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Jalife-Rahme contra los sofistas vernáculos

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Don Alfredo Jalife-Rahme

Corren tiempos de difícil comprensión. Los roles cambian y muchas veces se confunden. Todo, pero absolutamente todo, hoy en día es “unisex”.

Hasta donde yo tenía entendido, “unisex” quería decir “único sexo”, o mejor “sin distinción de sexo”, lo cual pretendía igualarlos.

Antaño, las mujeres no votaban, no fumaban en público, no ocupaban cargos políticos ni dirigían empresas. Fue una larga y dura lucha la que libraron para ocupar todos y cada uno de los cargos que pretendían, alcanzar cada uno de los logros, llegar a que no haya diferencias entre hombres y mujeres.

Hoy las mujeres ocupan presidencias de repúblicas, directorios de empresas, generalatos en Fuerzas Armadas y de Seguridad, Diputaciones, Senadurías… ¡Hasta son futbolistas y boxeadoras!

Odian que las tilden de “sexo débil”. Pelean, discuten y hasta blasfeman como varones… Hasta que quedan en desventaja… Y allí aparece el argumento de la “misoginia”.

Es muy cómico leer a Víctor Hernández escribir en el “blog de izquierda” que:

“No es de izquierda” …

1. …Portarse como «macho» ante las mujeres. (Quizás al término “macho” le corresponda “hembra” y no mujeres… aunque haciendo un esfuerzo para comprender su ¿raciocinio? deba intentar leer “de forma machista”, que no es lo mismo… porque de “machos” con modales de “hembras” sobran ejemplos a “diestra” y “siniestra”).

2. …Quedarse callado ante ataques tan bajos y tan deleznables.(Me pregunto sinceramente si “quedarse callado” ante estos hechos es peor que quedarse callados ante el robo indiscriminado de los bienes del pueblo; ante la situación de nuestros hermanos de los pueblos originarios, verdaderos dueños de esta tierra; ante el saqueo de los recursos naturales; ante los robos electorales; ante el avance indiscriminado y criminal del narcotráfico que compra políticos, blogueros, vidas y voluntades, habría más de 200.000 puntos para tratar… y se podría seguir Ad Eternum…)

Pero lo que más me intriga es saber a que “izquierda” se refiere el citado Hernández

1. ¿A la del «Terrorismo y comunismo», donde el «bueno» de Trotsky justifica el asesinato de masas, (incluídas mujeres)?

2. ¿A la que «Una década después, Stalin, que en 1920-1921 había apoyado la política ‘liberal’ de Lenin, iba a adoptar las ideas de Trotsky en todo salvo en el nombre.?

3. ¿A la de Trotsky en Terrorismo y comunismo que reza: Por lo que a nosotros se refiere, nunca hemos perdido el tiempo en las charlatanerías de los pastores kautskystas y de los cuáqueros vegetarianos acerca del ‘valor sagrado’ de la vida humana» (Trotsky, op. cit., p. 158).»?

Habla livianamente desde “la izquierda” sobre las “maravillas morales” de la izquierda que tiene tantas miserias como individuos la componen. ¿Olvida que las masacres de las hordas soviéticas en la Alemania vencida y, especialmente, el trato dado a las mujeres alemanas, representarían una expresión de la política de terror que Lenin improvisó, el trotskysmo teorizó y Stalin se limitó a aplicar y a perfeccionar sobre la marcha de forma sistemática?. ¿Dónde queda su argumento de la misoginia ante la evidencia histórica?. ¿O es su costumbre hacerse el occiso sobre la evidencia fundamentada?

¿Por qué no investiga o se asesora sobre la experiencia de las mujeres alemanas con aquellos “progresitas y humanistas muchachos de izquierda soviéticos” que en su día fueran nutridos doctrinalmente por trostskystas como Larsson?. ¿Por qué no trata de convencer a las ultrajadas víctimas que en la dialéctica Hernandiana eso no se llama misoginia?.

