Los sufís de Al-Andalus 2 – Por Ibn Arabi
Äbû `Abdalâh b. Bisstâm al-Bâghî
Este hombre de Priego era de los que se consagran al Corán y a las obras de noche (min ahl al-qur´ân wa-l-layl).
Ysuf b. Ta´izza
Este hombre de Carmona estaba tan absorto en la lectura del Corán que no hablaba con nadie. Ayunaba mucho.
Abû al-Hasan al-Qânûnî
Era de Ronda y segúia la senda de la futuwwah. Estaba ducho en las siete ciencias*.
*- Estas siete ciencias deben corresponder a las siete ramas del conocimiento enumeradas por Ibn Ârabî en las Futuhât (II, pág. 393-422); 1- los Nombres de Allah; 2- La Teofanías; 3-La Revelación; 4- La perfección y la imperfección de la existencia; 5- El Hombre esencial; 6- La imaginación (khayâl); 7- La curación espiritual.
¡Oh, Allah, ruega por Muhammad al-Haddad!
Este hombre de Sevilla era célebre por su incesante du´a sobre el Profeta (2)
1- El du´a del Profeta es lo que se comenta como apodo del shykh Allâhumma calli `alâ Muhammad al-Haddâd.
2-La innovación de gracia (calâh) y de paz (salâm) divinas sobre el Profeta forma parte integrante del culto musulám. En el sufismo es aún más importante, puesto que el Profeta es el prototipo del hombre espiritual y el receptáculo del Verbo divino. Ver la bellísima Prtere sur le Prophete de Ibn ´Arabi traducida por M. Vâlsan en los E.T. 1974, pag. 242-51.
Abû Ishâq al-Qurtubî
Este compañero de Abû Madyan, oriundo de Córdoba, era uno de los «Creyentes»
Abû `Abdalâh al-Mahdawî
Vivió en Fez durante sesenta y cuatro años. Estaba muy ocupado en la salvación de su alma y me ha contado que a menudo sentía por ello una gran angustia.
Un día que estábamos realizando el salat juntos en la mezquita, yo me encontraba a su lado, en la misma fila; él no me conocía. Entonces me apoyé contra él mientras realizaba el salat, de tal forma que estaba casi sentado sobre él, y me comporté todo lo mal que se puede en un lugar semejante. Entonces me miró y me dijo: «¡Ponte bien! Tienes sitio suficiente, no te apoyes sobre mí. No quisiera pelearme con alguien como tú». A raíz de eso se volvió más cordial. Me convertí en su compañero y provecho de su bendición.