Del Puerto de Palos, con tres Carabelas
El 3 de agosto se cumplirán 521 años de uno de los hechos más transcendentes de la historia: la zarpada de las tres carabelas de Cristóbal Colón del puerto de Palos , en Andalucía, con rumbo a la India, el país de las especias, que derivaría en la llegada fortuita a América el 12 de octubre.
El 3 de Agosto de 1492, exactamente en el 1422 aniversario de la toma de Jerusalén, parte Quiblón del Puerto de Palos, en Huelva, con tres Carabelas que ostentan la Cruz con la Orden del Temple. La tripulación se integra mayoritariamente de judíos conversos y lleva un ladino, el Rabino Luis de Torres, que traduce hebreo, arameo y árabe. Contrariamente, no viajan sacerdotes cristianos en las Naos. Retornan el 15 de Marzo de 1493.
Toda la tripulación de las carabelas que pudo armar Colón con la invalorable colaboración de los hermanos Pinzón, consumados navegantes, debía estar por orden del almirante a bordo antes de la medianoche del 2 de agosto.
Este hecho ha dado lugar a diversas interpretaciones, ya que no puede ser casualidad que fuera el 2 de agosto el último día en que por orden de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón hubiera judíos no convertidos al cristianismo en suelo español. Los judíos y los árabes españoles fueron puestos, bajo la inspiración de Torquemada, ante las alternativas de dejar España, convertirse al catolicismo o morir.
Los orígenes de Colón, que nunca supo que había descubierto un continente, permanecen inciertos. No ha sido posible establecer si era italiano, portugués o español, aunque el hecho de que se hubiera casado con una hija de familia noble portuguesa dice algo de su condición, pues tal matrimonio no era posible en aquella época para quien no fuera de la misma condición social que la novia.
Italiano, judío, catalán, aragonés, mallorquín, manchego de papel como Don Quijote o nativo de Tortosa, Colón seguirá inquietando a los eruditos por la excepcionalidad de su tarea y la desgracia en que al fin se vio sumida su inicial fortuna.
En principio se supone que nació en Génova el año 1451 (entre el 25 de agosto y el 31 de octubre), hijo del cardador de lana Domenico Colombo, de Susana Fontanarossa. Se casó en el año 1479 con Felipa Moniz de Perestrello, de familia noble y afamada, hija del primer gobernador de Porto Santo de Madera, con quien tuvo a su hijo Diego, futuro virrey de las Indias.
Zarpó de Palos de Moguer el 3 de agosto de 1492 acompañado de los hermanos Pinzón con sus carabelas La Pinta y la Niña, y del cosmógrafo Juan de la Costa con su nao Santa María, llamada anteriormente la Gallega.
En cambio, en una segunda expedición, consta de 34 naves con 1.300 navegantes incluida María Fernández, la única identificada por Consuelo Varela entre las mujeres que zarparon en septiembre de 1493. Como en el primer viaje, la gente es casi toda española, con mayoría andaluza, un grupo vizcaíno, algunos catalanes, un mallorquín, varios portugueses y también italianos. Llevan todo tipo de artilugios técnicos, agrícolas y bélicos, amén de animales, semillas y plantas.
El 12 de octubre de 1492, el vigía Rodrigo Sánchez de Triana avistó tierra a la 2 a.m. Atracó en la isla de Guanahani, hoy Watting en las Bahamas, que Colón bautizó como San Salvador.
En su cuarto y último viaje (1502) llegó a Santo Domingo, y el gobernador Ovando no lo dejó entrar por orden real al sospechar, con fundamento, que ocultaba oro y traficaba con esclavos por su cuenta.
Este hecho, unido a la persistente mención del oro en los escritos que escribió para los reyes, todos perdidos, es un adelanto de lo que vendría: el genocidio de la población original americana, que 517 años después sigue reclamando algo de lo mucho que perdió como consecuencia de la conquista europea.
Con información de: AIM y Páginas Árabes
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