Kairós Palestina: una voz profética que nos interpela desde una tierra oprimida
El documento llama a las y los cristianos de todo el mundo a:
1. «Venir y ver» la realidad existente en Palestina ocupada.
2. Exigir a Israel, como a todos los países del mundo, que respete el derecho internacional y ponga fin a la ocupación de Palestina.
3. Usar el boicot, el retiro de inversiones y las sanciones como medios noviolentos de presionar a Israel para que termine con la ocupación.
El anuncio y la denuncia profética son parte esencial de nuestra fe. En el documento Kairós Palestina, los propios cristianos de Tierra Santa hacen referencia a la misión profética de la Iglesia, poniendo de manifiesto una Iglesia viva que toma parte en la realidad y su sitúa al lado del oprimido «La misión de la iglesia es una misión profética que proclama la Palabra de Dios en el contexto local y en los acontecimientos cotidianos, con osadía, dulzura y amor por todo. Y si la Iglesia toma partido, es por el oprimido que Ella toma partido. Ella permanece a su lado, como Jesús ha estado del lado del pobre y del pecador que ha llamado a la penitencia, a la vida y a volver a encontrar la dignidad que Dios le ha dado y que no es permitido a nadie de privarla de ella.» (Kairós Palestina 3.4.1).
El documento KP abre un horizonte de esperanza. Cuántas veces el rechazo a la violencia nos paraliza o incluso nos hace cómplices de la injusticia. Sin embargo cuando Jesús nos invita a proclamar su Reino nos está proponiendo que seamos pacíficos y audaces, que combatamos el mal con el bien, que no seamos indiferentes ante quien sufre, que seamos firmes pero misericordiosos. Nuestras comunidades pueden descubrir cómo amar al enemigo, o trabajar por la paz tiene que ver con una manera de actuar que supere los enfrentamientos violentos y en eso KP ofrece un aporte sustancial desde la realidad de la que es nuestra Iglesia Madre. Motiva claramente desde la Fe cómo en la Tierra de Jesús el anuncio del Evangelio pasa por la construcción de la paz desde la justicia. Y con gran fundamentación bíblica nos invita a ser suaves y audaces en la búsqueda del Reino de Dios enfrentándonos al «pecado estructural» que genera pobreza y opresión y que en Palestina, dramáticamente, se concreta en la ocupación Israelí.
Un motivo de pesar y preocupación para las y los cristianos de Palestina es que las miles de peregrinaciones que visitan Tierra Santa cada año no toman contacto con las iglesias locales. En efecto, la industria turística está controlada por operadores israelíes que traen grupos de todo el mundo y les presentan su versión de la realidad y jamás los ponen en contacto con la población palestina. Cristianos/as de todo el mundo visitan Tierra Santa y se van ignorando absolutamente todo sobre su presente, y sin haber conocido siquiera la existencia de la comunidad cristiana palestina.
Es por eso que en los últimos años han surgido varias iniciativas palestinas para promover visitas y peregrinaciones responsables a Tierra Santa. Operadores turísticos junto con ONGs y sectores cristianos están trabajando para atraer cada vez más visitantes, con un programa que combina una visita a los tradicionales lugares de peregrinación, con encuentros y diálogo con las comunidades cristianas palestinas, conocimiento vivencial de la realidad que viven bajo la ocupación, consumo de sus productos y servicios para apoyar la empobrecida economía local, plantación de olivos en una comunidad rural, etc. Entre quienes están desarrollando estas propuestas están grupos que forman parte de la Iniciativa Palestina para un turismo responsable, que reúne a 10 instituciones y elaboró un Código de conducta para el turismo en Tierra Santa («Vengan y vean: Lineamientos para las y los cristianos que planean una peregrinación a Tierra Santa»).
Por otro lado, KP exhorta a las y los cristianos del mundo a tomar consciencia de que Israel es un Estado que se coloca por encima del Derecho Internacional, incumpliendo de manera sistemática desde hace más de seis décadas un centenar de resoluciones y tratados de la ONU en materia de derechos humanos y derecho internacional humanitario, que le exigen poner fin a la ocupación y colonización de los territorios palestinos.
Precisamente porque Israel insiste en desconocer a la comunidad internacional, KP, como parte de la sociedad civil palestina, llama a las iglesias y cristianos/as a promover y aplicar medidas como el boicot de productos israelíes (sobre todo aquellos producidos en territorio palestino ocupado), el boicot cultural y académico, la desinversión en empresas cómplices de la ocupación y la aplicación de sanciones diplomáticas y políticas. Estas medidas de presión noviolenta buscan hacer que el costo de mantener la ocupación sea insostenible, y por lo tanto Israel se vea por fin obligado a respetar las resoluciones de la ONU.
