Colombia y la soberanía
La palabra soberanía significa según el DRAE (vigésima primera edición, tomo dos, 1992 Madrid, España.) nacional: “La que reside en el pueblo y se ejerce por medio de sus órganos constitucionales representativos.” Después de leído este significado y trasladado nuestro pensamiento a la hermana república de Colombia, a uno le provoca reír hasta el agotamiento, o llorar hasta secarse.
El popularmente conocido señor “varito” para sus socios en el narcotráfico, autorizó por la vía presidencial, sin consultar al pueblo en un referendo, o al congreso, la instalación de siete bases militares gringas en territorio colombiano. En dichas bases hay militares de alta y baja graduación, armas, equipos militares, aviones etc. Estos militares tienen permiso para recorrer todo el territorio, no se acogen a las leyes nacionales, no pueden ser acusados de ningún delito, ni ser juzgados ni nada de nada. Son inmunes e impunes a las leyes. Estos súper ciudadanos, o supraciudadanos, están por sobre todos los colombianos y las colombianas.
En este momento estimado lector, debemos estar de acuerdo en que la palabra “soberanía” en Colombia no existe, perdió su significado, no se aplica. La presencia de militares extranjeros armados y sin observar las leyes colombianas denota una entrega no sólo del territorio nacional. Es la renuncia total a la soberanía.
Los gobiernos que ha sufrido ese pobre país, se han caracterizado por ser entreguistas, genuflexos ante el amo yanky, pero los niveles alcanzados por varito y Santos son de verdad miserables. A Santos no le bastan las siete bases, quiere que la OTAN, la genocida organización del atlántico norte acepte a su país como miembro. Es vergonzoso, es bochornoso, es humillante para el noble pueblo colombiano de a pie, para los pobres, para los más de veinte millones de pobres de solemnidad que hay allá… Perder lo único que tenían y es el orgullo nacional.
Las continuadas políticas anti Venezuela por parte de los gobiernos colombianos, es parte del plan de conquista imperial que los yankys tienen para el continente. El sionismo que hoy manda en Estados Unidos está ávido por el petróleo, el agua, la biodiversidad, la riqueza mineral de nuestros países. Están dispuestos a matar, masacrar, destruir lo que sea y a quien sea, como ya lo han hecho en Oriente Medio, para obtenerlos. Ya se han apropiado del agua y el petróleo de Libia, han dejado destruido el país. Nuestros opositores en su locura, y su ceguera desean que seamos bombardeados e invadidos como Irak, Afganistán, Libia, etc.
Nuestra oligarquía proyanky esta loquita por entregar nuestra patria al tío Sam, para ellos la patria, la soberanía, la libertad, el orgullo nacional, no tienen valor, lo de ellos es Miami, los moles, y los dólares. Dejarán morir de hambre a los pobres con tal de tener ellos sus ganancias que suponen predestinadas por dios. A ello hay que sumarle la miserable iglesia católica, de espaldas al necesitado, y arrodillada ante el capitalismo, medrando del estado, viviendo sin trabajar.
El presidente Santos ha resultado otro hijo de Santander, traidor al padre Bolívar, traidor a la integración, y una sirvienta del amo yanky, un asco en suma. No es mejor que los anteriores, un antivenezolano más, un vendido al enemigo continental.
Estamos ante la traición máxima, el país en pleno debe tomar cartas en el asunto, hay que estar preparados para lo peor, dispuestos a defender la patria, la libertad, la soberanía y la revolución. Presidente Maduro, cuídese, no se confié, de Colombia no nos vendrá nada bueno.
Por Carlo Maglione
Con información de : Aporrea
©2013-paginasarabes®