Hürrem, la favorita del Sultán
La Esclava que se transformó en Sultana del Imperio Otomano
El origen de Hürrem y sus primeros años en el Harén
Nadie conoce los orígenes de Roxelana ni su verdadero nombre. Roxelana surgió de fuentes occidentales. Ella es más comúnmente conocida como Hürrem Sultana, que significa «La que ríe». Fuentes históricas afirma que su nombre era Aleksandra Lisowska y nació probablemente alrededor de 1504 en Rohatyn (pequeña ciudad al oeste de Ucrania, en el antiguo reino de Galitzia). También se afirma que ella era la hija de un sacerdote rutenio.
Lo que se sabe es que fue comprada por el gran visir y mejor amigo de Suleiman, Ibrahim Pasha, y fue, a su vez, un regalo para el Sultán. Roxelana hizo lo mejor dada su situación. Superó grandes dificultades y se convirtió en la esposa de Suleiman. Daría al sultán seis hijos, uno de los cuales se convertiría en el próximo sultán. Era una mujer de gran belleza que se destacaba de la multitud por su pelo rojo llameante. Era inteligente y tenía una personalidad vibrante.
Suleimán alcanzaría el poder supremo del Imperio Otomano tras la muerte de su padre Selim I en el año 1520. En el momento de su ascensión el nuevo sultán se encontraba ya casado con Mahidevran Gülbahar, con quien tuvo 3 hijos; uno de ellos Mustafa estaba predestinado a ser el heredero del Imperio al ser el primogénito, pero la astucia de Hürrem cambiaría el destino sucesorio.
Pese a que el sultán tenía un numeroso Harén de concubinas y 2 esposas oficiales (Mahidevran y Gülfem Hatun), Suleimán fue atrapado en la red de seducción de Hürrem con quien establecería una intensa relación amorosa; la pasión o el deseo de poder llevaría a esta el solicitar su conversión al Islam, hecho que tenía importantes consecuencias ya que a partir de ese momento si Suleimán quería tener relaciones íntimas con ella, al ser ya musulmana, debería convertirla primero en su esposa, como así finalmente sucedió.
La mujer más poderosa del Imperio
Hürrem, como la esposa de Suleiman, era ahora la mujer más poderosa del Imperio Otomano. Ella dejó el palacio de Harem y se mudó a los aposentos del sultán en el Palacio de Topkapi. Esto le dio la oportunidad de involucrarse en asuntos judiciales y estatales. Cuando Hürrem se convirtió en su esposa, Suleimán liberó a todas sus concubinas y casó a algunas de ellas con sus oficiales de alto rango.
Convertida al Islam, sería ya para siempre Hürrem sultana y pasaría a ser la favorita o “Haseki” del sultán; el hecho de que una concubina alcanzará tal rango, causó profundas críticas dentro de la corte de Topkapi al romper con esa decisión todas las tradiciones otomanas; pronto las envidias se agudizaron entre sus rivales de alcoba, hasta el punto de que Mahidevran acabaría por agredir a Hürrem hecho que provocó la ira del sultán y su caída en desgracia.
Aprovechando la tradición de que el príncipe heredero adquiriese experiencia actuando de gobernador en provincias, Solimán envió a Mustafá a la ciudad de Manisa, (normalmente en la corte otomana la madre del heredero acompañaba siempre a su hijo), hecho que allanó el camino de Hürrem, que comenzó a tener una importante influencia en las decisiones de estado hasta el punto que su figura fue analizada en profundidad por todos emisarios y embajadores extranjeros contribuyendo así a extender su fama. También se convirtió en una de las principales mecenas culturales del Imperio y pasó a controlar con rigor la vida del Harén de palacio.
No pasó mucho tiempo hasta que dio a luz a un hijo llamado Mehmed. Una de las razones por las que Hürrem fue favorecida por el sultán fue porque ambos amaban la poesía. Suleiman escribiría más tarde el famoso poema a su favorita:
–«Trono de mi nicho solitario, mi riqueza, mi amor, mi luz de luna.
Mi amigo más sincero, mi confidente, mi propia existencia, mi sultán, mi único amor.
