Lagarto Rojo, el legendario tren a las montañas de Túnez
Entre los trenes clásicos tenemos al Lagarto Rojo.
Construido en talleres del norte de Francia a principios del siglo XX (entre 1911 y 1926), y terminado de decorar en Burdeos.
Una vez finalizado fue ofrecido al bey de Túnez, para sus desplazamientos privados entre Bardo, Túnes, Hammam-Lif y La Marsa.
Hoy sigue dando servicios, ahora a los turistas en una de las excursiones clásicas para descubrir las montañas del norte de Tozeur.
Después de la independencia de Túnez en 1956 y la proclamación de la República en 1957, el tren pasó muchos años de abandono y decadencia ya que constituía un recuerdo de la época monárquica y colonial.
A partir de 1975 se le bautiza como «El Lagarto Rojo» y recién en 1984, después de su restauración, vuelve a operar como ruta turística.
La ruta del Lagarto Rojo serpentea entre las gargantas del oued Seldja al principio de Metlaoui y permite apreciar paisajes soleados de barrancos salvajes mientras degustamos un té a la menta en uno de sus vagones restaurados en su estilo original del 1900.
Cuenta con seis vagones, incluyendo alguno con techo de cristal, un vagón bar, y realiza excursiones a las montañas que duran aproximadamente 2 horas atravesando profundas gargantas y túneles.
Un agradable paseo nostálgico que nos devuelve a los viejos tiempos en los que los viajes se emprendían con fastuosidad oriental.
Con información de Lezard-rouge
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