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La militarización del muro Trump, al estilo israelí

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Junto al muro limítrofe con Estados Unidos, en Playas de Tijuana, grupos religiosos, de derechos humanos y de la sociedad civil se reunieron ayer en ambos lados para celebrar el Día de los Derechos Humanos, así como la edición 23 de la Posada Sin Fronteras, que conmemora la historia del nacimiento de Jesús y recuerda en oración a los que han muerto cruzando la frontera Foto Afp
Abunda la flagrante desinformación sobre la construcción del muro Trump, sobre todo del lado más afectado, el mexicano, que jugó al avestruz durante un cuarto de siglo, hasta que el destino lo alcanzó.

El portal texano-israelí Stratfor(https://goo.gl/CoCifG), que se ostenta como la CIA de los empresarios, rememora el cuarto de siglo (sic) del inicio de la construcción del muro por varias administraciones de Estados Unidos (EU) ante la pusilanimidad de cinco presidentes mexicanos en turno, quienes impulsaron la vulgar mercantilización en detrimento de la seguridad nacional:

1. A inicios de la década de 1990: se empezó a construir en áreas urbanas, con tapetes metálicos y material de la guerra de Vietnam.

2. En 1995: Sandia National Laboratories creó una barrera de tres capas de profundidad con vigilancia tecnológica: cámaras, imágenes termales y sensores.

3. En 2006: Secure Fence Act extendió los muros (sic) existentes (el “muro Baby Bush”) a un costo de 3 mil 400 millones de dólares, pagado por Seguridad del Hogar, que completó mil 30 kilómetros de los programados mil 50 km.

Baby Bush construyó la tercera parte del muro, con apoyo de la senadora de Nueva York, Hillary Clinton, ante las narices de los panistas Fox y Calderón, quienes no protestaron en absoluto, como ahora en forma cacofónica, quizá por sus fuertes vínculos con George Soros.

4. 2016/2017: Proyecto de terminar la construcción de sus 2/3 partes (el muro Trump), con excepción de 322 km al sur de Texas, a un costo entre 7 mil millones y 10 mil millones de dólares, por la empresa israelí Magal Security Systems (https://goo.gl/Diia5V).

Trump seleccionó al general retirado John Kelly como jefe de la Seguridad del Hogar, quien estará a cargo de terminar el muro (https://goo.gl/f4oxvf).

Kelly jefaturó el Comando Sur –que se traslapa con el Comando Norte en referencia al desahuciado y desaseado “México neoliberal itamita”–, y ha sido feroz crítico de la amenaza de terroristas y el contrabando de los narcotraficantes en la transfrontera con México.

Sin contar al flamante director de la CIA, Mike Pompeo, quien se formó en la Academia Militar de West Point, el gabinete Trump profundiza su militarización, con tres militares seleccionados (http://goo.gl/QFXdZc).

A quien hay que seguir en forma estrecha sobre el devenir del muro Trump es a Michael McCaul, representante texano (sic) del Partido Republicano y jefe del Comité Camaral de la Seguridad del Hogar, quien ha externado la securitización de la transfrontera y la confrontación de la emigración ilegal, y ha prometido colocar a México en un plan de pagos (sic)para financiar la terminación del muro.

Mientras el Congreso de EU trabaja su plan de emergencia (sic)para obliterar la transfrontera, el frívolo Senado mexicano, después de haber exhibido en forma degradante sus camisetas pro Hillary, ahora en un acto de exorcismo folclórico golpea una piñata con la efigie de Trump (http://goo.gl/D3lK1S). ¡No, bueno!

McCaul expone la militarización del muro (http://goo.gl/sOM6uz), que profundizó en The Heritage Foundation (http://goo.gl/mEVjyr): “Es más que un muro. Hablamos de un sistema histórico (sic) de defensa (¡supersic!) de varias capas (sic) para que los cárteles de la droga y los terroristas (sic) no puedan insinuarse a través de sus grietas”, lo cual significa más agentes de patrulla fronteriza (nota: quienes, como los maltratados Veteranos, votaron en forma masiva a favor de Trump), nuevas autoridades, vigilancia aérea, sensores y otras tecnologías para sellar nuestro territorio de los ilegales.

