Ridículo complot de internar a Saadi Gaddafi en México – Por Oriol Malló
Tras 18 meses en prisión, la abogada canadiense Cynthia Vanier y la mexicana Gabriela del Cueto fueron liberadas por el Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito el jueves 18 de abril. Vanier fue acusada de ser la jefa de una peligrosa organización criminal «de dimensión internacional» que iba a traer a México al hijo de Gaddafi. Dicho tribunal otorgó amparo a todos los acusados por la Procuraduría General de la República que violó sus derechos pues «no tuvieron acceso a un abogado al momento de su arresto, no se recabaron pruebas legalmente y porque en el caso de los extranjeros no se contactó de inmediato al consulado de sus países al momento de la detención».
Todos los medios mexicanos aceptaron y propagaron la mentira que la Secretaría de Gobernación vendió el 7 de diciembre del 2011 sobre tan ridículo complot, la llamada “Operación Huésped” que el secretario Poiré vendió como un “exitoso” trabajo de inteligencia. Sólo un servidor, como editor del medio digital Pulso Ciudadano, se dio a la tarea de documentar y cuestionar la lista de tonterías que se dijeron en Bucareli mientras traducía lo que los medios canadienses investigaron sobre el caso.
Dejo como prueba uno de los textos que escribí para que se recuerde quien calló y quien habló en la comunidad periodística de México sobre la presunta internación ilegal de Saadi Gaddafi . Ahora que el infame teatro de Gobernación se cae por todos lados sería bueno que la prensa de este país reflexionara sobre el asunto Vanier sin esconder la cabeza y asumiendo una verdadera autocrítica.
¿Sucederá?
Cynthia Vanier; una abogada canadiense en el infierno de la PGR
Cynthia Ann Vanier fue arraigada el 10 de noviembre del 2011 bajo acusación de liderar un complot para traer a México al hijo del ex líder libio Muammar Gaddafi en México. Datos recopilados por Oriol Malló.
Canadiense encarcelada en México se queja de “abuso y tortura” /CBC News
Consignada en el penal femenil de Chetumal desde febrero del 2012, Pulso Ciudadano ofrece a sus lectores la traducción de la carta que esta abogada hizo llegar a la cadena de televisión candiense CBC donde alega maltrato por parte de la PGR. Un artículo que rompe los mitos que vende la Secretaría de Gobernación.
En el documento obtenido por CBC News, Vanier recuerda que ella y su esposo viajaron a México en otoño para comenzar las vacaciones de invierno de seis meses en un apartamento que posee en Bahía de Bucerías, Punta Mita. En julio pasado, ella viajó a Libia en una misión de investigación para SNC-Lavalin, una de las mayores empresas de ingeniería y construcción de Canadá ubicada en Montreal.
Vanier afirma que viajó a la Ciudad de México a principios de noviembre donde tenía agendadas varias reuniones de negocios. Iba a presentar un cliente – CBC News ha confirmado que era un representante de SNC-Lavalin – a varios contactos mexicanos para sondear posibles proyectos de purificadoras de agua.
Mientras conducía hacía el Hotel St. Regis en Ciudad de México, escribe Vanier, fue rodeada por 12 hombres y mujeres en trajes de camuflaje que exigieron saber si su nombre era “Cynthia MacDonald” [su nombre de soltera].
“Yo estaba confundida y asustada. Mi amiga Gabby [la co-acusada ?? , Gabriela Dávila Huerta] les preguntó de qué se trataba, ya que no hablan español”, Vanier escribe en la carta.
“Pensé que estaba siendo secuestrada. Exigieron que fuéramos con ellos a la comisaría para ser interrogados. “
Vanier dice que fue aislada durante horas sin siquiera ir al baño, y se les negó la oportunidad de llamar a un abogado o a alguien de la Embajada de Canadá.
“Me tuvieron allí durante varias horas … y empezó a hacerme preguntas sobre mi trabajo, mi viaje a Libia en julio y quién era yo y me acusaron de ser un terrorista … Yo estaba conmocionada y asustada … y de nuevo pedí hacer una llamada a casa”.
Horas más tarde vio a su amiga Gaby durante su traslado a la cárcel.
“Traté de gritar por la ventana abierta … y como lo hice, una de las mujeres policías me golpeó con el codo en la parte inferior derecha sobre el riñón. Yo casi no podía respirar, me dolía tanto … me puse a llorar … y se rieron de mí”.
