Maslama al-Mayriti. El elogio del olvido
Córdoba, durante el dominio musulmán en España era, entre los siglos X y XI, el espejo donde las demás ciudades del mundo conocido miraban y trataban de copiar. Tal esplendor no era sólo debido a la buena administración, sino también a los avances científico-tecnológicos, a los que los propios cordobeses contribuyeron de una forma muy decisiva. De hecho, se llegó a crear una especie de ministerio de la Ciencia. Fue durante esta época culturalmente fecunda pero, a la vez, infestada de intrigas palaciegas y de guerras, cuando aparecieron las figuras del poco conocido astrónomo Maslama al-Mayriti y también de Almanzor. Este último, nacido en Algeciras, fue escalando puestos en la administración cordobesa hasta llegar a ser el chambelán del califato cordobés.
Maslama al-Mayriti, como su nombre sugiere, era probablemente madrileño, aunque todas sus investigaciones de importancia hubiesen sido llevadas a cabo en Córdoba. Se desconoce la fecha de su nacimiento y murió a principios del siglo XI. Fue uno de los astrónomos más importantes del Medievo español, aunque su nombre no le suene a casi nadie, ni siquiera a muchos profesionales de la Astrofísica. Un verdadero olvidado de la Astronomía hispano-árabe. A pesar de ello, Ibn Said nos dice de él:
“Fue el principal de los matemáticos de su tiempo, y más sabio que todos que le habían precedido en la ciencia de los astros; era técnico en las observaciones astronómicas y se esmeró en la inteligencia del Almagesto de Ptolomeo.”
De sus obras nos dice Ibn Said:
“Un libro en el que resumió las ecuaciones de los planetas tal como aparecían en las tablas de al-Battani; se ocupó en las tablas de al-Jwarizmi, cambió la era persa por la de la héjira, puso los lugares medios de los planetas según el principio de la héjira, y añadió algunas buenas tablas, aunque siguió la doctrina de al-Jwarizmi y no hizo notar los lugares en que éste se había equivocado.”
Entre los discípulos más importantes podemos destacar a Ibn al-Samh. Además de obras sobre astrolabios (conteniendo 130 capítulos) y tablas astronómicas, este astrónomo publicó también un libro sobre la lámina de los siete planetas, que fue traducido al romance por el equipo de Alfonso X (Libros del Saber de Astronomía). En este libro de Ibn al-Samh se puede leer: fabla de cuemo puede ell home fazer una lámina a cada planeta, segund que los mostró el sabio Abulcacim Abnaçanm. También publicó unas tablas astronómicas según la teoría de los hindúes (el Sind Hind).
Debido a adversos problemas políticos acaecidos en Córdoba, Ibn al-Samh tuvo que refugiarse en Granada, donde murió en el año 1035 de nuestra era Ibn al-Saffar (Denia) fue otro de los alumnos de Maslama que se destacó en la construcción de instrumentos astronómicos. De hecho, se le atribuye el reloj de Sol conservado en el Museo Provincial de Córdoba. Escribió un tratado sobre astrolabios y, además, elaboró unas tablas astronómicas.
Los discípulos de Maslama sentaron las bases de otras escuelas. Además de la contrastada calidad de sus nietos científicos , la proliferación de escuelas garantizó la enseñanza y la investigación astronómicas en al-Andalus. Pero, a pesar de su enorme legado, vivió sus últimos días olvidado por todos, incluidos aquellos a los que abrió las puertas del conocimiento de los cielos.
Por Antonio Claret
Con información de:Ciencia para escuchar
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