El más bello entre los hermosos …
Mi primavera, mi amor alegre, mi día, mi amor, la risa de la hoja …
Mis plantas, mi dulce, mi rosa, la única que no me angustia en este mundo …
Mi Estambul, mi Caraman, la tierra de mi Anatolia
Mi Badakhshan, mi Bagdad y Khorasan
Mi mujer del cabello hermoso, mi amor de la frente inclinada, mi amor de ojos lleno de travesuras …
Cantaré tus alabanzas siempre
Yo, amante del corazón atormentado, Muhibbi de los ojos llenos de lágrimas, soy feliz «.
La leyenda negra de Hürrem
Hürrem daría 6 hijos a Solimán (Mehmed, Abdullah, Selim, Bayezid, Cihangir) y una hija (Mihrimah) pero pese a contar con el amor incondicional de Suleimán, ninguno podría acceder al trono por pleno derecho mientras Mustafá estuviera vivo. Este tema originó uno de los sucesos más oscuros de la vida de Hürrem, ya que su astucia y la de su yerno Rüstem Paşa, gran visir y esposo de Mihrimah, provocaron la injusta muerte de Mustafá quien fue ejecutado por orden de Suleimán al ser falsamente acusado de un intento de destronar a su padre.
También se difundieron rumores de que Hürrem había ejecutado al gran visir de Suleimán, Ibrahim, porque favorecía a Mustafa y Mahidevran en lugar de a Hürrem y sus hijos. Sin embargo, aunque a Hürrem no le gustó Ibrahim, es posible que no haya influido en Suleimán para ejecutarlo. El mal juicio de Ibrahim sobre la larga guerra contra los safávidas puede haber perdido el favor de Suleiman. Una vez que Ibrahim cayó en desgracia, fue prescindible. Suleimán lo ejecutó porque no tenía ningún uso para él.
La muerte de Mustafá provocó revueltas en Anatolia y en el seno del ejército, acabando con la influencia de Rüstem Paşa pero no la de Hürrem, quien a ojos del sultán no estuvo implicada y que indirectamente fue la gran beneficiada del suceso ya que sus hijos se ponían en primera línea sucesoria del trono y conseguía el destierro definitivo de Mustafá.
Madre del futuro Sultán
Tras la muerte de Mustafá, Selim, tercer hijo de Hürrem, se convirtió en el principal candidato a la línea de sucesión al trono del Imperio Otomano, dado que sus hermanos mayores Mehmed (el predilecto de Suleimán) y Abdullah, habían fallecido tiempo atrás.
Con todo, el camino de Selim se allanaría aún más con la muerte del joven Cihangir (algunas fuentes consideran que fue de tristeza por conocer el trágico destino de su hermanastro) y la de Bayezid, el cual, tras rebelarse a la decisión de Suleimán de destinarlo como gobernador de Amasya, fue derrotado en Konya por las tropas de Selim, para posteriormente refugiarse en el Imperio Safávida que lo acabaría devolviendo a Suleimán (tras aceptar por él valiosos regalos) para que este lo ejecutase.
Tras la muerte de Suleimán en el año 1566, Selim ocuparía el rango de sultán otomano, cumpliendo así el máximo anhelo de Hürrem de ver a uno de sus hijos como máximo dirigente del Imperio.
Como reina, Húrrem, dio dones generosos a los pobres. Ella construyó mezquitas, escuelas religiosas, casas de baños y lugares de descanso para los peregrinos que viajaban a La Meca. También encargó a Mimar Sinan, uno de los mejores arquitectos del Imperio Otomano, que construyera la mezquita de Suleimán. Sin embargo, su trabajo de caridad más famoso fue el Gran Waqf de Jerusalén, que se completó en 1541. Este fue un gran comedor de beneficencia que alimentó a los pobres y necesitados. Hürrem no vivió para ver la ascensión de su hijo Selim al trono.
Hürrem sigue siendo una de las figuras más controvertidas de la historia del Imperio Otomano. Muchos afirman que era una mujer intrigante y despiadada, que había ejecutado a cualquiera que se interpusiera en su camino. Sin embargo, sus obras filantrópicas hablan de una reina que cuida a los pobres y hambrientos. Al final, su legado como reina es casi tan elusivo como sus orígenes.
El templo donde descansan los restos de Hürrem está situado apenas a unos metros del lugar donde reposan los restos de Suleimán, el cual tiene eterno descanso en un mausoleo independiente; ambas tumbas, pese a ser relativamente discretas, son uno de los monumentos más visitados de Estambul.
Con información de History of Royal Women
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