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Cuatro respetuosos musulmanes residentes en Galicia hablan

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Cuatro musulmanes residentes en Galicia hablan de su vida y opinan sobre el radicalismo: «Cuando respetas, la gente te respeta».

La sombra del radicalismo yihadista llegó a Galicia con la detención y posterior puesta en libertad con cargos (y no por lo que se les acusaba) de dos argelinos residentes en Arteixo y Vimianzo. La comunidad musulmana gallega quiere dejar claro que los violentos son la excepción e insiste en que el islam es una religión de paz.




Amir

«Nosotros somos las primeras víctimas». Amir es de Marruecos y concuerda con su compatriota en que «las primeras víctimas» del radicalismo son los propios musulmanes, aunque asegura no sentir ningún recelo por parte de sus vecinos: «Ya me conocen bien», afirma. Amir tiene 45 años y llegó a España a los 31. Vive en Poio y trabajó como profesor de árabe durante años, aunque ahora está en paro. «Me adapté aquí y no tuve problemas. Tengo hijos y son españoles. Cuando respetas, la gente te respeta». Los yihadistas, sostiene, «son gente ignorante, loca, y alguna gente sigue esa doctrina pensando que es la verdadera, pero en realidad son delincuentes que no conocen la palabra del Corán». Su visión del islam es totalmente diferente: «Lo que es bueno en la religión lo hago, lo que no, no», y como ejemplo de ello explica que su mujer «va sin velo. No es obligatorio, es una costumbre, como ustedes hace años, cuando las mujeres también se cubrían la cabeza». «En el islam no hay que matar a nadie», recalca como conclusión.

Abdoulaye Bilal Traore

«Hay que intentar entender por qué pasa todo esto». Llegó con el siglo a Pontevedra. En su mochila, una licenciatura en Literatura Africana y Europea y la experiencia de varios años de búsqueda por África y Europa. Venía para quince días y se quedó. Esta semana, desde su país, Senegal, desde donde tenía previsto regresar ayer, explicaba que no ha tenido problemas en Galicia. «Cuando uno siente que existen recelos es porque hay falta de comunicación sincera. Personalmente no tengo este tipo de problemas en Galicia», dice. Precisamente, si algo no le falta a Bilal son dotes para la comunicación. Como contador de historias que es, domina la palabra hablada. En su faceta de escritor moldea las letras para componer poesía. Y como músico utiliza el lenguaje más universal para despertar sentimientos en quienes lo escuchan. En sus actividades para niños intenta abrirles los ojos hacia la realidad multicultural del mundo y con su trabajo en colectivos como la Asociación Multicultural Sin Fronteras o la Asociación Senegalesa de Pontevedra Dioco trata de fomentar ese entendimiento entre culturas diferentes. Por eso cuando se le pregunta por los radicalismos insiste en que «lo importante es que todos intentemos entender por qué pasa todo eso y trabajar para que no pase».

Omar Choraifi Salmi

«Crecí aquí, ya no sabría vivir allí». Su padre vino a Barcelona y pocos años después lo siguió toda la familia. Así fue como llegó Omar Choraifi Salmi a España, con tan solo 15 años. Hoy tiene 38 y, «aunque la idea de volver siempre está ahí», dice: «Yo crecí aquí y creo que ya no sabría vivir allí». La vida lo trajo a Foz, donde se instaló hace unos años con su familia –«en casa somos dos marroquíes [Omar y su esposa], dos catalanes [sus hijos mayores] y dos gallegos [los dos chicos menores]»– y donde trabaja como repartidor de muebles. «Estoy muy integrado en lo que es mi vida aquí, aunque es cierto que no puedo integrarme totalmente por mi religión y mi cultura, pero por lo demás soy un español como todos los demás». Aunque viven con normalidad en España, todavía quedan cosas por hacer. Un ejemplo: «Si necesitamos arreglar cualquier papel en el consulado, tenemos que ir hasta Bilbao, 430 kilómetros ir y 430 kilómetros volver». Para solucionar cuestiones como esta es para lo que nació la Asociación Islámica de Fazouro, a la que Omar pertenece. También cree que las mezquitas gallegas deberían actuar más como centros de formación de la religión y de la cultura, aunque algunas, las más grandes, ya lo hacen. «En mi caso soy yo el que hago de padre y de profesor en casa. Mis hijos mayores hablan y escriben árabe», apunta. Cuando se habla de radicalismo, Omar deja claro que a los yihadistas «no se les puede llamar musulmanes. Eso nunca ha existido en el islam». En su opinión, esos grupos no actúan por motivaciones religiosas, sino políticas: «Allâh no dice que tienes que vencer de esta manera. Nuestro Profeta nunca cogió la espada (sic), aunque le hicieran daño, él siempre actuó con la palabra y con la paz». Choraifi espera que la situación no pase factura a los musulmanes que predican la paz: «Los que te conocen saben que tú no haces eso».  




Abderrahím Al Azizi

«Somos los primeros en dar la voz de alarma». El presidente del Centro islámico de Vigo llegó de Marruecos hace veinte años. «Siempre tuvimos una buena convivencia en Galicia», destaca. La posible presencia de personas radicalizadas en la comunidad le ha sorprendido y preocupado: «Es algo nuevo, pero espero que sean casos puntuales». Los musulmanes que viven en Galicia, dice, tienen «sobre el terrorismo el mismo punto de vista que ustedes y somos perjudicados por partida doble: partimos como acusados y tenemos que demostrar que somos inocentes». Lejos de defender la violencia, se consideran, además de las primeras víctimas, «la primera línea de defensa contra el radicalismo», de tal manera que Al Azizi recalca que son «los primeros en dar la voz de alarma» cuando perciben alguna actitud sospechosa.

El 40 % de los musulmanes que viven en Galicia son españoles

Según el último estudio demográfico de la población musulmana en España, elaborado por la Unión de Comunidades Islámicas de España y referido a los datos del 31 de diciembre del 2015, viven en territorio español cerca de dos millones de musulmanes, concretamente 1,88 millones. De ellos, 17.166 están censados en Galicia. Tanto en la comunidad como en toda España, el porcentaje de musulmanes que tienen nacionalidad española alcanza ya el 40 %. Entre ellos, inmigrantes que consiguieron nacionalizarse, población nativa convertida, pero también muchos hijos de emigrantes nacidos en España y, por tanto, españoles de pleno derecho. En el caso gallego, de esos 17.166 musulmanes residentes, 4.917 son españoles y 12.249 extranjeros.

De hecho, la española es ya la segunda nacionalidad entre el colectivo musulmán gallego, solo por detrás de los naturales de Marruecos que viven en la comunidad, que suman 6.637. Los nacidos en Senegal (2.472) son el tercer grupo más numeroso entre los musulmanes que viven en Galicia, donde residen también 653 argelinos, 583 nigerianos, 428 pakistaníes y 133 ciudadanos de Bangladesh, entre otros orígenes.

La Coruña y Pontevedra son las provincias con un mayor número de población musulmana, 4.657 y 4.257 respectivamente, mientras que en Lugo son 2.310 y en Ourense 1.025.

Según otro informe de la Unión de Comunidades Islámicas, en los centros educativos gallegos estudian 1.847 alumnos musulmanes, 1.389 de nacionalidad extranjera y 458 españoles.

Por María Santalla
Con información de La Voz de Galicia

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