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Enfrentar al terrorismo es defender al pueblo sirio

Aiman Wanous ©Prensa Latina
Aiman Wanous ©Prensa Latina

Para el periodista Aiman Wanous, jefe de redacción de la revista Azmeneh, enfrentar hoy al terrorismo es un acontecimiento histórico, porque de esa manera se defiende el tejido social que sustenta al pueblo sirio.

Wanous es una de las tantas víctimas de la violencia impuesta en este país árabe desde 2011, que lo dejó sin piernas a causa de un atentado dinamitero ocurrido el 14 de octubre 2012.

Prensa Latina quiso conocer detalles de este trágico hecho y visitó al periodista en su oficina, donde conversamos acerca de la difícil tarea de informar desde aquí, y el riesgo que entraña asumir la verdad como un arma frente a la agresión terrorista.

Ese día -cuenta- Wanous salió de su casa, muy cerca de la mezquita al-Fateh, en la capitalina zona de Mezzeh, cuando un artefacto explosivo colocado bajo su automóvil estalló a solo 100 metros de iniciar su recorrido.

La organización yihadista Frente al-Nusra -brazo armado de al-Qaeda en Siria– reconoció inmediatamente su responsabilidad en el intento de asesinato.

«Todavía conservo la declaración de al-Nusra reivindicando el crimen. El blanco era yo, porque cualquier persona que escriba diferente a lo que ellos piensan y hacen, se convierte en centro de sus ataques, y de esa forma expresan su opinión, con crímenes», comentó Wanous.

Recordó que desde el principio de la crisis, toda la prensa digna del mundo sabía que lo que ocurría en Siria era un complot del sionismo israelí, Estados Unidos, y algunas potencias de Occidente, pero los grandes medios los silenciaron.

«Las manifestaciones que salían a las calles imponían un lenguaje de fanatismo religioso, y hubo intentos implícitos a través de los medios de comunicación de dividir a los sirios», comenta.

«Nosotros, como periodistas -agregó-, reflejábamos nuestra visión, tratábamos de mostrar a la gente la verdad de lo que estaba pasando y nos convertimos en blancos de los instigadores».

Wanous rememora aquellos acontecimientos que estremecieron a Damasco en 2011 y está convencido que las manifestaciones organizadas buscaban algo más que reformas sociales.

Desde temprano, el periodista se percató que algo se fraguaba en torno a las protestas, y descubrió la mano oculta de fuerzas externas detrás de los manifestantes, a los que denunció a través de las páginas de la revista Azmeneh.

«Cuando intentamos pedirles cuentas por medio de la ley y las autoridades competentes -dice-, ellos intentaron callar nuestras voces a través de la violencia».

Otro de los temas abordados por Prensa Latina con el editor de la revista Azmeneh fue la campaña mediática desatada por más de mil 200 medios de comunicación internacionales contra Siria, como parte del plan diseñado para fragmentar al país y derrocar al gobierno del presidente Bashar al-Assad.

«La prensa extranjera que trata de reflejar una imagen contraria a lo que verdaderamente sucede en Siria, sabe que está faltando a la verdad, pero a fin de cuentas tiene un proyecto para el cual trabaja», asegura.

«Estoy totalmente confiado en que la honestidad se impone -continúa-, de acuerdo al seguimiento a las coberturas de muchos periodistas extranjeros que vinieron aquí, cuando volvieron a sus países y escribieron fuera del contexto de sus periódicos o medios de comunicación, dijeron cosas completamente diferentes a lo que habían publicado inicialmente, esta vez reflejando la verdad».

Para Wanous, este proyecto mediático fracasó gracias a la resistencia del pueblo sirio y la firmeza de los periodistas honestos que se mantienen firmes en su postura, reflejando la verdad.

«Este plan no era solo para Siria, también para toda la región. El deber mediático de cualquier periodista y de cualquier ciudadano sirio es combatir contra ese proyecto, porque está diseñado para dividir y destruir a Siria y derrocar a su gobierno», enfatizó.

En su opinión, asumir la verdad en pleno apogeo de la crisis convertía a los comunicadores en enemigos de los grupos extremistas, pues se convertía en un acto de resistencia.

«Todo ciudadano sirio, a pesar de la crisis y la guerra, sigue resistiendo, viviendo y reflejando la cultura de la paz. Tú reflejas esa bella imagen de nuestra sociedad – me dice-, y por lo tanto, también eres un blanco de esos criminales».

Wanous, como millones de sus compatriotas, mantiene la esperanza que termine la crisis y la guerra, y que se detenga el derrame de sangre.

«Estoy totalmente convencido que vamos a triunfar en este conflicto y celebraremos la victoria», sentenció antes de la despedida.

Por Miguel Fernández Martínez
Con información de Prensa Latina

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