El contrato de Lulú
The Lulu Contract es una película dirigida por el libanés Youssef Maalouf, producida en 1964, y representada por un grupo de actores sirios y libaneses, encabezados por Duraid Lahham, Nihad Qalai, Sabah y Fahd Ballan.
Con el fin de preservar el patrimonio cinematográfico, espero que la Fundación General para el Cine, con el apoyo del Ministerio de Cultura de Siria, se interese en restaurar la versión original de esta película, volver a mostrarla en los cines y honrar a sus hacedores difuntos y a aquellos que están vivos, (que Dios les prolongue la vida).
Es una película muy simple, llena de dulzura y belleza, nostálgica, humana, que glorifica el amor, la tierra y la Patria.
Ésta es una oportunidad para que todos los sirios vean esta película (en su versión online), para que recuerden las cosas más hermosas de su país, y espero que algunos de ellos no se resistan a sus sentimientos y vuelvan a sus recuerdos de años atrás, y digan un amoroso “Ahhh”.
En “El contrato de Lulú”, el espectador se deleitará al escuchar las canciones de Sabah y Fahd Balan, y su cuerpo se estremecerá con la famosa danza de la gracia, e incluso con los dos bailarines.
Inevitablemente simpatizará con el pobre, simple hasta la ingenuidad, el guerrillero del Tusha, “Duraid Lahham”, que trabaja como porteador en el puerto de Latakia para ganar el precio de un collar de Lulú, y lo presenta como regalo a Bodour “Sabah”, a quien ama unilateralmente, pero que, a su vez, ama al granjero Salem “Fahd” Blanc.
Qué hermosa historia simple en una película de sesenta años que todavía está en su mejor momento, revolviendo sentimientos y emociones.
Una cinta que es un tesoro nacional
“El contrato de Lulú” es una de las herencias cinematográficas sirias y árabes, y es útil que los expertos en cine lo traten con ternura, como si fuera una “pieza cinematográfica de museo”, parte de clásicos cinematográficos en los festivales más importantes del mundo, y conservados en sus museos especializados.
Sirios de todas partes, vean esta hermosa película y disfruten de los momentos, no hay nada más dulce. Esta es una invitación también para los árabes.
Así era Siria. El “collar de Lulú” no perdió sus perlas.
Por Salah Sarmini
Con información de Thawra
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