comunicacional y hasta mediático. En consecuencia la Nakba no solo remite a los aspectos de la destrucción de toda Palestina y la expulsión de sus habitantes originarios que, si bien resistieron, no lograron evitar la expulsión masiva y las masacres. No obstante la resistencia palestina ha sido exitosa en la interpelación de la versión oficial israelí de los hechos de su fundación.
La aparición de la expresión Nakba en los medios masivos de comunicación puede ser considerada un éxito político y mediático para los palestinos. Estos han logrado, que ahora, cuando se conmemora un aniversario de la fundación del Estado de Israel los medios masivos de comunicación también expliquen lo sucedido a los palestinos. La gran diferencia radica en que ya no aparecen los palestinos como refugiados producto de la “perversidad” árabe que los instó a abandonar Palestina como rezaba la versión israelí sino que aparecen como víctimas de la expulsión de su territorio. La legitimidad obtenida en el ámbito mediático se traslada a lo político y le da mayor sustento a la lucha por sus derechos, sean éstos la construcción de un Estado independiente o la continuidad del reclamo del retorno a la tierra de los refugiados expulsados en 1948.
La Nakba se ha convertido en un proceso que continúa y provoca prácticas de resistencia diversas que han impulsado que el Estado de Israel legisle sobre ella prohibiendo inclusive la conmemoración de esta fecha (35).
El dominio del discurso y los espacios mediáticos son fundamentales en este conflicto. Según las palabras del investigador palestino Amjad Alqasis se hace imperativo el dominio del propio discurso palestino. “Esto –sostiene- podría lograrse mediante la introducción y el establecimiento de nuestro propio lenguaje y terminología” (36). Israel ha dominado esos espacios a nivel internacional en las primeras décadas de la fundación del Estado, y esa narrativa es la que se había instituido de manera hegemónica durante décadas.
La utilización de las palabras como Intifada y Nakba lo que hacen es reflejar cambios que van desde la reapropiación de identidad original hasta su reconfiguración en el ámbito de los medios masivos de comunicación, lo que – a su vez- tiene un impacto en el propio conflicto palestino-israelí ■
Por Pedro Brieger y Julieta Avalos *
Con información de Centro de Estudios de Medio Oriente y África del Norte
Notas
(34) Bronstein Eitan, Israel y la Nakba [en línea]
(35) Israel debates ‘loyalty’ law [en línea]
(36) Alqasis Amjad, Reframing Palestinian human rights work [en línea]
* Sobre los autores:
Pedro Brieger, titular de la Cátedra «Sociología de Medio Oriente» de la Universidad de Buenos Aires.
Julieta Avalos, docente y doctoranda en Ciencias de la Comunicación.
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