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El asesinato de Robert F. Kennedy

Robert Francis Kennedy

Robert Francis Kennedy
Nacido en 1925, Brookline, Massachusetts
Fallecido en 1968, Los Ángeles, California
Senador de Estados Unidos.


Sirhan B. Sirhan, (nacido en 1944), un palestino de veinticuatro años, disparó contra Robert Kennedy cuando éste abandonaba el hotel Ambassador, en Los Ángeles, a través de la cocina y después de haber pronunciado un discurso ante sus partidarios. Era el 4 de junio de 1968, y Bobby presentaba su candidatura a la presidencia de Estados Unidos. Había sido el jefe de la campaña de su hermano John y luego su Fiscal General o Ministro de Justicia; trabajó junto a él durante la crisis de los misiles cubanos y la invasión de Bahía de Cochinos.

Era un populista y se oponía a la guerra en Vietnam. Sirhan apareció súbitamente de ninguna parte y le disparó a bocajarro. Rosey Grier, de los Rams de Los Ángeles y medallista de oro olímpico, redujo a Sirhan, pero Bobby Kennedy murió en la mañana del 6 de junio de 1968, a los cuarenta y dos años.

Las teorías de la conspiración

Las autoridades afirmaron que Sirhan era otro «asesino solitario» perturbado, pero la credulidad del público estadounidense alcanzó su punto más bajo cuando surgieron graves anomalías en las pruebas, especialmente la que se refería a cómo era posible que en el lugar de los hechos se hubiesen recogido once proyectiles cuando Sirhan había empleado un revólver Iver-Johnson calibre 22 con ocho balas. También estaban los cinco testigos que vieron a una mujer que llevaba puesto un vestido a topos y que huía del lugar del crimen mientras gritaba: «¡Le hemos matado!».


El veredicto

El dedo volvió a señalar a la CÍA, y la teoría era que Sirhan era un asesino estilo «candidato de Manchuria», es decir, programado para matar a Kennedy y olvidar que lo había hecho. El doctor Eduard Simpson, quien examinó a Sirhan, dijo que resultaba muy fácil hipnotizarlo y que era un individuo inusualmente sensible a la sugestión pos hipnótica.

La memoria de Sirhan siempre ha estado en blanco en todo lo relativo a la noche del asesinato, y sólo las pruebas lo han convencido de su culpabilidad en los hechos. A pesar de éste y otros problemas, Sirhan fue juzgado y condenado a muerte, pero nunca lo ejecutaron. Después de su condena, la policía de Los Ángeles destruyó la mayor parte de las pruebas del caso y con ello hicieron que resultase imposible sacar adelante cualquier investigación.


Sirhan B. Sirhan, en el hotel Ambassador, tras ser aprehendido por el asesinato de Robert F. Kennedy. ©Bettmann/Corbis

Paul Schrade era un amigo íntimo de la familia Kennedy, y se encontraba junto a Robert la madrugada del 5 de junio de 1968, cuando el senador por el estado de Nueva York y, desde hacía unas horas, candidato a la Presidencia por el Partido Demócrata, fue asesinado. Él mismo recibió un tiro en la cabeza y, desde ese momento, tiene claro quién le disparo: fue Sirhan B. Sirhan. Pero, por eso mismo, está convencido de que el hombre que aún permanece entre rejas por asesinar a RFK nunca fue culpable de su muerte: el pistolero que acabó con el séptimo Kennedy desapareció de la escena del crimen y nunca fue identificado.

En la audiencia, Schrade, se encontró de nuevo con Sirhan, al que no veía desde el juicio de 1969, y trató de convencer al juez de que el palestino nunca fue culpable del asesinato de RFK. “Debería haber estado aquí hace mucho tiempo”, reconoció Schrade al convicto, “y me siento culpable de no haber estado para ayudarte a ti y a mí”.

Su esfuerzo fue en vano. Como ocurrió en las 13 audiencias anteriores para decidir la libertad condicional de Sirhan, su solicitud fue denegada.

La teoría del segundo pistolero

En una breve declaración, hecha pública antes de la audiencia, Schrade resumió su versión de lo acontecido: “El LAPD, [Departamento de Policía de Los Ángeles], y la LADA, [la Oficina del Fiscal del Condado de Los Ángeles], sabían dos horas después del disparo fatal de Robert Kennedy que este había sido efectuado por un segundo pistolero y tenían pruebas concluyentes de que Sirhan Bishara Sirhan no pudo hacerlo y no lo hizo. El acta oficial muestra que la fiscalía nunca tuvo un solo testigo -ni evidencias físicas ni balísticas- para probar que Sirhan disparó a Robert Kennedy. Las evidencias, guardadas bajo llave durante 20 años, muestran que el LAPD destruyó las pruebas físicas y escondió las evidencias balísticas que exoneraban a Sirhan, encubriendo la existencia de un segundo pistolero, que fue el que hirió fatalmente a Robert Kennedy”.

