Diez puntos a visitar en la misteriosa Fez
Desde hace mucho tiempo no ha dejado de crecer el ya clásico interés y el prestigio turístico de Marrakech,con su famosa Plaza Jamaa el Fna, por parte de quienes eligen visitar Marruecos, pero en los últimos años ha comenzado a atraer, para buscar una aventura diferente, Fez, la más antigua, rica y misteriosa de las Cuatro Ciudades Imperiales, considerada la capital cultural y religiosa del país, que fue fundada en el siglo VII y que en muchas zonas parece detenida en el tiempo por un encantamiento salido de alguna página de “Las mil y una noches”.
LA FASCINANTE VILLE NOUVELLE
La Ciudad Nueva de Fez (Ville Nouvelle) es la parte más nueva y exclusiva de la ciudad y data del siglo XX. Fue iniciada durante el proteccionismo francés. La calle principal es la Avenida Hassan II y su punto más importante, el cruce con el Boulevard Mohammed V (nombres en honor de los dos reyes marroquíes más importantes del siglo XX). Hay bares, heladerías, restoranes de todo tipo, y algunos negocios de marcas internacionales.
PUERTA BABA BOU JELOUD
Esta puerta monumental, construida en 1913, es la entrada principal a la zona más antigua y con más encanto de la ciudad. La Medina Fez el-Bali está compuesta por tres arcos de herradura simétricos.
Al traspasarla el sendero se bifurca hacia Talaa Kebira (Gran Cuesta) y Talaa Seghira (Pequeña Cuesta), dos de las principales calles comerciales de la ciudad. El lugar está siempre repleto de gente. Es interesante subir a la terraza de algunos de los cafés cercanos y ver el trajinar de la muchedumbre.
MEDINA FEZ EL-EBALI Y EL BARRIO ANDALUZ
Esta zona laberíntica, con más de 300 barrios y 9.000 callejones, es la más antigua de la ciudad, surgió en el siglo VIII, y allí están los principlales museos y monumentos. Como es fácil perderse conviene visitar el lugar con un guía. Al este está Andalusi, el Barrio Andaluz, nacido en el siglo IX con la emigración de unas 20.000 familias musulmanas que residían en España tras la Matanza de Arrabal, llevándose su arte y su cultura. El paseo vale comenzarlo en la Mezquita de los Andaluces.
MEDINA FEZ EL-JIDID Y EL BARRIO JUDÍO
Fundada en el siglo XIII como La Ciudad Blanca se convirtió en sede del poder. Allí está el Palacio Real, que se puede ver sólo desde afuera. Luego recorrer el Boulevard Bou Ksissat, con sorprendentes (en ese territorio musulmán) balcones a la calle, y visitar el mercado árabe. Junto al Palacio Real está la Mellah (sal), que durante siglos fue residencia de la comunidad judía, si bien hoy el lugar es compartido por marroquíes. Son imperdibles las tiendas de venta de ropa.
EL UNIVERSO DE AL KARAOUINE
Este conjunto, que une una mezquita con una universidad islámica es uno de los mayores complejos arquitectónicos de Fez. La mezquita está en constante expansión desde su construcción y la universidad está considerada como una de las más antiguas del mundo, dedicada al aprendizaje islámico. En el siglo XVII se la mencionó como la capital de la ciencia y el conocimiento del Magreb. Los no musulmanes sólo pueden conformarse con observar el lugar desde las puertas.
MUSEO DE ARMAS Y OTROS MUSEOS
Está en un fuerte militar del siglo XVI, y exhibe una impresionante variedad de armas que abarcan diferentes civilizaciones a lo largo de la historia. Otros museos para recorrer son el Dar Batha, en un palacio hispano-árabe del siglo XIX, que reúne artesanía marroquí; y el asombroso Nejjarine, de Arte y Artesanía de la Madera en una fonda del siglo XVIII.
PLAZA SEFFARINE Y LOS CALDEREROS
La fama de esta pequeña plaza en el corazón de la Medina Fez el-Bali es que está habitada por los antiguos artesanos caldereros que trabajan el cobre rojo desde tiempos inmemoriales, fabricando bandejas, ollas, teteras, jarras, y otros muchos recipientes. Actualmente se dedican sobre todo a hacer reparaciones de objetos antiguos. Cerca de allí están la Biblioteca Karaouine y la Madraza Seffarine, que merecen ser visitadas.
EL ZOCO DE LOS CURTIDORES
En el centro de la Medina Fez el-Bali están las curtiembres tradicionales, entre las cuales la Curtiduría Chouwara es la más extensa. Desde las terrazas de algunas tiendas se puede observar el duro trabajo de los artesanos. Es uno de los panoramas más pintorescos y más malolientes de la ciudad. Hay que cubrirse la nariz para ver el colorido paisaje de las fosas repletas de tinturas donde se da color a cueros de cordero, buey, vaca, cabra y camellos que luego se transforman en bolsos, valijas, zapatos y ropas.
LA IMPONENTE MEDERSA ATTARINE
Construida entre los años 1323 y 1325 bajo las órdenes del sultán Abu Said, la Medersa Attarine fue una de las principales escuelas de la religión coránica en las que los estudiantes podían residir durante sus estudios. Se destaca sobre todas las demás que hay en la ciudad por la elegancia y armonía de su arquitectura.
Se trata de una de las medersas mejor conservadas y más ricamente decoradas de todo Marruecos. Las paredes están adornadas con preciosos mosaicos con frases del Corán.
LOS ZOCOS DONDE HACER COMPRAS
Los zocos son mercados tradicionales árabes donde hay todo tipo de productos, desde telas e hilos, hasta alimentos, maquillaje y electrodomésticos. Sus enrevesados laberintos de callejuelas son parte del encanto de la ciudad. Entre los más interesantes están el Zoco de la Henna con artículos de cosmética y farmacéuticos. El Zoco Attarine, con productos importados y especias. El Zoco Nejjarine, con artesanías. El Zoco Chemaine, dedicado a las tradicionales frutas secas.
Con información de Ámbito Financiero
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