Luces y sombras de las “Mil y una noches”
El Instituto del Mundo Árabe de París presenta una exposición sobre este libro que ha pasado a la historia como uno de los compendios de relatos más célebres de la humanidad y sobre las múltiples representaciones que se han hecho de él en Occidente.
¿Quién no ha escuchado hablar de Aladino y la lámpara maravillosa? ¿O del famoso «Ábrete Sésamo», la contraseña mágica de los 40 ladrones? Historias fantásticas reunidas en una de las más vasta compilaciones de relatos de la historia de la humanidad. «Las mil y una noches» es sin duda una obra maestra de la literatura mundial, un libro que unió a Oriente y Occidente y que el Instituto del Mundo Árabe rescata desde sus orígenes.
La muestra pretende dar algunas luces sobre este libro que esconde todavía numerosos secretos. La primera recopilación árabe, el Alf Layla (Mil noches), apareció hacia el año 850. Pero ésta fue probablemente una traducción de una versión anterior en lengua persa llamado Hazar Afsanah (Mil leyendas) que a su vez se originó en la India. Desde entonces muchos cambios y retoques se han producido en este texto.
La muestra en el Instituto del Mundo Árabe de París reúne cerca de 350 objetos que nos hacen remontar en el tiempo. Una de las más raras es un fragmento de manuscrito del siglo IX, la primera huella en árabe de las “Mil y una noches”. La muestra permite también descubrir a aquellos que transformaron los textos antiguos para darle la forma que se conoce en la actualidad. Es el caso del editor francés Antoine Galland, el primer traductor a una lengua occidental. A él se deben muchos de los cuentos más famosos de las «Mil y una noches» que fueron introducidos en el siglo XVIII y que hoy tienen gran difusión en la literatura juvenil (Aladino, Simbad el Marino, Alí Babá y los cuarente ladrones, etc).
Las «Mil y una noches» también ha sido una fuente inagotable para la creación en todas las ramas artísticas, como lo muestra esta exposición, desde el teatro a la moda, la música, el cine, la pintura o la literatura. Su protagonista, la bella e inteligente Sheherezade, quien salva su vida gracias a su imaginación prodigiosa, ha sido uno de los personajes más representados, aunque no siempre de la mejor manera.
Abrir y leer este libro «sin final» o «con todos finales» sigue siendo un puente a un mundo de sueños, ilusiones y quimeras. Al menos es lo que quiere mostrar esta exposición en el Instituto del Mundo Árabe abierta hasta el 28 de abril.
Por María Carolina Piña
Fuente : RFI
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