“Yo tenía mucho dolor, y cuando finalmente me dejaron usar el baño, sangraba al orinar … Yo sabía que ésto era debido al codazo… Me dolía la espalda, y sentí que tenía inflamado el riñón … Traté de informar al médico en el Centro de Arraigo que tenía problemas con el riñón … me ignoraron y me pusieron en la celda … Pensé que iba a morir allí. “
La queja de Vanier ha sido entregada a funcionarios de prisión y fiscales, así como a funcionarios de la Embajada de Canadá en la Ciudad de México y Ottawa. Presenta nueve presuntas violaciones de las convenciones internacionales sobre derechos humanos, incluidas la queja que se le negó acceso a un abogado, el acceso a la Embajada de Canadá, que fue encarcelada sin pruebas, se le negó tratamiento médico adecuado y fue sometida a “malos tratos físicos y tortura”.
Funcionarios de Asuntos Exteriores en Ottawa reconocen haber recibido la carta de Vanier. John Babcock, vocero del secretario de Estado de Relaciones Exteriores, dijo a CBC News que Canadá es consciente de los cargos contra Vanier y que la secretaría ha planteado sus preocupaciones sobre la salud de la canadiense a las autoridades mexicanas.
“Graves denuncias”
Babcock también reconoció que las autoridades mexicanas tuvieron cinco días para notificar a Canadá el arresto de Vanier.
“Ésta es una investigación en curso y la Sra. Vanier se enfrenta a acusaciones muy graves: en concreto, falsificación de documentos, tráfico de seres humanos y la participación en el crimen organizado”, escribió en un correo electrónico Babcock.
“Los funcionarios canadienses le proporcionan asistencia consular y se ha proporcionado información consular al marido de la señora Vanier, quien ha sido autorizado a recibir información personal. Sin embargo, los canadienses que viajan al extranjero están sujetos a las leyes de los países que visitan.”
Sus padres dicen haber tenido conocimiento sobre las quejas de su hija durante semanas pero mantuvieron en secreto los detalles por temor a enojar a los fiscales y al sistema judicial mexicano.
“Es por éso que estamos tan molestos”, dijo su madre, Betty MacDonald, a CBC News, “porque supimos de todo ésto y no hablamos de ello en público por temor a que aumentaran las torturas. Pero ahora que la están trasladando a una nueva prisión por al menos 10 días, tiramos la toalla. Necesitamos ir a donde sea para obtener cualquier ayuda para nuestra hija”
MacDonald también dijo que las gestiones hechas por el Consulado de Canadá han sido inútiles. A ella le gustaría que los oficiales de asuntos consulares les dijeran lo que pueden hacer para ayudar y no lo que no puede hacer. Ella reconoce que el consulado ha enviado constantemente a las autoridades mexicanas “mensajes de correo electrónico que nunca han sido contestados”.
El padre de Cyndy, John MacDonald, dijo que Ottawa debería denunciar públicamente a México por el trato dado a su hija:
“Quiero ser muy cuidadoso”, dijo. ”No sé si éso fue un accidente o fue deliberado. Pero es seguro que mi hija fue herida y dañada. Y como dijo en su declaración ella estuvo orinando sangre en un determinado momento y no recibió atención. Digo que estas son cosas serias y nadie debería permitir que sucedan”
El vídeo de CBC News
Esta cadena de información ha seguido el caso Cynthia Vanier desde sus inicios. A medida que se van sabiendo más informaciones sobre el absurdo operativo y las descomunales acusaciones de la Secretaría de Gobernación y la PGR contra esta abogada canadiense, la prensa de su país toma mayor interés en el tema.
Un caso demasiado surrealista
Como informaba ayer el periódico Reforma, la Procuraduría General de la República (PGR) descartó fincar cargos a Saadi Gaddafi, hijo del ex dictador libio Muammar Gaddafi, por tratar de ingresar ilegalmente al País, pues consideró que fue “víctima” de una red internacional de tráfico de indocumentados, no obstante que tiene su ficha roja de la Interpol.
“De acuerdo con la legislación mexicana, los indocumentados que ingresan a México son sujetos pasivos del delito, es decir, son víctimas, no se trata de agentes del delito, creo que con éso respondemos la pregunta”, dijo esta mañana Cuitláhuac Salinas Martínez, titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
En conferencia de prensa, el funcionario dio a conocer que la canadiense Cynthia Anne Vanier, el danés Pierre Christian Flensborg y los mexicanos Gabriela Dávila Cueto y José Luis Kennedy Prieto, implicados en el intento de internar al País de forma ilegal a Saadi Gaddafi, fueron recluidos en dos prisiones.
