Líbano,terrorismo de manos abiertas
La seguridad parece haberse marchado de Líbano. Durante los últimos meses, el país ha sido atacado por una creciente ola de violencia, atentado tras atentado, explosiones, una tras otra. En las regiones fronterizas con Siria, la gente amanece con el sonido de disparos, pese a la fuerte presencia del Ejército libanés.
En Beirut, siete personas perdieron la vida y otras 30 resultaron heridas, el pasado enero, como consecuencia de la explosión de un coche bomba registrada en los suburbios del sur de la capital libanesa.
En otro atentado registrado el pasado miércoles, al menos cinco personas murieron y varias más resultaron heridas al explotar dos coches bomba en el barrio de Bir Hassan, en el sur de Beirut, capital de Líbano. De acuerdo con informes ofrecidos por las fuentes de seguridad locales, los ataques se produjeron cerca del Centro Cultural iraní en Beirut, que se sitúa en los alrededores de la embajada de Kuwait. El grupo terrorista ‘Brigadas de Abdolá Azzam’ que había reivindicado la autoría del doble ataque suicida producido en noviembre frente a la embajada iraní en Beirut, esta vez, también reivindicó los atentados. Un poco después se registró otro atetado. Se trataba de una explosión registrada en la ciudad libanesa de Hermel, que dejó al menos 3 muertos y más de una decena de heridos.
Si nos fijamos bien los atentados terroristas en el país árabe se intensificaron luego de que el político libanés Tamam Salam que se convirtió, el pasado 6 de abril en primer ministro de Líbano, formara su gobierno luego de casi 10 meses. Este hecho provocó la insatisfacción de los terroristas y opositores al Gobierno libanés, ya que muestra la convergencia política en el país y de ese modo el gobierno puede dirigir con firmeza las cuestiones del país, especialmente controlar y restablecer la estabilidad y seguridad.
¿Por qué duró tanto la formación del nuevo gobierno?
Líbano es un país con diversidad de etnias y tribus, por lo que la formación de un gobierno que satisfaga los intereses de todos ellos requiere tiempo, influencia e intensas consultas con los líderes de estas etnias y tribus. Los chiíes, suníes y cristianos son los tres credos más importantes del país, entre quienes normalmente se distribuyen el poder. La visión sectaria hacia el poder en Líbano es la causa principal de la falta de un gobierno poderoso en el país, ya que cualquiera que asuma las riendas del país al poder se enfrenta con discrepancias internas y, en vez de aunar sus esfuerzos a favor del desarrollo y la estabilidad, se centra en superar los obstáculos creados por los grupos locales. Debido a estas mismas razones, el exprimer ministro, Nayib Miqati dimitió a su cargo.
Es de mencionar que algunos grupos y partidos libaneses se oponen a la formación de ese gobierno, así como el grupo 14 de marzo. El Frente Islámico Amal, mediante un comunicado, previamente había acusado al grupo de servir al régimen de Israel por obstaculizar el proceso de la formación del nuevo gobierno y priorizar los intereses de su partido.
De ahí que el grupo 14 de Marzo es el verdadero enemigo de Bashar al-Asad y pide la intervención y apoyo de Beirut a los opositores armados en Siria, intentaba impedir la formación de un nuevo gobierno bajo el mandato de Tamam Salam para cumplir con sus objetivos, algo que ahora parece poco probable debido a los planes del nuevo gobierno en el sentido de combatir el terrorismo. De este modo se puede decir que este grupo junto con el apoyo recibido desde exterior podría estar detrás de los atentados, para poder así impedir una estabilidad política en Líbano con el fin de frenar el apoyo de este país al Gobierno sirio.
Otro motivo de inestabilidad y caos en este país estriba en una serie de factores externos que están afectando la seguridad libanesa. La situación actual de la región de Oriente Medio, sobre todo los acontecimientos que tienen lugar en Siria, han acrecentado más que nunca la posición e importancia de la resistencia y el Movimiento de Resistencia Islámica de Líbano, Hezbolá, razón por la cual, el régimen israelí, Occidente y algunas monarquías reaccionarias árabes han llegado a la conclusión de que presionar a Siria no es suficiente para debilitar la Resistencia, por lo tanto, desarrollan actividades en países como Irak y Líbano.
En este marco, los enemigos de la resistencia se han enfocado en perpetrar atentados terroristas en Irak y Líbano. A parte de los atentados, motivaron discrepancias entre los alauitas y los suníes con tendencias salafistas en el norte del país, es decir en Trípoli. Los choques y enfrentamientos en esa zona se deben a la influencia de Arabia Saudí entre los suníes de Trípoli que comparten una misma visión religiosa y política.
No obstante, no se debe ignorar el papel clave del régimen israelí en la inestabilidad del país árabe. Ya que una profunda crisis sociopolítica en Líbano motiva mayores inseguridades y sabotajes en el país que tiene como consecuencia el debilitamiento del gobierno central y Hezbolá, lo mismo que ocurrió en las guerras internas de 15 años en Líbano (1975-1990) que debilitó considerablemente la posición de este país ante los israelíes.
Además si enfocamos bien en los atentados que registran casi de forma semanal, se puede decir que mediante los ataques los autores quieren advertir al Gobierno iraní que deje de apoyar a Hezbolá y Siria, ya que de vez en cuando se registra un atentado o cerca de la embajada de Irán en Beirut o cerca del edificio de las agencias de noticias iraníes que hasta el momento ha costado la vida de un diplomático iraní.
Entonces, el Gobierno de Tamam Salam que se enfrenta con este tipo de amenazas y ataques que tienen como objetivo su administración y Hezbolá, por lo tanto, debe considerar el tema de luchar contra el terrorismo como el eje principal de su agenda de trabajo junto a responder a los intereses de su pueblo, objetivos que solo se consigue mediante una convergencia política entre diferentes grupos políticos, además de contar con el apoyo del Ejército y pueblo.
Por Rasul Gudarzi
Con información de HispanTV
©2014-paginasarabes®