11-S
Bush es acusado de obstruir la investigación sobre el 11-S
Lunes, 23 de junio de 2003
Congresistas de ambos partidos creen que el Gobierno oculta información
Varios congresistas demócratas y republicanos han acusado a laAdministración Bush de obstruir la investigación sobre el 11-S y de censurar la publicación del contenido de la ya efectuada. Sospechan que el Gobierno quiere “tapar” errores propios y evitar revelaciones embarazosas sobre países aliados como Arabia Saudí.
EUSEBIO VAL, Corresponsal
WASHINGTON. – El 11-S no sólo fue el mayor trauma colectivo sufrido por el alma estadounidense. Los atentados pusieron al descubierto las deficiencias de la gigantesca burocracia de espionaje y seguridad de la superpotencia, con la CIA y el FBI a la cabeza. Hurgar en esta segunda herida resulta muy incómodo y elGobierno Bush se resiste.Varios congresistas de peso, la mayoría demócratas pero también algún republicano, han acusado a la Administración de estar obstruyendo la investigación en marcha y de impedir que se divulgue al gran público los datos que ya se conocen.
Los reproches a la Casa Blanca fueron efectuados en una reciente comparecencia de senadores ante la comisión nacional que investiga los atentados, un órgano dirigido por el republicano Thomas Kean, ex gobernador de Nueva Jersey, que asumió el cargo después de la renuncia del veterano Henry Kissinger.
“El pueblo norteamericano se merece saber la verdad total y objetiva de la mejor manera que se haya constatado, y por desgracia no la hemos recibido”, dijo el senador Joseph Lieberman, de Connecticut, precandidato a la presidencia. Su colega de Florida BobGraham, también aspirante a la nominación demócrata, se sumó a las quejas con su habitual vehemencia. “Ignorar los hechos simplemente porque incomodan a algunas personas y porque pueden perjudicar objetivos políticos a corto plazo impedirá que los norteamericanos conozcan la verdad sobre el 11-S”, denunció. El senador instó a la comisión investigadora a que indague “con vigor los vínculos entre gobiernos extranjeros y los terroristas del 11-S”. El republicano John McCain, republicano pero muy independiente en sus opiniones, advirtió de la amenaza del “obstruccionismo burocrático”.
Además de las críticas a la investigación, se acusa a la Administración de estar bloqueando la publicación completa del informe de 800 páginas que elaboró el Congreso sobre los atentados. La censura gubernamental es pintoresca, ya que parte de la información está ya accesible en la propia web de la CIA.
Agujeros en la seguridad
Según Newsweek,los pasajes más delicados que la Administración se niega a desclasificar hacen referencia a las reuniones informativas diarias de Bush con los jefes de la CIA y del FBI antes del 11-S y a las evidencias sobre las conexiones entre Al Qaeda y las autoridades saudíes. Entre los documentos más comprometidos está el de la reunión –“president’s daily brief” (PDB), en la jerga de la Casa Blanca– del 6 de agosto del 2001, cuando se informó a Bush de que se habían detectado planes para el secuestro de aviones en EE.UU. La Casa Blanca niega que haya censura política y alega razones de seguridad nacional.
En la comisión que preside Kean han efectuado declaraciones impactantes personas ajenas a la política. Por ejemplo, Bogdan Dzakovic, que trabaja en la Federal Aviation Administration y se ocupó durante años de detectar agujeros en la seguridad de los aeropuertos, subrayó que “el sistema estaba diseñado para fallar” y que los secuestradores del 11-S, armados con cuchillas para cortar moqueta, mostraron cuán simple era burlar la seguridad. La base de su éxito no fue la sofisticación, sino la simplicidad, y eso era el aspecto más vulnerable. Dzaskovic admitió que, desde los atentados, se han hecho muchas mejoras, pero él no se siente seguro volando porque la protección ante el terrorismo es insuficiente. “Lo que sé es que si un terrorista quiere, puede colarse en el sistema”, apuntilló.
Fuente: La Vanguardia
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