El sueño relativo a la institución del «Adhán»
Hasta entonces, el heraldo del Profeta pasaba por las casas llamando a las gentes a la oración. El Profeta reflexionaba buscando una fórmula mejor. En una reunión, se habló en presencia de él de la trompeta (costumbre judía), y de la carraca (costumbre cristiana).
Mientras tanto, uno de los asistentes dormitaba: Vio pasar en sueños a un hombre que llevaba dos vestidos verdes y tenía en la mano una carraca. Le preguntó si la vendía; el hombre quiso saber a qué uso quería destinarla. Él le respondió: «Quisiera comprarla para llamar a las gentes a la oración.» El hombre vestido de verde le dijo: «Te propongo algo mejor. Di: «Allâh es el más grande; yo proclamo que no hay más Dios que Él y que Muhammad es su Enviado»…», es decir, la fórmula con que los almuecines, desde lo alto de los minaretes, llaman a los fieles a la oración.
Abdallah ben Zayd, que fue quien tuvo este sueño, se lo contó al Profeta; éste le pidió que enseñara a Bilal, primer almuecín del Islam, la fórmula que había oído, a fin de emplearla para llamar a los fieles.
(Ibn Sa’ad, citado por Tafy Fahd, en Los sueños y su interpretación, p. 151. «É. du Seuil».)
Por R. de Becker
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