Un crimen cometido en un libro…
«Qué quiere que le diga, señor investigador, sobre un crimen cometido en un libro?», pregunta el narrador, que dice en otro momento: «Quiero decir que esta es una historia que se remonta a hace más de medio siglo. Sucedió y se habló mucho de ella. La gente sigue hablando mucho de ella, pero solo hacen referencia a un muerto —fíjate, sin pudor— cuando en realidad hubo dos, dos muertos». Por esto y por el título, posiblemente el lector tenga ya en su mente la novela El extranjero, de Camus, dos libros que, en alguna medida, ya son complementarios. «Un autor célebre —abunda— había narrado la historia de un árabe y había hecho de ella un libro estremecedor… se cuenta un asesinato con la genialidad de un matemático inclinado sobre una hoja muerta».
En este libro el narrador, Haroun, hermano del hombre asesinado —«el árabe»— no se resigna a dejar en el anonimato la historia de aquella víctima que murió en una playa a manos de un extraño personaje y dar vida así a una figura que la literatura se había permitido ignorar. «No empecé a sufrir por ello hasta que se acercó la edad adulta, cuando aprendí a leer y comprendí la suerte injusta reservada a mi hermano, muerto en un libro».
Al hilo de la historia —perfectamente tramada y encajada deliciosamente en el desarrollo del relato—, el lector disfrutará con las interesantes reflexiones que va tejiendo, de la historia de esa familia, de la vida en barrios y ciudades antes y después de la independencia del país árabe en que se desarrollan los hechos, con todas sus secuelas y las impuestas por la cultura occidental.
A la capacidad de crear un mundo paralelo, posiblemente complementario al cubrir «lagunas» de la ficción, une el argelino Kamel Daoud una prosa prodigiosa, que expresa como si fuera un estilete muchos de los sentimientos que la realidad ofrece y en ella una reconstrucción imaginaria, llena de fortaleza, de sugerencias, de poder.
Por Alfonso García
Con información de Diario de León
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