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El conflicto palestino-israelí en los medios

Se felicitan. Bravo "guerreros". (Se necesitan cuatro bien entrenados y pertrechados "guerreros" sionistas para capturar a un adolescente palestino).
Se felicitan. Bravo «guerreros». (Se necesitan cuatro bien entrenados y pertrechados «guerreros» sionistas para capturar a un adolescente palestino).

En una noche, el ejército israelí atacó la población de Asirah Ashamalieh (Nablus), buscando al líder Qassamí Mahmoud Abu Hinoud. Juntaron a todos los varones del pueblo en la plaza de la mezquita, tenían de entre 15 a 70 años, todos en fila como los escolares y bajo la amenaza de las armas, fueron obligados a desnudarse, pasando toda la noche bajo la intemperie desnudos y soportando los insultos y humillaciones que los soldados israelíes les inflingían. Los hombres no sintieron el frío, les hervía la sangre entre las venas por la ira y la vergüenza que pasaban. Ningún medio de comunicación pudo recoger la escena, pero los hombres juraron ocultar lo sucedido para siempre con el ánimo de salvaguardar la honra de todo el pueblo, famoso en sus aceites de oliva virgen y cuyo nombre Asirah (Almazara), le viene por ello. Sienten el orgullo de dar a Palestina cientos de líderes en la educación y en la lucha nacional. No se publicó nada de lo ocurrido, porque este enemigo es “civilizado”, y habría que aplastar cualquier acción que pudiera dañar su “imagen civilizada”.




La leyenda que los israelíes adoptaron y de la que viven “pueblo sin tierra, para una tierra sin pueblo”, negando la existencia de otro pueblo sobre esta tierra y sintiéndose aterrorizados si se percatase de su presencia o de cualquier fenómeno de resistencia, que reafirmara la existencia de este pueblo. Por ello es golpeado con dureza criminal, escudándose en su “superioridad cultural” sobre el pueblo palestino y árabe, para adjudicarse el derecho sobre estas bellas tierras. El palestino debería emigrar a uno de estos países árabes, ya que, todos son árabes que no saben lo que es el significado de los derechos humanos o el derecho de la mujer, por eso, deberían ser expulsados o asesinados. Esta tierra solo soporta la presencia de un solo pueblo “moderno y civilizado”, es la misma lógica de quien dice, aquel que tiene diez hijos, debería donar uno a quien carece del bien de la paternidad.

La batalla de la “superioridad cultural”, es la primera que los israelíes declararon contra los árabes, obteniendo las armas mediáticas, mucho antes que las armas del terror, sacando una imagen distorsionado sobre los árabes para justificar un supuesto derecho del israelí sobre estas tierras. El civismo y la civilización, es la panacea que utilizan para hablar ante el mundo, convenciendo a occidente en un lenguaje que manejan bien, porque son los amos de los medios de comunicación del mundo. Justifican los asesinatos de mujeres y niños, porque forma parte de la guerra, al encontrarse (mujeres y niños) en el lugar de la batalla, siendo estas versiones creíbles para occidente, porque proceden de un pueblo democrático y civilizado.

Los medios de comunicación árabes, se encuentran agotados persiguiendo las noticias de sus gobernantes y presidentes, empapados por años de rutina que mata a la creatividad, sin saber como hablarle a occidente, porque no le entiende. Las parabólicas transmiten la imagen tal como es, sin mirar lo que hay detrás de ella, sin enseñar la dimensión cultural de la lucha, siendo los buenos intentos en este sentido, muy limitados.

Me entrevisté con una experta del Banco Internacional y le relaté algunas de las prácticas de los israelíes en Palestina, asesinatos de niños, destrucción de casas y árboles. Ella mostraba una razonable simpatía, pero cuando le relaté el sufrimiento de los médicos para llegar a los hospitales debido a los bloqueos, y como los médicos pueden pasar horas esperando en los check points y los heridos en el hospital, esperando su llegada o su muerte. Recuerdo como esta dama se puso a llorar con fuerza, no creía lo que le contaba e invitó a escucharme a los miembros de la delegación que le acompañaban, los cuales, se chocaron al escuchar el relato. Los relatos de niños y mujeres asesinados que nosotros los árabes sabemos exponer con eficacia, no les atraía, porque ocurre en todas las guerras, sin embargo, el relato del médico que no podía llegar al lugar de su trabajo, les hizo llorar. Este día, tuve la confirmación de que no sabemos hablarle a occidente. Debemos comprender su forma de pensar, hacerles llegar las evidencias con honradez y sin exageración, ya que, nuestras vidas están repletas de historias que revelan el salvajismo de este enemigo que maneja bien lo del proclamarse “civilizado”. Nuestros medios de comunicación deben cambiar la forma de dirigirse a occidente, para poder vencer a Israel desde la civilización, antes de vencerlo militarmente, porque somos gentes de civilización.




Samar Albargouthy es una columnista palestina del diario Al-Ahram. (Las Pirámides). Traducido por Jamal Halawa.
Con información de El Inconformista Digital

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