El abordaje será de tipo militarotorgando a las agencias de inmigración y de la frontera el real comando y control.

No sólo el Congreso de EU participará en el esfuerzo de financiamiento, sino también los vecinos (sic) quienes han fracasado en contener la crisis dentro de sus propios países, por lo que se ha colocado a México en un plan de pagos, a lo que aporta varias ideas razonables: nuevas tarifas de inmigración, cuotas de peaje de seguridad en la transfrontera, “captura y congelamiento de los activos de los cárteles de la droga”.

¿Se le ocurrirá al texano McCaul pagos a varios años sin intereses, ventas nocturnas con descuentos o un consumista Buen Fin?

Toda la securitización y matriculación de la transfrontera no será limitada a México y tendrá en la mira a otros países en Latinoamérica (¡supersic!) que han contribuido a la crisis y fracasado en frenar el caos, por lo que deben también pagar para arreglar la situación. Algo así como dime de dónde provienes y te diré cuánto debes pagar.

Hay que prepararse para el modelo mural israelí, impuesto en Gaza y Cisjordania, que sería implementado en las dos fronteras del fallido “México neoliberal itamita”: en el próspero norte y en el miserable sur.

¿Se contempla otro muro entre Chiapas y Guatemala y/o entre Chetumal y Belice, con supervisión israelí-estadunidense?

A McCaul se le olvida que él mismo es producto de la migración europea a EU y sentencia que el gabinete Trump tomará acciones inmediatas para buscar (¡supersic!) y deportar a todos los extranjeros criminales y asegurarse que sus gobiernos los reciban (sic).

Las medidas serán extremas, de corte persecutorio, y con una severa investigación de los antecedentescon el fin de detener a los yihadistas que exploten el sistema inmigratorio para entrar a EU como turistas, inmigrantes y refugiados.

¿Tiene contemplado la novicia secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz, entronizada en el peor momento imaginable como Reina del guacamole, dónde colocar a millones de ilegales mexicanos?

Más que a la terminación del muro, el consenso en el Congreso se encamina a una trifecta: una combinación de tecnología, vigilancia policiaca y construcción física, como aduce el presbiteriano Dennis Ross, representante republicano de Florida (sic) y miembro del equipo de transición, para quien el término muro es una metáfora, cuando en realidad se refiere a seguridad y puede ser también una valla(http://goo.gl/4YoTTn).

Si el muro Trump representó un exitoso ingrediente mercadotécnico –79 por ciento de quienes lo apoyaron insisten en frenar la inmigración–, su implementación por el Congreso no será automática, ya que en el Senado requiere de 60 votos para su aprobación cuando los republicanos sólo controlan 52.

¿Quién protegerá a los dreamers: 800 mil jóvenes indocumentados que han sido abrigados en forma temporal de la deportación, gracias a una orden ejecutiva de Obama en 2012?

Increíble: su protección no provendrá aquende el río Bravo, sino allende, donde se prepara una legislación bipartidista al respecto (http://goo.gl/Z1rLgB).

Sin que yo ampare el híper-complejo crimen transfronterizo, McCaul soslaya que la gran mayoría de migrantes de México/Centroamérica son refugiados económicos quienes, debido al neoliberalismo global que impuso el decálogo del Consenso de Washington por la unilateralidad geoestratégica de EU, huyen de sus países plutocráticos, donde no encuentran libertad económica para laborar y quienes, por efecto de ósmosis demográfica, se refugian en los países de mayor prosperidad.

Don Alfredo Jalife-Rahme
Dr. Alfredo Jalife-Rahme

Por Alfredo Jalife-Rahme
Con información de:La Jornada

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