Esta iniciativa permite profundizar lazos de comunión y de coordinación. De igual modo, supone un apoyo a las estrategias de la iglesia local en Palestina, fomentando el mayor impacto de sus acciones, la globalidad, y dimensión transformadora, siendo manifiesto vivo de la comunión de la Iglesia Universal. Puede suponer una herramienta pastoral importantísima para reafirmar nuestra Fe, nuestra Esperanza y nuestra Caridad.
En el KP encontramos una petición clara a los hermanos y hermanas de todas las Iglesias: ¿Podéis ayudarnos a reencontrar nuestra libertad? Así solamente vosotros ayudaréis a los dos pueblos de esta tierra a volver a la justicia, a la paz, a la seguridad y al amor. (Kairós Palestina 6.1).
¿Qué ocurrió en estos tres años?
KP ha generado numerosas respuestas de adhesión y apoyo.
– Casi 3000 cristianas/os palestinas/os (en Tierra Santa y en la diáspora), y casi 2300 cristianos/as de todo el mundo firmaron el documento. El apoyo también ha sido explícito al más alto nivel oficial de muchas iglesias en todo el mundo, incluyendo el Consejo Mundial de Iglesias y el Consejo Nacional de Iglesias de Estados Unidos.
– El documento ha sido traducido a 19 idiomas y se crearon grupos nacionales de apoyo a KP en varios países. El sitio web de KP tiene un promedio de 40.000 visitas al mes.
– Numerosos documentos de «Respuesta» a KP surgieron en todo el mundo, desde Corea hasta Brasil, pasando por, Filipinas, India, Australia, Europa, América del Norte, Sudáfrica. Entre ellos se incluyen apoyos islámicos y judíos.
Exitos significativos
Quizás los logros más significativos de KP se han dado en estos tres años en el terreno más difícil y desafiante: el de impulsar la adhesión de las iglesias al llamado internacional del movimiento palestino por boicot, desinversión y sanciones (BDS), del cual KP es parte.
Por ejemplo, en 2012 la Iglesia Metodista Unida en todo el mundo, y la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos, aprobaron en sus respectivos sínodos generales impulsar el boicot a productos elaborados en las colonias israelíes asentadas en territorio palestino ocupado. El mismo año, Friends Fiduciary Corporation, la firma de inversiones con responsabilidad social que trabaja para 300 instituciones de los Cuáqueros de Estados Unidos resolvió retirar inversiones millonarias de Caterpillar y Veolia, dos de las compañías que lucran con la ocupación y la violación de los derechos palestinos.
También en 2012, quince líderes de iglesias de Estados Unidos dirigieron una carta al Congreso (respaldada por más de 15.000 firmas) pidiéndole evaluar la legalidad y moralidad de la ayuda militar de ese país a Israel, señalando «como líderes cristianos/as, es nuestra responsabilidad moral cuestionar la continuación de la asistencia financiera incondicional del gobierno norteamericano a Israel» ya que la misma «sólo sirve para mantener el estatus quo y la ocupación militar de los territorios palestinos».
En marzo de 2013, el Comité Central de la iglesia Menonita de Estados Unidos decidió que no va a invertir fondos en compañías que se benefician de productos o servicios usados para perpetuar actos de violencia en el conflicto palestino-israelí.
En Sudáfrica, el país donde el movimiento BDS es más fuerte, las iglesias cristianas (nucleadas en el Consejo Nacional de Iglesias de Sudáfrica, y encabezadas por el Arzobispo y Premio Nobel de la Paz Desmond Tutu) han jugado un papel fundamental en impulsar el boicot a Israel, al que oficialmente se adhirieron la poderosa central sindical COSATO y el mismo partido de gobierno, el Congreso Nacional Africano.
A su vez, dentro de Palestina la iniciativa de KP ha sido acogida con enorme simpatía por parte de todos los sectores religiosos, sociales y políticos, incluida la mayoría musulmana. Líderes de esa fe suelen estar presentes en las actividades públicas de KP.
Pero hay otros logros aún por descubrir. Sobre todo la posibilidad de romper cercos y crear puentes, quebrar la tradicional pasividad de quienes desde occidente comparten Fe pero no sufrimiento. Superar recelos e indiferencias como primer paso para una acción pastoral y social que permita luchar contra la ocupación. En definitiva, aunar voluntades y experiencias que ayuden a sumar acciones que nos lleven a una Palestina en paz, justicia y libertad.
Por Maria Landi
Con información :Periodista Digital
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