La Policía de Los Ángeles debía justificar, por lo tanto, la procedencia de nueve disparos, con el inconveniente de que su único sospechoso tenía una pistola en la que solo cabían ocho balas. La solución que encontró Deawayne Wolfer, el investigador principal del caso, fue explicar que la segunda bala que disparó Sirhan “había pasado a través de la hombrera de la chaqueta de Kennedy y viajó hacia arriba, [en un ángulo de 80 grados], para golpear a Schrade en la frente”.

Como explicó el propio Schrade al periodista Dan Moldea, esto solo podría haber ocurrido “si midiera 2,70 metros o hubiera tenido la cabeza apoyada en el hombro de Kenedy”. Por si la explicación del LAPD no fuera lo suficientemente absurda, el agente del FBI William Bailey encontró otras dos balas más en la escena del crimen, solo unas horas después del tiroteo.


Demasiadas pruebas que no encajan

Parece claro que las evidencias balísticas no sustentan la versión oficial del asesinato de RFK, pero tampoco lo hacen las historias que contaron los múltiples testigos del crimen. El ‘maître’ del hotel, Karl Uecker, que estaba guiando a Kennedy a través de la despensa sujetando su brazo derecho, insiste en que agarró a Sirhan después de que disparara dos veces, y coloco su mano sobre una mesa de vapor. El palestino no dejó de apretar el gatillo, pero Uecker insiste en que no hubo forma de que Sirhan volviera a apuntar hacia Kennedy, por lo que no pudo efectuar los cuatro disparos sobre él.

Otro trabajador del hotel, Eddi Minasian, corroboró la versión de los hechos dada por el ‘maître’ y aseguró, además, que Schrade cayó al suelo antes que Kennedy, lo que implica que fue él quien recibió el primer disparo. Lo mismo vio Frank Burns, un abogado que estaba también en la escena y vio claramente toda la secuencia: el disparo que impactó en RFK no salió de la pistola de Sirhan.

La versión oficial del asesinato tampoco encaja con el único documento sonoro que recoge el crimen: la grabación que realizó el periodista Stanislaw Pruszynski. Como explicó en la CNN el forense Philip Van Praag, en la cinta se pueden escuchar perfectamente 13 disparos. Primero hay dos disparos, después una pausa de segundo y medio, (momento en el cual, cree el experto, el ‘maître’ agarró la mano de Sirhan), y tras esto se escuchan el resto de disparos. Lo interesante es que, entre los disparos tres y cuatro, y siete y ocho, Van Praag asegura que no existe el suficiente tiempo como para que el sonido provenga de la misma pistola. Son disparos efectuados casi a la vez desde puntos distintos. Cinco de los disparos -el tercero, el quinto, el octavo, el décimo y el duodécimo- tienen una “frecuencia anómala” que indica que provenían de otra pistola, situada en dirección opuesta a la que portaba Sirhan.

Cuestión aparte, independientemente de su culpabilidad, es lo injusto que ha sido el sistema penitenciario con el palestino.

Según explicó Munir, el hermano de Sirhan, un compañero de celda le regaló una televisión unos días antes del ataque terrorista del 11-S. La mañana de los atentados, nada más salir de la ducha, Sirhan estaba viendo las noticias, con una toalla enrollada en su cabeza. Los guardias le vieron y aseguraron que tenía relación con terroristas árabes y conocía previamente lo que iba a suceder en Nueva York. Pasó todo un año en régimen de aislamiento, solo y encadenado. Gran parte de la prensa estadounidense le demonizó, asegurando que había sido el primer «terrorista árabe», sin tener en cuenta que Sirhan siempre ha sido cristiano. Nunca se ha probado su relación con terroristas.


Sirhan Bishara Sirhan es un cristiano palestino de nacionalidad jordana. Nació el 19 de marzo de 1944 en Jerusalén, Palestina, en el seno de una familia cristiana de origen ortodoxo griego, aunque asistió a una escuela luterana. En 1989, le dijo a David Frost : «Mi única conexión con Robert Kennedy fue su único apoyo a Israel y su intento deliberado de enviar esos 50 bombarderos, [aviones de combate], a Israel para hacer daño a los palestinos». Cuando tenía 12 años, su familia emigró a los EE. UU y se mudó brevemente a Nueva York y luego a California. En Altadena , asistió al Eliot Junior High School , seguido del John Muir High School y el Pasadena City College , ambos en Pasadena. Una audiencia de libertad condicional para Sirhan está programada cada cinco años. La próxima audiencia de libertad condicional será en 2021.


Con información de Conspiracy Encyclopedia, Wikipedia y El Confidencial.


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