Según las militantes de izquierdas alemanas Barbara Johr y Helke Sander (véase: «Befreie und Befreiter», 1992) un total de 2.000.000 de mujeres alemanas fueron violadas por los rusos. De ellas, 200.000 fallecieron a causa de tales salvajadas. Entre las víctimas se contaban decenas de miles de niñas (y niños) de hasta 10 años, pero también ancianas de 75 años. Las vejaciones sexuales no se limitaron al episodio de la ocupación de Alemania, sino que fueron reiteradas, continuadas y se prolongaron de 1945 a 1949. El historiador Anthony Beevor, en su célebre obra sobre la batalla de Berlín, avala estas cifras. Otra fuente sobre el tema es el libro de Catherine Merridale «La guerra de los ivanes», donde son los propios soldados proletarios quienes describen las atrocidades que cometían sus compañeros. También el anónimo «Una mujer en Berlín» merece ser consultado. La esposa del canciller alemán Helmut Kohl no pudo soportar la tortura que suponía el mero recuerdo de aquellos hechos y se suicidó a una edad ya avanzada, circunstancia que da una medida de la intensidad y persistencia imborrable de los daños psíquicos.

Para alivianarle un poco la búsqueda le recomendamos la nota El mayor genocidio de la historia – Los hombres que amaban a las mujeres 

El paraíso no es terrenal Sr. Hernández, no la va a encontrar ni a su izquierda ni a su derecha… ni en el centro… ni en un cheque!

Utiliza argumentos como “No, conmigo no funciona lo del «usté perdone» y del «nomás no le hagas caso.» Ese tipo de actitud agachona es lo que perpetúa el machismo, la misoginia y la violencia intrafamiliar. Peor; es lo que perpetúa que la derecha siga en el poder.” ¿No será mucho Hernández que la derecha se perpetúa en el poder por este tipo de actitudes?

Es impresionante leer: “Que decidan entonces qué quieren en MORENA: ¿Misoginia o votos? Porque mientras Jalife sea militante de MORENA, por ningún motivo tendrán mi voto ni les ayudaré JAMÁS a tener votos. Al contrario; ayudaré a que NO los tengan. Y no pocas mujeres se negarán a votar por ellos si se dan cuenta de que en MORENA se tolera ese tipo de bajezas.”. (Me pregunto ¡¿que hace aún en México?! Con el manejo de masas y experiencia política, en los «iunatestéis» se lo disputarían los principales candidatos… Sorpresa enorme nos llevaremos si se comprueba que fue Usted, el acérrimo defensor del buen nombre y honor de MORENA, el artífice del triunfo del MORENO en las últimas elecciones yankies!).

El Dr. Alfredo Jalife-Rahme, como su nombre lo indica, es árabe. Es Vox Populi que los árabes somos sanguíneos, de carácter efervescente, de contestaciones rápidas y ocurrentes. A veces tal espontaneidad nos juega una mala pasada, ante la provocación y el escarnio reaccionamos de manera visceral, pero… Como dijera el palestino Isa (P) (Jesús), profeta del Islam y del Cristianismo: ¿quién está lo suficientemente limpio como para arrojar la primera piedra? ¿Aquéllos que fueron desenmascarados en sus cobros fastuosos por servicios supuestos? ¿Aquéllos que atacan, más luego, a la hora de la hora optan por asumir el remanido y aún fructífero papel de víctimas?

¿Deberemos replantearnos por qué nos molesta que nos digan “verdulera” si es un oficio tan honesto y loable como cualquier otro? ¿Deberemos pensar por qué nos molesta que nos tilden de sionistas si nuestro discurso y las acciones que realizamos cumplen con todas las normas ISO para tal certificación?

Es muy fácil rasgarse las vestiduras y salir a descalificar a un intelectual de la talla de Don Alfredo Jalife-Rahme, pero sería bueno, (antes de intentar rebajarlo), tratar de igualarlo intelectualmente para que el debate sea más parejo.

Por Moro

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