Los sufís de Al-Andalus 3 – Por Ibn Arabi
Ad-Durrat al-fâhirah
Era de Marsâ ‘Idûn, en las afueras de Túnez. Este hombre eminente fue uno de los shaykhs de ‘Abd al-‘Azîz al-Mahdâwî quien, sin embargo, no le conoció en toda su realidad, pues el shaykh no se abrió totalmente a él. Entró en el Camino asistiendo a las sesiones de Abû Madyan. Su realización espiritual era tan alta que Abû Madyan dijo un día, cuando estaba en Pechina: «Si tuviera alas (janâh), volaría hacia al-Jarrâh».
(Aquí se sitúa un relato más detallado de la visita que le hizo descalzo)… Cuando habíamos recorrido la mitad del camino, nos cruzamos con un hombre que nos dijo: «En Nombre de Allah, el shaykh me ha pedido que salga a vuestro encuentro y que os diga que os calcéis vuestras sandalias, pues conoce vuestra intención y os ha preparado de comer». Cuando llegué, salió a recibirme a cierta distancia de su casa, apoyándose en un bastón debido a su avanzada edad. Mostró un gran placer al verme. Me quedé con él muchos días y tocamos numerosos temas de conocimiento. Durante mi permanencia, vi a un hombre caminar sobre el mar sin mojarse los pies y eso gracias a la barakah del shaykh. Estuve en su compañía algo menos de un año. Antes de mi marcha, insistió en que callara su verdadero estado a ‘Abd al-‘ Azîz al-Mahdawî o a cualquier otro. También me pidió que no pensara en ello.