Israel y su elaborado plan de judaización de los territorios palestinos ocupados – María Josefa Arce
Desde su creación en 1948, Israel se ha dado a la tarea de, acorde con su visión colonialista, transformar el paisaje físico y demográfico de Palestina y su capital Jerusalén. La judaización de los territorios ocupados es un objetivo primordial de la política sionista.
A pesar de que en numerosas ocasiones la ONU ha rechazado la estrategia sionista, Tel Aviv ha continuado año por año robando tierras, destruyendo barrios en los territorios palestinos ocupados y construyendo viviendas para los colonos judíos.
Cínicamente afirma que se trata de un crecimiento natural de los asentamientos, desoyendo los exhortos de la ONU que califica de ilegal esta práctica judía.
En su elaborado plan, Israel incrementó este año la demolición de viviendas palestinas en la Cisjordania ocupada, al tiempo que concede discretos permisos para construir apenas MIL 200 hogares en la franja de Gaza.
Organizaciones humanitarias denunciaron que en el transcurso de 2011 fueron derrumbadas un total de 103 estructuras residenciales en las que vivían 706 personas el territorio ocupado, lo que representa un aumento sustancial de demoliciones de casas respecto a las 86 destruidas en 2010.
El pretexto de las autoridades hebreas es que no tenían un permiso de construcción, algo que en la práctica es casi imposible de conseguir para los palestinos.
Tel Aviv NO deja nada a la casualidad y Jerusalén Este es uno de los blancos de su política expansionista, que de este modo sabotea las aspiraciones palestinos de convertirla en la capital de su futuro estado independiente.
Está claro que el régimen sionista quiere judaizar Jerusalén Este, y negar de este modo una vez más, el derecho legítimo que le asiste al pueblo palestino a su tierra, herencia y a sus raíces en esa ciudad.
La estrategia israelí constituye un fuerte obstáculo para el avance de las negociaciones de paz, que se retomaron el pasado 2 de septiembre y se estancaron tres semanas después cuando Israel reanudó la construcción de las colonias en el territorio palestino ocupado de Cisjordania al concluir una moratoria parcial de diez meses.
Pero los planes sionistas tienen muchas aristas y los asesinatos selectivos son una de ellas. Recientes testimonios afirman que el Instituto Israelí de Investigación Biológica es una instalación en la cual el régimen desarrolla sus armas biológicas y químicas, que después utiliza para eliminar a dirigentes palestinos.
Detallan que ese centro produjo el veneno que fue utilizado en el fracasado atentado terrorista del Mosad contra el líder político de HAMAS, Jaled Mashaal en 1997.
El criminal accionar de las autoridades israelíes es, indiscutiblemente, un elemento desestabilizador para la seguridad de la región y un abierto atentado contra los legítimos derechos del pueblo palestino, víctima de masacres y violaciones desde el surgimiento de Israel.