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Los 99 nombres de Allâh – (Parte 2) – (Al-Malik – Al-Quddús – As-Salam – Al-Mu’min – Al-Muhaymin) – (+ Video)

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A L – M A L I K

El es el Poseedor del universo, de la totalidad de la creación – el Regidor absoluto. Allah es el Gobernante único del universo entero,visible e invisible, de toda la creación, desde antes del comienzo y después del fin. No hay ninguno como El porque El es el Creador de Su reino, el cual El creó desde la nada. Únicamente El conoce el tamaño de Su reino, la cantidad de la población, y la fuerza de Sus ejércitos. Solamente existen Su voluntad, Su autoridad y Su justicia. Lo que ocurre es lo que El desea; lo que El no desea, jamás ocurrirá. El no necesita Su reino, es Su reino el que necesita de El. El gobierna por Si Mismo; El no necesita de ninguna clase de ayuda para gobernar. El ha dado existencia al universo como un lugar de trabajo para Su creación, y ha creado el Día del Juicio Final como una gran corte de justicia. Sembramos nuestras propias acciones en el mundo. En el Día del Juicio Final, son cosechadas las recompensas. Todos recibiremos los resultados de nuestras acciones. No hay ningún otro, salvo El, en quien podamos tomar refugio.

Los servidores de Allah que lleguen a conocer a su Señor, hallando el significado de ese divino nombre en ellos mismos, retornarán a la lucidez desde la borrachera de contar como propias sus fortunas, sus altas posiciones y sus famas. Quienes hayan servido a reyes mundanos como a dioses, anhelarán al Gobernante de sus gobernantes. Todos sabrán que no son abandonados a sus propios recursos en este divino reino, sino que existe un Director absoluto que ve una hormiga negra trepando a una roca negra en la más obscura de las noches, así como los más secretos pensamientos y sentimientos que están pasando a través de las mentes y los corazones. Todo lo que uno es y todo lo que uno hace es observado y registrado; todo será tenido en cuenta en el Día del Juicio Final.

Aquél que conoce “al-Malík”, aún si fuese un rey, sabrá que en el mejor de los casos él es un pastor encargado de cuidar una majada que no le pertenece durante un corto tiempo. En la medida que sea concienzudo y entregue trabajo esforzado y devoción, puede esperar ser recompensado por su amo. Si fuese un mal pastor, matando y asando los corderos, bebiéndose toda su leche, dejando que los lobos hagan estragos en la majada, ciertamente él será castigado. Cuando terminen sus deberes como pastor , tendr que rendir cuentas. Es mejor poner en orden nuestras cuentas antes del día en que deban ser sometidas.

» ‘Abd al-Malik « es el servidor al que se le ha otorgado el poder y el control sobre su propia vida y acciones, así como sobre las vidas de otros, en la medida de los dictados y la voluntad de Allah. La manifestación del nombre “yá Malík”, el Rey absoluto del universo, en un servidor de Allah es la más difícil de sobrellevar y el más poderoso de los atributos manifestados en el hombre.

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A L – Q U D D Ú S

El es el más puro, despojado de toda mancha, falta, debilidad, desvío y error.

“Al-Quddús” es el equivalente del atributo:

“mukhálafatun lil-haw dith”

“El es el Creador que no admite semejanza con lo

creado».

Esta es una de las cinco cualidades que indican la desemejanza de Allah con cualquier ser o cosa.

“Al-Quddús” es la pureza única de Allah, por la cual Su esencia, Sus atributos, Sus nombres, Sus palabras, Sus acciones, Su justicia, están libres de toda mancha. El no admite ninguna semejanza, en cualquiera de sus atributos o acciones, ni aún con la más perfecta de Sus criaturas. Pues a ellas siempre les falta algo de sus esencias, atributos, acciones, juicios o palabras. Por lo pronto, son temporales, mientras que Allah -el más perfecto, el más puro, es eterno, libre de tiempo y lugar. Antes de la existencia no había tiempo ni había lugar, pero Allah existía.

Los creyentes que comprenden y sienten esta divina pureza desearán alabar a Allah por Su perfección (“taqdís”) y recordarán evitar atribuír a Allah algunas cualidades que sean defectuosas o cualquier estado de imperfección temporal (tasbih).

Para encontrar el sentimiento de “al-Quddús” en sí mismo, uno deber trabajar en la depuración de su fé‚ mediante la eliminación de las dudas. La fé‚ es una totalidad. La existencia de una sola duda, la mancha. Uno habrá de intentar purificar sus devociones y plegarias mediante la sinceridad. La sinceridad en la plegaria consiste en orar a Allah por el amor de Allah, y por ningún otro propósito, sin desviarse contemplando un beneficio diferente. De lo contrario, la plegaria en sí misma se convierte en “shirk”, el imperdonable pecado de asociar iguales con Allah. Uno deber intentar limpiar su corazón mediante el abandono de los malos hábitos; los malos hábitos son como basura y espinas, y nuestros corazones son las casas de Allah. El dice:

«Yo no quepo ni en los cielos ni en la tierra, pero quepo dentro de los corazones de Mis devotos servidores.»

» ‘Abd al-Quddús» es aquél cuyo corazón está limpio y purificado, y no contiene nada excepto Allah. Un corazón henchido de Allah está a salvo de ser penetrado de todo, excepto El. La manifestación del nombre “Ya Quddús”, el Más Puro, podría solamente aparecer en un corazón descripto por Allah en la Sagrada Tradición:

«Yo no quepo dentro de los cielos y la tierra, sin embargo lo hago dentro del coraz¢n de mi fiel servidor.»

