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Refugiado Saharaui construye albergues resistentes al clima

Un joven refugiado Saharaui construye un albergue resistente al clima con botellas plásticas llenas de arena en un campamento en Tinduf, Argelia. © ACNUR/Russell Fraser

En el remoto desierto del suroeste de Argelia, un joven refugiado Saharaui llena botellas desechadas con arena para construir albergues resistentes al difícil clima.

Con una maestría en eficiencia energética, el refugiado Saharaui, Tateh Lehbib Breica, tenía el plan original de construir una casa energéticamente eficiente en el desierto, usando botellas desechadas para un tejado verde.

Pero, como la forma circular del tejado presentaba algunos desafíos de construcción, el joven de 27 años notó que tenía muchas botellas de sobra que no le funcionarían para el fin que les tenía, que era cultivar plantas.

“Me pregunté a mí mismo: ¿Qué puedo hacer con esto?”, dijo Breica, quien nació y creció en el campamento de refugiados Awserd, asistió a la universidad de Argel gracias a una beca DAFI, y realizó su maestría en una universidad española.

“Recordé un documental que había visto…sobre construcción con botellas de plástico, y pensé: ¿Por qué no intentarlo?”.

“Entonces recordé un documental que había visto durante la universidad, sobre construcción con botellas de plástico y pensé: ¿Por qué no intentarlo?”.

En el campamento Awserd, brindar casas adecuadas que puedan resistir las dificultades climáticas del desierto resulta un desafío. Este es uno de los cinco campamentos que alberga refugiados Saharaui, quienes huyeron de los combates de la Guerra de Sahara Occidental hace más de 40 años.

Las casas construidas con ladrillos de barro o adobe son vulnerables ante las fuertes lluvias que periódicamente azotan el Desierto del Sahara, incluyendo una tormenta a finales de 2015 que destruyó miles de hogares. Las frecuentes tormentas de arena también cubren las casas y tiendas tradicionales Saharaui, con un asfixiante polvo, lo que provoca evacuaciones temporales.

La primera casa que Breica construyó usando botellas desechadas llenas de arena fue para su abuela, quien caminaba con dificultad y que quedó herida cuando la llevaban a un centro comunitario en el campamento, donde esperaba a que pasara la tormenta de arena.

Aparte de tener una mejor resistencia estructural al agua, la casa circular de paredes gruesas también presenta un perfil más bajo para el viento y prueba ser mejor para que no entre el penetrante polvo y la arena de las tormentas de arena o “haboobs”.

El interés de Breica en construir con plástico desechado le ganó el sobrenombre de “Majnoun al qarurat” (el loco de las botellas). La particularidad de la estructura, junto con las publicaciones que Breica hizo en Facebook, aseguraron que la casa recibiera mucha atención fuera del campamento.

“Después de las fuertes lluvias de octubre de 2015 que dañaron y destruyeron decenas de miles de casas de adobe, ACNUR ha estado trabajando con los Saharaui para mejorar las técnicas de construcción, y hacer que soporten de mejor manera las condiciones climáticas de la región”, dijo Juliette Murekeyisoni, Coordinadora en el Terreno del ACNUR en Tinduf. “Hemos apoyado el uso de ladrillos fortificados con cemento, y ahora estamos apoyando el uso de botellas plásticas”.

“Las casas de adobe pueden destruirse con lluvias muy fuertes o prolongadas, el uso de botellas plásticas…creará estructuras más duraderas”.

Otis Moore, Oficial encargado de albergues, explica que las botellas plásticas tienen ventajas sobre los ladrillos de adobe y las tiendas familiares tradicionales que usan la mayoría de los Saharaui, así mismo, que el diseño circular de las casas también tiene sus propios beneficios.

“Las casas de Adobe pueden destruirse con lluvias muy fuertes o prolongadas, el uso de botellas plásticas en lugar de ladrillos de barro creará estructuras más duraderas. Y hemos adoptado la forma circular porque es aerodinámica y puede soportar las tormentas de forma más efectiva”.

Ahora, en un proyecto financiado por el Fondo de Innovación del ACNUR, Breica está trabajando con la Agencia de la ONU para los Refugiados en la construcción de 25 casas usando botellas plásticas llenas de arena en lugar de ladrillos en los cinco campamentos: Awserd, Boujdour, Dakhla, Smara y Laayoune. Las viviendas, que estarán listas este mes, se destinarán a personas vulnerables.

Como reconocimiento a sus creativos diseños, Breica recientemente recibió el premio de Personalidad del Año 2016 en una revista local. Sin embargo, el sobrenombre que le dieron se ha quedado: “Las personas todavía me ven como el chico obsesionado con reciclar botellas y construir casas inusuales”, dijo él.

Con información de: ACNUR

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