La suma de todas las voces – La influencia hispano-árabe en América Latina
El español tiene, en muchos casos, dobletes lingüísticos latinos y árabes con el mismo significado, o para referirse exactamente a la misma cosa. ¡Y cómo no! Si, los hispanos habían tenido su influencia latina y románica antes de que llegaran los árabes, pero fue durante la presencia árabe donde surgió un periodo de bilingüismo, donde se fueron mezclando estas voces originando lo que hoy en día es el idioma hispano.
El hecho de que el idioma español obtuvo una fuerte influencia del árabe no es noticia para nadie; es notorio en muchos vocablos, pero más que todo, dicen los expertos ; en dos aspectos:
La fonética (los sonidos) del idioma, a la cual buena parte corresponde al tallo lingüístico árabe.
En la riqueza idiomática que posee el árabe, la cual también se puede ver en el idioma español en cuanto a conjugaciones (de los verbos) y declinaciones (sustantivos).
Aún cuando la lengua árabe nunca alcanzó los niveles de lengua culta que obtuvo el latín, se hizo un gran esfuerzo por conservarla y de la fusión idiomática entre el latín, el árabe y el griego en gran parte, surge el idioma castellano; lengua hoy vigente en el territorio peninsular y sobre lo que fueron en un tiempo sus colonias americanas.
Para comprobar la influencia árabe veremos ahora un texto que puede tratar de leer:
El alfarero alquilaba un bazar en Guadalajara, un almacén azul cerca de la aduana y del alcalde, con una alacena para el arroz, el aceite, las aceitunas, alforjas de garbanzos. Los alfajores, un fardo de limones y naranjas, los caramelos, arrobas de azúcar y quintales de café. En un rincón, junto al almanaque, la alfombra y el tambor, se dibujaba una azucena, el alhelí y los lozanos jazmines.
El alguacil de la aldea, un alférez, golpeó adrede a un fulano en la mazmorra porque el haragán robó los candiles, las aquilatadas alhajas y los zafiros del sofá del almirante y del anaquel taraceado de marfil. Ojalá le quiten el dinero.
El alfeñique y el albañil se carcajeaban mezquinamente hasta jadear, y en jerga, de los zaguanes del arrabal por sus adobes carmesí baratos. El zutano zapateaba en la azotea sobando su jarro de alcohol”.
¿Pudo leerlo? El 95% de los sustantivos, verbos, adverbios y adjetivos en este texto provienen del árabe. En total se han encontrado más que 4000 palabras del vocabulario castellano que tiene su origen en el árabe. Más o menos un 8 % del idioma español.
La colonización por parte de España a América, trajo consigo la imposición del español como lengua oficial, sin olvidar la herencia árabe de casi 800 años de presencia musulmana en España. Si bien es cierto que no se puede negar de igual forma la influencia de las lenguas originarias de América, éstas últimas quedaron relegadas y reducidas, aún así hoy existen. Hubo lugares donde los conquistadores para suprimir la lengua de los aborígenes les cortaban la lengua para que no hablaran más.Cuanta razón en las palabras de S. Johnson… “en la lengua está el árbol genealógico de una nación”…
En el artículo “Español latinoamericano o español para Latinoamérica” encontramos un esbozo de las diferencias entre todas las variedades lingüísticas de América Latina :
Se trata de la denominación global y un tanto arbitraria que se da a las expresiones idiomáticas y autóctonas y al vocabulario específico del idioma español en América Latina.
De los más de 400 millones de personas que hablan español (o castellano) como lengua materna, más de 300 están en Latinoamérica.
Hay numerosas particularidades y giros idiomáticos dentro del español o castellano.
Algunos de los aspectos que afectan al español son: el uso incorrecto que hacen los medios de comunicación, la influencia del inglés y, quizás el más importante, los vacíos existentes en el vocabulario técnico.
Sin embargo, es en el vocabulario técnico donde más claramente puede encontrarse una diferencia entre el español de la península ibérica, también llamado español de Castilla, y el español latinoamericano.
En el español latinoamericano son relativamente más frecuentes los préstamos directos del inglés, sin traducirlos ni adaptar la grafía a las normas castizas.
El ejemplo más notorio es la utilización de la palabra email o e-mail en Latinoamérica en lugar de la traducción más literal: correo electrónico, que se usa en España. Las diferencias se hacen manifiestas sobre todo en los términos técnicos o de adopción reciente. En Latinoamérica se habla de la computadora mientras que en España del ordenador, y cualquiera de las dos palabras suena extranjera en la región opuesta a su uso.
La lengua presenta variantes en las diversas zonas donde se emplea. Esas diferencias se llaman variantes regionales o dialectales. En Latinoamérica este influjo hacia el fraccionamiento está casi impuesto por la magnitud misma del territorio.
Así podemos observar en las distintas zonas geográficas el desarrollo de distintas variantes del español latinoamericano:
Español Amazónico: En la zona amazónica influyen las lenguas de la región, sobre todo para designar flora, fauna y actividades.
Español Boliviano: En Bolivia existen modalidades y regionalismos del español hablado, especialmente en el departamento de Santa Cruz de la Sierra.
Se trata en su origen de la extensión más norteña del antiguo y colonial dialecto del Cono Sur. Sus hablantes, los cambas o cruceños, presumen de parecerse físicamente más a los españoles.
Español Caribeño: Es un español marcado con modismos, influenciado con el habla andaluza, canaria y sobre todo la presencia negra.
Abarca los territorios isleños de Cuba, la República Dominicana y Puerto Rico, así como también las áreas costeras y, por extensión, el interior de Venezuela, el norte de Colombia y la mayor parte de Panamá. Es también el que más se oye en las ciudades de Miami y Nueva York en Estados Unidos y el que emplea la mayoría de los cantantes de salsa.
Español Centroamericano: El español hablado en Centroamérica, el Arahuaco y el Caribe; también es la variante del idioma español empleada en las repúblicas centroamericanas de Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala junto con el estado sureño mexicano de Chiapas. Representa un estadio medio entre los dialectos de las tierras altas y bajas americanas.
Incorpora vocablos como: bohío, yuca, sabana, guacamayo naguas o enaguas…
Español Cordillerano: A lo largo de la Cordillera de los Andes desde el Ecuador hasta el trópico de Capricornio, tiene influencias del quechua, del aymará y de otras lenguas autóctonas hoy extintas.
Algunas palabras siguen en uso, por ejemplo del quechua: alpaca, guano, vicuña o china. . .
Español Chileno: El español hablado en Chile tiene sus principales diferencias frente a otros latinoamericanos son de pronunciación, sintaxis y vocabulario. Es reconocido por tener una multiplicidad de tonos para cada situación y por su conjugación de la segunda persona singular (tú).
Español colombiano – ecuatoriano: El español colombiano-ecuatoriano y con cierta prolongación en la costa norte de Perú es una mezcla del dialecto caribeño y el peruano ribereño. El centro urbano principal de la región es Guayaquil, igual que Bogotá y Quito, y hay importantes comunidades de raza negra principalmente en la costa colombiana (particularmente el departamento de Chocó) con sus modismos y usos locales.
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