Los hombres ingresaro al Penal Federal de Villa Aldama, Veracruz, y las mujeres al Penal Estatal de Chetumal, Quintana Roo, con base en una orden de aprehensión librada por delincuencia organizada, tráfico de indocumentados en grado de tentativa y tres delitos de falsificación de documentos.
Siempre acorde a la información oficial, Vanier fue encarcelada por este último delito pues le hallaron una credencial del Instituto Federal Electoral, un acta de nacimiento mexicana y un pasaporte canadiense, al parecer apócrifos. Sólo la falsificación de documentos no es grave, pero en caso de ser procesados por los otros ilícitos, los implicados no tendrán derecho a la libertad provisional.
El titular de la SIEDO dijo que existe también una orden de aprehensión pendiente por cumplimentar, sin embargo, se reservó el nombre.
La información que confirmó a la PGR el plan para traer a Gaddafi fue la vigilancia autorizada por un juez de las cuentas electrónicas de los implicados, así como los e-mails y textos telefónicos intercambiados entre los cuatro consignados.
“De estos (correos) se obtuvieron datos determinantes que nos llevaron a concluir que efectivamente el propósito de esta organización criminal era traer a Saadi Gaddafi y a su familia a México, además de que se pretendía cambiarles la identidad a través de la obtención de documentación falsa”, explicó el subprocurador.
Desde julio de 2011, añadió la nota oficial de Segob, unos pilotos contratados en un vuelo de una aerolínea privada de nuestro País se negaron a hacer el viaje que traería de Libia a México al primogénito del ex dictador.
Sin embargo, reiteró que esta investigación que desarticuló la intentona de Gaddafi para ingresar a México inició a principios de noviembre con una denuncia del grupo ciberanarquista Anonymous, dato con el cual la PGR se enteró del asunto. Filtraciones en la red sin investigación real alguna.
Y siguiendo la fantasiosa operación conspirativa, los mismos voceros de gobernación afirmaron que el grupo delictivo dirigido por la canadiense, además de buscar la compra de un inmueble de Cruz de Huanacaxtle, Nayarit, también pretendía adquirir para Saadi Gaddafi el departamento 2207 de Paseo de la Reforma 439, en la Torre St. Regis de la capital del país. Operación que nunca fue concretada.
Las incoherencias son totales pues como remarca Vanier en la misma carta, reproducida en muchos medios canadienses, ella y su marido poseían un condominio en el Pacífico mexicano y estaban pensando en comprar otro. La seriedad de tan telúrica conspiración se derrumba en dos detalles.
La acusación llega vía Anonymous y el plan maestro era adquirir un departamento en el muy conocido, demasiado público y nada discreto de todos los aparthoteles de México, la Torre St. Regis en Avenida Reforma.
¿Se puede pedir algo más demencial? Ya va siendo tiempo que la prensa mexicana, deje de tomar por santa la versión oficial de Gobernación y empiece a investigar en serio este otro caso de presuntos culpables y fantasías conspirativas.
Por Oriol Malló*
* Experto en comunicación, periodismo digital y escrito. Ensayista especializado en temas de política, historia, economía y sociedad. Editor web de www.pulsociudadano.com en Argos Comunicacion. Periodista, ensayista y editor en Freelance Journalist and editor corresponsal de medios españoles en México en periodismo y comunicación , periodista en colaboraciones en medios catalanes, periodista en redacción de política en Diari d’Andorra editor en Coordinador de las páginas de cultura de EL TEMPS.
Obras publicadas :
La revolta dels Quixots: història d’un maqui (1997)
El cas Boadella: desventures d’un joglar en temps de transició (1998)
En tierra de fariseos: viage a les fuentes del catalanismo católico (2000)
Seréis com dioses: vida i aventuras de Luís Pascual Estevill (2001)
Tarradellas: un segle de Catalanisme (2003)
Madrid Confidential: Les aventures de Diputat K (2004)
De les armes a les urnes: coses que volia saber sobre ERC i no s’atrevia a preguntar (2005)
Confessions d’un Kumba ressentit. Com i per què ha triomfat el bon rotllo a Catalunya
El Cártel Español: Historia Crítica de la Reconquista Económica de México y América Latina (2011)
Con información de : Oriol Malló y Pulso Ciudadano
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