Los encantos de la comida árabe
Diferentes países, el mismo origen, diversas personas, un idioma común, ingredientes y productos de la misma región conforman lo que hoy conocemos como cultura gastronómica árabe.
En sus orígenes dominaba el consumo de la carne, por la carne y para la carne, pero fueron influidos, afortunadamente, con la llegada las especias de India, Irán y países asiáticos; por el comercio en el Mediterráneo y, sin duda alguna, por la cocina francesa.
Hablar de todo eso nos llevaría a un mundo mágico e inalcanzable, pero hoy queremos mencionar los principales valores de la cocina árabe, empezando por el más importante de todos: La hospitalidad. Esa hospitalidad y generosidad que se manifiestan en las mesas llenas de sabores, afectos y aromas árabes.
Sabores representados en el Tahine: crema de ajonjolí tostado, ingrediente básico del Hummus, una mezcla elaborada con garbanzos, tahine, ajo, limón y aceite de oliva. En el trigo y con él los Kibbeh, el kibbeh niye –kibbe crudo– elaborado con granos de trigo, carne molida, cebolla roja, sal, pimienta y la paciente mano de quien lo amasa. En el kibbe frito en forma de zeppelín, relleno de carne picada, cebolla y especias.
En su gran variedad de especias, que son la base fundamental de la cocina árabe. Usadas individualmente, o mezcladas como en el fulful bhar, son las responsables de los aromas y sabores que caracterizan los platos árabes. Esa mezcla de pimienta negra, nuez moscada, pimienta de olor, canela y comino es muy usada en preparaciones de carnes y en los tajines propios de la cocina marroquí. En el Zatar, mezcla de tomillo, ajonjolí y sumack, maravilloso en carnes asadas y sobre pan horneado con aceite de oliva. El sumack, baya seca con sabor a limón deliciosa en ensaladas.
Y qué decir del fruto que más agradece el mundo árabe: el dátil.
Llamado “pan del desierto”, ofrece su bondad a innumerables preparaciones de postres, estofados, o con carnes o pescados. El marmaon, el cous cous, el arroz de lentejas, las hojas de parra, las aguas de azahar y rosas, el cordero, el arroz de almendras y dátiles, yogurt, azafrán, menta, cardamomo y muchos ingredientes más, nos brindan los buenos momentos que la cocina árabe nos ofrece.
La diferencia de culturas, idiomas o costumbres desaparece cuando los aromas de la mesa árabe nos unen en una misma emoción.
Fuente : Semana
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