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A S – S A L A M

En el Corán, Allah dice:

“salamun kawlan min rabbin rahím”,

“el Benevolente Señor envía un “salam” – paz, bendiciones, protección, salvación y salutación – a los creyentes en el Paraíso” (36:57).

En este ayat Allah al-Rahim recompensa a los creyentes con la seguridad y la alegría del deseado Paraíso. El es quien salva a los fieles servidores de todos los peligros, llevándoles a la paz, bendiciones, y certidumbre del Paraíso. “As-Salam” es el estado de ser libre de toda falta, error, peligro y problema. En esto, se asemeja al divino nombre “al-Quddús”, pero en este caso concerniendo al futuro. También significa aquél que es tesonero, ininterrumpido, carente de flaquezas, sin debilidades, persistiendo hasta la eternidad.

Aquellos que encuentran la paz y seguridad de “as-Salám” en sus corazones creen en, y dependen de Allah en todos sus asuntos, y saben que por la gracia de ese nombre ellos serán salvados de todos los peligros y dificultades. Cuando ellos son salvados de un peligro por alguien, ven al verdadero salvador, no obstante estar también agradecidos al intermediario. Un proverbio turco dice, «No te apoyes en un árbol cuyo único futuro es secarse y pudrirse; no dependas de hombres, ellos solo envejecerán y morirán». Quien solamente depende de Allah, “as-Salám”, el salvador, jamás será presa del temor. La fuerza de Allah se mostrar a sí misma en él como la intrepidez del creyente.

Esta es la manifestación de “as-Salám”.

La paciencia es asimismo una manifestación de “as-Salám”. Allah dice:

«Si yo inflijo un dolor a mi servidor ya sea a través de su cuerpo o sus posesiones o su familia o hijos y él enfrenta esto con la fuerza de la paciencia y la fé en Mí, Yo me avergonzaría de pesar sus actos y de revisar los libros de sus acciones en el Día del Juicio Final.»

» ‘ Abd as-Salám» es aquél a quien Allah protege contra todos los problemas, necesidades, y vergüenza.

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A L – M U ‘ M I N

El es el Iluminador de la luz de la fé en los corazones.

El es el Sant¡simo Consolador, el Protector de quienes toman refugio en El. La fé es la seguridad que protege a uno de todos los peligros; en consecuencia es el más grande de los dones de Allah. La ausencia de temor en el corazón del creyente está en proporción al grado de su fé.

Los hombres tenemos enemigos que continuamente intentan dañarnos, perturbar nuestra paz, conducirnos al desvío. Los peores de esos enemigos son nuestros propios egos y el maldecido Demonio. Los tiranos, los calumniadores y los envidiosos vienen después de ellos. Cuando uno dice «Me refugio en Allah», está tomando refugio en el atributo de “al-Mu’min”. El no rechaza a nadie que se refugie en El. Sin embargo, para tener fé en “al-Mu’min”, uno ha de tener fé para comenzar. Dentro del Islam hay tres grados de fé:

1. Confirmación de nuestra fé mediante nuestras palabras, de modo que otros puedan escuchar que nosotros creemos en Allah, en Su Profeta (que la Paz y las Bendiciones de Allah sean con él) y en la verdad de todo cuanto él hace y dice.

2. Confirmación por nuestros propios actos; hacer aquello que es legítimo, y abstenerse de lo ilegítimo.

3. Confirmación por el corazón; la firme creencia, sin ninguna

condición ni duda, en la verdad de las tradiciones del Profeta (que la

Paz y las Bendiciones de Allah sean con él).

Lo que es esencial es la fé en el corazón. Si eso nos abandona, quiera Allah protegernos, uno se convierte en uno de los infieles. Aquél que confirma su fé con sus palabras mientras su corazón no está con Allah es un mentiroso. Quien retrocede hasta actuar como si creyera, es un hipócrita. Si él es un creyente en el corazón, y por alguna razón no puede declararlo o no puede actuar de acuerdo con su fé, es aún un creyente.

Vigile su fé y sus acciones como creyente. Este es el reflejo de

“al-Mumin”. Sea aquél confiable en el cual otros encuentran seguridad.

Sea aquél que no niega ayuda a quienes toman refugio en El, y usted

degustará el sabor de “al-Mu’min”, el Más Amparador.

» ‘Abd al-Mu’min» es aquél a quien ha sido dado refugio por Allah de todos los desastres, dolores y castigos. La propiedad, el honor y la

vida de otros, está segura con él y es puesta a cubierto por este

servidor en quien el nombre de “al-Mu’min” se ha manifestado.

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A L – M U H A Y M I N

El es el Protector y el Guardián. El es aquél que vela por la evolución y el crecimiento de Su creación, conduciéndola adonde ella está destinada a ir. Nada escapa a Su atención ni por un momento. El es aquél que vigila las buenas acciones y las recompensa íntegramente. El cuenta los pecados con exactitud, sin añadir a su castigo ni aún por una cantidad del tamaño de un grano de mostaza.

Uno puede hallar el reflejo de “al-Muhaymin” en uno mismo por medio de la consciencia y de la atención -a través de la vigilancia concentrada de nuestras propias acciones, palabras, pensamientos y sentimientos, y mediante la intención de controlarlos.»‘Abd al-Muhaymin» es aquél que ve la existencia y las leyes de Allah en todas las cosas. Como expresión del nombre “ya Muhaymin” ‚él vigila sobre sí mismo y sobre otros, salvaguardándolos contra el error y ayudándoles en la obtención de las cosas a las que ellos tienen derecho.

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Los 99 nombres de Allâh – (Parte 2) – (Al-Malik – Al-Quddús – As-Salam – Al-Mu’min – Al-Muhaymin) por Al Muru Andalucí se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
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