Israelíes mataron a ministro palestino
El ministro palestino para los Asentamientos y el Muro, Ziad Abu Ein, murió tras ser golpeado por soldados israelíes durante un acto en el que decenas de activistas intentaban plantar olivos en una tierra que había sido recientemente confiscada por Israel para ampliar una colonia en la Cisjordania ocupada.
Abu Ein murió «de un fuerte golpe en el pecho» cuando los soldados israelíes empezaron a reprimir a los participantes del acto en Turmusaia, cerca de Ramallah, con gas lacrimógeno y balas de acero recubiertas de caucho, informó Abdallah Abu Rahmeh, miembro de los Comités de Resistencia Popular de Cisjordania.
«No se produjo ningún enfrentamiento con el Ejército. Él se bajó del auto para que nos dejaran avanzar y fue golpeado violentamente por un soldado. Después le golpearon en el pecho con las culatas de las armas», explicó Abu Rahmed, citado por la agencia de noticias EFE.
Además, Abu Ein, quien había designado como ministro hace apenas un mes, inhaló gases lacrimógenos y, tras sufrir problemas respiratorios, entró en coma durante unos 30 minutos, antes de ser traslado al centro Médico de Ramallah donde su director, Ahmad Abitawi, confirmó su muerte minutos después.
La muerte del ministro tensa aún más las relaciones palestino-israelíes, después de un violento año marcado por el fracaso de las negociaciones de paz, en abril, por la ofensiva israelí que dejó miles de muertos en la Franja de Gaza, en julio y agosto, y por la ola de violencia de los últimos meses que hace temer una tercera intifada (levantamiento) en Jerusalén.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, un dirigente reconocido por su moderación, denunció la muerte de Abu Ein como «un crimen» y advirtió que no se quedarán «en silencio».
«Todas las opciones están abiertas para ser discutidas y puestas en práctica», afirmó el presidente palestino tras una reunión con la dirección nacional en Ramallah, según reprodujo la agencia de noticias local Maan.
Poco antes, Jibril Rajoub, el subsecretario del Comité Central de Fatah, el partido de Abbas, había adelantado al mismo medio palestino que el gobierno había suspendido «todas las formas de coordinación en materia de seguridad con Israel por el asesinato del ministro Ziad Abu Ein».
Este había sido un reclamo de los islamistas Hamas y la Jihad Islámica, los dos partidos palestinos más activos en la resistencia armada contra la ocupación israelí de Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén este.
En tanto, un comunicado emitido por el Ejército israelí informó que «el coordinador de las Actividades del gobierno en los Territorios, el general Poli Mordejai, y su contraparte palestina, Hussein A-Sheij, acordaron que un patólogo israelí se sume a una delegación de patólogos de Jordania para un análisis conjunto sobre las circunstancias de la muerte de Abu Ein».
Abbas, quien decretó tres días de luto oficial en los territorios palestinos por «el asalto brutal israelí», no confirmó ante la prensa esta colaboración con Tel Aviv, pero sí dijo que «se está realizando una investigación».
Por su parte, el jefe negociador del gobierno palestino, Saeb Erekat, destacó que la muerte de su compatriota «es otro ejemplo de las acciones crueles y arrogantes de Israel cometidos contra los palestinos», según un comunicado distribuido a los medios.
«Este es un claro ejemplo de cómo la cultura de la impunidad otorgada a Israel por la comunidad internacional permite que continúe en la comisión de crímenes contra el pueblo palestino», agregó Erekat.
El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi también pidió a la comunidad internacional que «obligue a Israel a suspender las violaciones diarias de los derechos humanos y de los tratados y los convenios internacionales», según un comunicado oficial.
Desde Nueva York, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, no recogió el guante lanzado por los dos funcionarios árabes y se limitó a instar a «todas las partes a mostrar la máxima moderación» y a pedir una investigación «transparente» a las autoridades israelíes, según un comunicado difundido por su oficina.
El único miembro del gobierno israelí de Benjamin Netanyahu que se refirió a la muerte del ministro palestino fue el titular de Defensa, Moshe Yaalon.
«Este incidente, en el que Ziad Abu Ein murió, está siendo investigado por el Ejército israelí. Lamentamos su muerte», señaló el ministro en un escueto comunicado.
En Bruselas, la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, dijo en un comunicado que las «versiones de uso excesivo de la fuerza por parte del Ejército israelí son extremadamente preocupantes».
En tanto, el Canal 10 de la televisión israelí informó que el Ejército envió hoy dos brigadas de infantería para reforzar a las fuerzas ocupantes en Cisjordania, ante el temor de Tel Aviv de que la muerte de Abu Ein provoque nuevas protestas.
Cerca de medio centenar de palestinos murieron a lo largo de este año por disparos o acciones del Ejército israelí en Cisjordania y Jerusalén este, mientras que más de 2.000 fallecieron en la Franja de Gaza por la última y más sangrienta ofensiva de Tel Aviv.
En la mayoría de los casos en Cisjordania y Jerusalén este, Israel justificó los disparos como respuesta a un ataque.
Del total de víctimas palestinas, 13 murieron en Cisjordania mientras participaban en una protesta, cuatro en los alrededores de manifestaciones, y tres mientras ayudaban a otro palestino tendido en el suelo.
Según el Ejército israelí, otros seis palestinos recibieron disparos por lanzar artefactos explosivos, cinco por tirar piedras, cuatro durante un arresto, dos en una redada, dos por atacar a soldados y otros dos tras una discusión con militares.
Otros dos fueron ejecutados por haber sido sindicados por el Ejército como los sospechosos del secuestro y asesinato de tres estudiantes judíos en junio pasado, un crimen que desató una ola represiva israelí en Cisjordania y Jerusalén este, y más tarde, la masiva ofensiva militar contra Gaza.
Con información de : Télam
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