Las sandalias en el Antiguo Egipto – Primera parte
La vestimenta de los pueblos varía de acuerdo a múltiples factores: características orográficas y climáticas, características antropológicas, pautas culturales, etc. Todos los pueblos del mundo desarrollaron diversos tipos de calzado que a su vez se manifiestaron en una multiplicidad de modelos que respondieron a necesidades propias.
El egipcio vivía en un medio ambiente peculiar: desiertos, mesetas pedregosas, marismas y lagunas. Era caminante por excelencia, le era más cómodo ir descalzo, salvo en el desierto puesto que la arena levanta mucho la temperatura y lastima los pies.
En el contexto cultural, el calzado puede ser doméstico y ceremonial. Se usa en determinados situaciones, y por ciertas personas.
Básicamente una sandalia es un calzado consistente de una suela, de cuyo extremo parte la traba que pasa entre los dos primeros dedos y se une al empeine por dos tiras que sostienen la garganta del pie.
Las sandalias eran conocidas desde la prehistoria, pero en el caso de Egipto se las usaba en ocasiones especiales. La mayor parte de la indumentaria fue hallada en las tumbas. Sabemos también como se vestían a través de relieves, esculturas o pinturas, pero generalmente vemos al rey y a la familia real, los funcionarios o la elite. Nuestra visión a través de la iconografía, es, en consecuencia, parcial.
Acerca del uso y significación de la sandalia
En egipcio «sandalia» se vinculaba a las siguientes palabras: tbt, tbwy (Urk IV, 1952,5), tbti, tbw («fabricante de sandalias»), tbi (verbo ‘estar calzado’), tbwt («sandalias»), Flk 304. Hay especificación de los materiales sobre todo en el Libro de los Muertos 125 en donde se lee hdty («sandalias blancas») (Flk. 181), y también de color si se trata de sandalias blancas o negras (hd es blanco y km es negro) implica si es de uso cotidiano (de colores) o ritual (blanco). Asimismo se las puede designar por la forma, o por la etnia que la calza, caso nhsi («nubias»). Había diferentes tipos de sandalias según se trate de hombres, mujeres, o niños. Algunos autores especularon con la idea de que la forma de la sandalia recuerda al logograma «anj», tal fue el caso de Alan Gardiner quien había pensado que el diseño de la sandalia simbolizaba al logograma anj y Schäfer por ende lo comprendió como «vida». La relación (inexistente) entre el anj y la sandalia fue establecida por Bernhard Grdseloff en 1941 (Nota:Lexikon der Ägyptologie pg. 380, nota 9). La sandalia se vincula más al término rwd (TP 443) («próspero») (Flk 148) y sfh («purificar») (Flk, 225)
Los ejemplares de sandalias más antiguos son de la I dinastía, en Abidos: por ejemplo, las etiquetas hechas en marfil, madera o hueso se usaban para identificar objetos del equipo funerario, una de las más hermosas perteneció a Den, y su destino fue estar atadas a un par de sandalias, en el reverso está dibujado el motivo de las sandalias del rey y del otro una escena en la que el rey está descargando la maza sobre el enemigo (alto: 4,5 cm, Abidos, ca. -3000)
En las tumbas del Reino Arcaico se han encontrado «modelos» de sandalias. Decimos «modelos» porque se toma en cuenta el material y la forma, no por las proporciones de la misma, es decir, no son objetos utilitarios sino votivos. Una de ellas es un modelo de 7 cm de largo tallada en marfil de elefante con dibujos rojos y perforación, se constituye en el objeto más antiguo representando a una sandalia (Nota: W.M.Flinders Petrie, Diospolis Parva, EEF 20 , London 1901, pg. 22 lámina X Nro. 19) otra fue realizada en madera (Nota: W.M.Flinders Petrie, Deshasheh, EEF 15, London 1898, pg. 20, lámina 34). En el Reino Medio encontramos «modelos» de sandalias hechas en madera pintada de blanco.
Los egipcios eran muy limpios y atendían con esmero su cuerpo y su ropa. Tenían pedicuros que les embellecían los pies. En la vida cotidiana el hombre común iba descalzo y solo en alguna ocasión especial usaba sandalias. Las sandalias comunes o para la vida cotidiana se hacían de papiro (Cyperus papyrus) y también de de hojas de palmera datilera (Nota: A. Lucas Ancient Egyptian Material and Industries, London 1962, pg. 137.) también con cuero, madera con pintura blanca, palmera dum, diferentes plantas gramíneas y metales preciosos.
Al parecer, para los egipcios las sandalias eran un bien preciado. Así, Uni, quien había sido nombrado comandante en jefe del ejército, relata: «Sin embargo, yo fui quien los organicé, a pesar de que mi cargo era el de Jefe de los Terratenientes del Faraón, y quien aseguró el buen equilibrio de la situación, de manera que ninguno de ellos tomó panes ni sandalias a los que se hallaban en el camino, de manera de que ninguno de ellos tomó vestidos en ninguna ciudad, de manera que ninguno de ellos quitó sobras a nadie» (Urk. I, 102) ( Nota: Adriaan de Buck, Egyptian Readingbook, Vol. I)
Cuando tenían que ir a algún sitio llevaban sus sandalias en la mano o las ataban al extremo de un bastón y se calzaban cuando llegaban a destino.
