Breve reseña sobre los Fenicios
Los Fenicios, son semitas del grupo cananeo, como lo atestiguan las tablillas de Ras Samra (siglos XIV-XIII) descubiertas en el emplazamiento del antiguo Ugarit.
Como tantos otros descubrimientos, éste también fue accidental.
En la primavera de 1928 un labrador alauita descubrió una losa mientras araba en Minet el-Beida (el «Puerto Blanco»), cerca de la actual Ras Shamra.
Levantada, resultó ser una cámara sepulcral.
Una investigación posterior y el examen de cerámica hallada en la tumba, así como de la misma estructura de la tumba, llevaron a los investigadores a establecer significativos paralelismos con la cerámica micénica y las tumbas cretenses.
Sus ciudades eran gobernadas por reyes: entre éstos se conoce, en el siglo X a Hiram de Tiro.
Campesinos primero, los fenicios fueron luego “esos marinos falaces que, en su negro bajel, llevan mil fruslerías” (Odisea, XV, 415).
Biblos asegura las relaciones con Egipto (cedro de Líbano por trigo y papiro); en Oriente venden productos de lujo (perfumes, cristalería, joyas, paños de púrpura).
Tiro y Sidón se consagran a un comercio más lejano, con Sicilia, África y España, para cambiar productos de lujo por metales (España), marfil (África), esclavos.
Extienden por todas partes sus enclaves: a Chipre desde el siglo IX; a Rodas en el siglo VII; al Oeste Mediterráneo, sobre todo tras la fundación de Útica y Cártago, desde donde difunden hombres, productos y cultos, especialmente agrarios, incluso más allá de las Columnas de Hércules (hoy Estrecho de Gibraltar).
Mayor importancia habrá de concederse al más extraordinario y significativo invento de este pueblo: el alfabeto.
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