El papiro del sacerdote escriba egipcio HAN ANA
Durante la época del Imperio Nuevo egipcio, y bajo el reinado del faraón SETI II en la dinastía XIX, vivió un sacerdote que fue escriba, cuyo nombre era HAN ANA, el cual hace 3300 años dejó escrito en un papiro que lleva su nombre, lo siguiente:
“Miren, en este papiro está escrito.
Lean esto hombres del futuro, si es que sus
dioses os dieron inteligencia.
Os pido que aprendáis los secretos de mi hoy
que es vuestro pasado y que para vosotros
se encuentra tan lejano, pero en verdad tan
próximo.
Los hombres no viven solo una vez y se van
para no volver. Viven muchas vidas en
diferentes lugares, incluso fuera de este
mundo. También hay un velo de oscuridad
entre una vida y otra. Nuestra ciencia nos
enseña que vivimos eternamente, y la
eternidad al ser sin principio y sin fin, es como
un círculo, por lo tanto si seguimos viviendo,
también es que hemos vivido siempre.
Nuestros Ka, que son nuestras secretas almas,
nos brindan de la fuente infinita de la sabiduría aquello que está oculto, olvidado en
el ser del hombre, así como dan a quienes
están formados en la Sagrada Ciencia poderes
para obrar milagros.
Entre los de nuestro pueblo, el escarabajo
Kephri, no es dios, si no, un símbolo que lo
representa porque pone a incubar sus huevos
dentro de una bola de lodo.
Como Dios, que hace rodar al mundo, que
parece ser redondo y hace que produzca
vida.
Todos los dioses envían su amor al mundo, sin
el cual éste no sería. Mi fe me enseña que la
vida no acaba con la muerte y por lo tanto ese
amor, siendo el alimento del alma debe existir
mientras ella exista.
La fortaleza (Djedú) de ese amor, que aunque
no se vea es como un cordón, unirá a dos almas
mucho después de que el mundo mismo esté
muerto.
Si perdieras a tu gran amor, no sufras, la
muerte es solo la nodriza que lo ha puesto
a dormir y por la mañana se despertará
otra vez para recorrer otro día
con aquellos
que la han acompañado desde el principio.
Sabe que el hombre, vuelve a la existencia
muchas veces y llega un momento en el cual él
es consciente de todas sus vidas pasadas…. “
En todos los escritos egipcios que se refieren a la reencarnación, veremos que se representa siempre simbólicamente a la vida, o a la nueva vida, como la duración de un día que recorrerá renaciendo o despertando por la mañana.
No podemos dejar de sorprendernos al ver como en un texto de mas de tres mil años de antigüedad, ya se tenía el concepto de la redondez de la tierra, así como el de la relatividad del tiempo, unido al entendimiento de la eternidad y el amor como motor de toda la creación.
Sin embargo, podemos encontrar similar información documentada también en papiros o en textos inscriptos en distintas tumbas, con una antigüedad mucho mayor inclusive.
Por S. A. Merek
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