Hay que tener muy en cuenta la distinción entre un calzado de uso cotidiano y otro hecho para el ceremonial o la funebria. En el ámbito funerario ponían especial atención al embalsamamiento y todo el equipo que necesitaba el difunto para una vida exitosa en el Mas allá. En este contexto se insertan los sacerdotes y los preceptos que debían cumplir. «Llevan los sacerdotes solamente vestido de lino y calzado de papiro y no les está permitido ponerse otro vestido ni otro calzado»(Herodoto II: 37) Asimismo, la sandalia encerraba en sí la noción de prosperidad, según el testimonio de Herodoto: «Los quemmitas cuentan que muchas veces se les aparece Perseo por la comarca, y muchas veces en su templo, que se encuentra la sandalia que ha calzado, tamana de dos codos, y que cuando la sandalia ha aparecido, todo Egipto prospera» (Herodoto II:91). Las sandalias blancas jugaban un rol central en el culto funerario como símbolo de pureza, puesto que el difunto se tenía que aproximar a Osiris llevándola puestas puesto que portándolas, estaba libre de polvo o suciedad. (Nota: Manfred Lurker, The Gods and Symbols of Ancient Egypt, pg. 108)
El pie así como también el calzado fueron símbolos de autoridad y de la adquisición de propiedades o bienes. Los faraones usaban suntuosas sandalias con la punta realzada hacia el empeine y se representaba artísticamente a los enemigos capturados en las suelas de modo que mágicamente el rey los pisoteaba o aplastaba cada vez que daba un paso. Tanto el rey como la élite eran los que estaban en condiciones de llevar calzado de lujo. En la iconografía el testimonio más antiguo en la escultura de personajes calzados con sandalias los encontramos con certeza en la estatua sedente del Príncipe Ahmosis, aunque esta se halla muy deteriorada (dinastía XVII). En forma de esbozo pintado de rojo (no modelada) se halla en la estatua de la dama Senet de la tumba de Antefoker (visir de Sesostris I, dinastía XII). Una estatua de la V dinastía muestra a un mozo de servicio calzado con sandalias lo cual es un hecho excepcional (Cairo CG 111).
Durante el Primer Período Intermedio los ataúdes de madera se pintan con motivos de ofrendas y textos funerarios. Asyut fue un centro importante de artesanos hacia la dinastía XI. El ataúd de madera pintada de una mujer desconocida de la XI dinastía, proveniente de Asyut, fechado hacia el -1950, mide 1,79 mts en total, y en el panel izquierdo vemos pintadas un par de sandalias blancas con tira negra, y se las denomina «tbwt» (Nota: Fazzini, Richard y otros Masterpieces from Ancient Egypt, Brooklyn Museum Nro. Inv. 1995.112)
En Deir el-Medina (la ciudad de los trabajadores de las tumbas del Valle de los Reyes), la cual floreció durante el Imperio Nuevo, sabemos por los documentos hallados in situ que los trabajadores vestían un simple faldellín y sandalias de junco que eran provistos por el estado, además de una pieza de fino lino para ocasiones especiales. Un ostraka (trozo de cacharro) contiene un inventario de objetos, entre ellos cuatro pares de sandalias en una sola casa (Nota: Rosalind Hall, Egyptian Textiles, pg. 62).
Los niños de las clases trabajadoras iban desnudos hasta la pubertad, por lo tanto no hallaremos calzados de este tipología. El salario de un obrero se pagaba en especies, cada 10 días recibían aceite, ungüentos, perfumes, sandalias y vestidos. Todos estos insumos provenían de los graneros reales y se entregaban a requerimiento del vigilante de los trabajos. Este sistema salarial estaba establecido al menos desde la dinastía XVIII. Así, proclamaba Ramsés II: «Para vosotros he llenado los depósitos con toda clase de cosas: pan, carne, pasteles, sandalias, vestidos, abundantes ungüentos de modo que podáis frotaros la cabeza cada 10 días y equiparos todo el año, y que en todo tiempo dispongáis de buen calzado» (Urk. IV)
En época ptolemaica (-323 – 30) se pintaba frecuentemente un par de sandalias en la parte terminal exterior del ataúd, debajo de los pies del difunto, con tiras de cuero aplicadas (Nota: Warren Dawson y Peter Gray: Catalogue of the Egyptian Antiquities in the British Museum I, London 1968, lámina 13, Nro. de Inv. 29782: estuche de pies) Tenerlas era uno de los requisitos para transitar en el más allá.
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Por Alejandra R. Cersósimo
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