Arqueólogos luchan por rescate de ruinas en Gaza
Los especialistas aseguran que es difícil proteger y salvar los monumentos debido a que no cuentan con los fondos y no encuentran personal local entrenado.
Las ruinas de este antiguo complejo se encuentran en las dunas frente al mar, un mundo alejado del ruido y el bullicio de la ciudad de Gaza. En el cielo, las aves compiten por espacio con las cometas que vuelan los niños desde una granja cercana.
El monasterio de San Hilario, un recordatorio de la época en la antigüedad en que el Cristianismo era la religión dominante en lo que ahora es la Franja de Gaza, es uno de muchos tesoros arqueológicos dispersos a lo largo de este territorio costero.
Pero Gaza es uno de los lugares más abarrotados del mundo, y la rápida expansión de su mancha urbana pone en riesgo sitios que se han conservado a lo largo de 4 mil 500 años, desde las murallas en la Edad de Bronce a los coloridos mosaicos bizantinos, de acuerdo con los expertos.
Los arqueólogos, cortos de fondos e incapaces de hallar suficiente personal local entrenado, dicen que batallan por encontrar y proteger los monumentos. Algunos han quedado a la intemperie. Otros fueron rodeados por nuevos proyectos de desarrollo urbano.
“La arqueología en Gaza se encuentra en todas partes”, aseguró el arqueólogo francés Jean-Baptiste Humbert, que excavó en el territorio de 1995 a 2005. Dijo que fue en otros tiempos fue un “oasis de grandes riquezas, con jardines y ciudades y se pueden encontrar asentamientos, viviendas, fortalezas y ciudades en todas partes, por todos lados”.
La franja de tierra en el Mediterráneo, entre Israel y Egipto, ahora está en gran medida aislada, pero llegó a ser un próspero cruce entre Africa, el Levante y Asia.
Hoy, cerca de 1.7 millones de palestinos viven apretujados en unos 360 kilómetros cuadrados (140 millas cuadradas), un área apenas del doble del tamaño de la ciudad de Washington, D.C.
La necesidad de vivienda es en Gaza mayor que su deseo por preservar artefactos antiguos, lamentó Humbert, que está afiliado a la Ecole Biblique, una institución académica francesa en Jerusalén.
Se cree que el complejo del monasterio de dos hectáreas (cinco acres), conocido en árabe como Tel Umm Amer, fue construido en el lugar de nacimiento de San Hilario, un monje cristiano del siglo IV d.C. considerado uno de los fundadores del ascetismo en Tierra Santa.
La Ecole Biblique, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y estudiantes de la Universidad Islámica de Gaza han tratado de ayudar.
El trabajo de preservación incluye cubrir el mosaico con una capa protectora de arena, apuntalar los muros derruidos con costales de arena y retirar la maleza.
Con información de AP
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