Un puro espíritu circundando la Ka’aba
Un viernes, después de la oración en congregación, estaba circundando la Ka’aba y vi a un hombre cuyas vestimentas y apariencia física eran muy distintas a las de los demás.
Parecía como si estuviera flotando entre la muchedumbre, pasando entre la gente sin ni siquiera tocarlos.
Se me reveló que era un puro espíritu hecho visible.
Me detuve, lo saludé y le hablé. Su nombre era Ahmad as-Sabti.
Le pregunté cómo era que se le había dado el privilegio de asumir cuerpo y forma y de hacer la peregrinación después de ya haber dejado este mundo.
Él me dijo: acostumbraba a trabajar en este mundo solo un día a la semana para mi sustento; el resto del tiempo lo pasaba en adoración’.
‘¿Qué día trabajabas?’, pregunté.
‘El sábado’, contestó, ‘ porque Allâh El Altísimo comenzó la creación el domingo y Él dejó de trabajar en este día.
¡Así que yo trabajaba cuando Él dejó de hacerlo y recibía las ganancias de los seis días restantes!’
‘¿Quién era el qutb cuando tú estabas en este mundo?’ pregunté.
Él respondió que él mismo, y desapareció.
Un amigo de Meca que estaba presente me preguntó: ‘¿Quién era esa persona con la que hablabas? ¡Nunca había visto a alguien así en Meca en toda mi vida!.
Muhyiddin Abu Bakr Muhammad ibn ‘Ali ibn al-‘Arabi
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