El cante flamenco I. (+ Videos)
La mayoría de los andaluces desde su niñez ha convivido con un folklore presente en el completo desarrollo de la vida de los individuos y de las colectividades.
Este folklore es el resultado de una interacción cultural entre el hombre y su medio, que se manifiesta en el lenguaje: el cante flamenco.
A través del flamenco se ha mantenido viva una poesía tradicional y popular que ha hecho que Andalucía se configure como uno de los últimos reductos europeos donde esta literatura oral ha adquirido proporciones de monumentalidad en cuanto al «corpus» que integra y en cuanto a la diversidad temática.
Es el flamenco un vehículo transmisor del propio sentimiento y la manifestación de los impulsos más recónditos del hombre.
En él se encuentran, a poco que ahondemos, muchas de la huellas de nuestro pasado y nuestro presente.
Es, por tanto, un marco adecuado para el conocimiento de la Cultura Andaluza por cuanto en él se funden la tradición musical andaluza, la poesía popular y culta y referentes históricos y geográficos de nuestra Comunidad.
El Flamenco: Patrimonio cultural andaluz
El cante flamenco es una de las realidades más significativas del patrimonio cultural andaluz.
Sus raíces se hunden en el entramado cultural de nuestro pueblo, pero su recreación continua por sus geniales intérpretes lo ha convertido en un producto muy elaborado que hoy es objeto de estudio por parte de especialistas y flamencólogos y llega a todos los rincones del mundo.
Como todo arte auténtico, el flamenco tal vez se disfrute más cuanto más se conoce; pero eso no contradice el que pueda gozarse de modo intenso y gratificante incluso cuando no se sabe nada de él.
En ciertos aspectos semejante al jazz, ofrece una continua fuente de sensaciones y sorpresas, afinidades y diferencias, si bien armoniosamente concertadas.
Para enamorarse del cante, es imprescindible vivirlo y así se llega a apreciar y a amar este arte tan genuinamente andaluz.
Es la manifestación folklórica de mayor arraigo en toda Andalucía, la que nuestra gente vive más de cerca, la que protagoniza cada año, desde Almería a Huelva, las ferias y romerías andaluzas es, sin duda, el cante y baile por sevillanas.
Hay distintos tipos de fandango,los que pueden cantarse a coro,por ejemplo,fandango cané, fandango de Calañas, fandango de Cabezas Rubias, etc, etc.
Para adentrarse en el flamenco debemos saber que hay provincias, como Cádiz, en las que puede resultar aconsejable pasar de las sevillanas a los tanguillos, y de allí a algún tango; o Málaga, en donde el segundo paso podrían ser los verdiales.
En líneas generales, y salvando las peculiaridades de cada comarca, el camino se iniciaría con cantes de ritmo rápido y alegre – sevillanas, fandangos, tanguillos – para adentrarse más tarde en las alegrías, el romance, las bulerías y llegar a la soleá.
Y más adelante arropados por la historia de la música, del arte y de la cultura andaluzas, hasta la petenera, el polo, la caña, la malagueña, la granaína, los cantes mineros, la saeta, las tonás y la seguiriya.
Para un andaluz es fundamental conocer todas las manifestaciones artísticas que a lo largo de la historia haya creado su pueblo.
El Flamenco además de música es mensaje.
Muchas letras ofrecen la oportunidad de enriquecer el vocabulario,hay muchos cantes – los fandangos son un buen ejemplo – que transmiten sabiduría popular acumulada durante milenios.
Ayuda al descubrimiento de la historia de nuestro pueblo, numerosos datos sobre el contexto social y humano de muchos acontecimientos históricos trascendentes en la Historia de Andalucía y de España.
No hay más que echar una ojeada a las letras de los romances, de las tonás, de las tarantas mineras, de las alegrías gaditanas.
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