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Actos preferibles del mes de Ramadán

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El ayuno del Mes de Ramadán es obligatorio para el musulmán. Tal obligación se encuentra sujeta a una serie de normas, y si bien atenerse o restringirse a la cumplimentación de dichas normas nos libra de caer en la desobediencia, el ayuno que conforma el alimento del espíritu es aquel que es aceptado por el Misericordioso, y para facilitar que se produzca esa aceptación existen numerosos actos preferibles, algunos de los cuales se mencionan a continuación:

1. Tener la intención de ayunar, tomar conciencia, adquirir conocimiento y saber el significado del Sagrado Mes del Ramadán.

2. No proferir malas palabras o insultos.

3. Al-Iftâr (es decir, desayunar), y es preferible retrasar el Iftâr hasta después de la oración del ‘ishâ’, a menos que lo haya invadido la debilidad o hubiera gente esperándolo (para comer).

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4. Romper el ayuno con algo halâl o lícito, cuya procedencia esté libre de dudas, especialmente con dátil para que incremente así la recompensa de su salât cuatrocientas veces. Y es bueno realizar también el iftâr ya sea con dátil maduro y seco (tamr), o dátiles maduros frescos (rutab), o algo dulce, y con agua caliente.

5. Dar limosna (sadaqah) en el momento del Iftâr, y que dé de desayunar a los ayunantes, aunque sea con una cantidad de dátiles o con un sorbo de agua. Y se transmitió del Profeta –las bendiciones y la paz sean con él y con su purificada familia-: “Por cierto que quien dé de desayunar a un ayunante, obtendrá la misma recompensa del ayunante, sin que (por ello) merme nada de su recompensa, y obtendrá la misma recompensa de lo que haya hecho de bien, por la fuerza de dicha comida”.

Y transmitió el Aiatul·lah Al-‘Al·lâmah Al-Hil·lî en la Risâlah As-Sa‘dîiah, que el Imam As-Sâdiq (P) dijo: “Por cierto que cada vez que un creyente dé de comer a un creyente (aunque más no sea) un bocado en el Mes de Ramadán, Al·lah escribirá para él la recompensa de quien libera a 30 esclavos creyentes y tendrá ante Al·lah Ta’âla la respuesta a una súplica”.

6. Comer a la madrugada, antes del alba, preferiblemente algo dulce y realizar las súplicas correspondientes acompañadas con la lectura del Sagrado Corán.

7. Recitar la Sûra Al-Qadr (Nº 97) en el momento del Iftâr.

8. Fue transmitido el hecho de recitar cada noche la Sura Al-Qadr mil veces.

9. Recitar la Sûra Hâ mîm Ad-Dujjân (Nº 44), cada noche cien veces si es que le resulta posible.

10. Recitar mucho el Generoso Corán y al hacerlo dedicárselo al espíritu de uno de los Catorce Infalibles, así su recompensa se duplicará.

11. Decir siempre el “Salawât” (las bendiciones al Profeta), astagfirul·lah (“Pido perdón a Dios”) y la ilaha il·la allah (“No hay divinidad más que Dios”).

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12. Recitar luego de cada oración las dos siguientes suplicas:

اَللّـهُمَّ اَدْخِلْ عَلى اَهْلِ الْقُبُورِ السُّرُورَ اَللّـهُمَّ اَغْنِ كُلَّ فَقير، اَللّـهُمَّ اَشْبِعْ كُلَّ جائِع، اَللّـهُمَّ اكْسُ كُلَّ عُرْيان، اَللّـهُمَّ اقْضِ دَيْنَ كُلِّ مَدين، اَللّـهُمَّ فَرِّجْ عَنْ كُلِّ مَكْرُوب، اَللّـهُمَّ رُدَّ كُلَّ غَريب، اَللّـهُمَّ فُكَّ كُلَّ اَسير، اَللّـهُمَّ اَصْلِحْ كُلَّ فاسِد مِنْ اُمُورِ الْمُسْلِمينَ، اَللّـهُمَّ اشْفِ كُلَّ مَريض، اللّهُمَّ سُدَّ فَقْرَنا بِغِناكَ، اَللّـهُمَّ غَيِّر سُوءَ حالِنا بِحُسْنِ حالِكَ، اَللّـهُمَّ اقْضِ عَنَّا الدَّيْنَ وَاَغْنِنا مِنَ الْفَقْرِ، اِنَّكَ عَلى كُلِّ شَيء قَديرٌ .

Al·lahumma adjil ‘ala ahlil qubûris surûr · al·lahumma agni kul·la faqîrin · al·lahumma ashbi‘ kul·la ÿâ’i‘in · al·lahumma aksu kul·la ‘uriânin · al·lahumma-qdi daina kul·li madinin · al·lahumma farriÿ ‘an kul·li makrûbin · al·lahumma rudda kul·la garîbin · al·lahumma fukka kul·la asîrin · al·lahumma aslih kul·la fâsidin min umûril muslimîn · al·lahumma-shfi kul·la marîdin · al·lahumma sudda faqranâ biginâka · al·lahumma gaiir sû’a hâlinâ bihusni hâlika · al·lahumma-qdi ‘anna-d-daina ua agnina mina-l-faqri · innaka ‘ala kul·li shai’in qadîr.

¡Oh Dios! ¡Otorga alegría a los habitantes de las tumbas! ¡Oh Dios! ¡Enriquece a todo pobre! ¡Oh Dios! ¡Sacia a todo hambriento! ¡Oh Dios! ¡Viste a todos los desnudos! ¡Oh Dios! ¡Salda la deuda de todo deudor! ¡Oh Dios! ¡Consuela a todos los entristecidos! ¡Oh Dios! ¡Retorna a todo extraviado (a su patria)! ¡Oh Dios! ¡Libera a todo prisionero! ¡Oh Dios! ¡Soluciona todos los problemas de los musulmanes! ¡Oh Dios! ¡Da curación a todos los enfermos! ¡Oh Dios! ¡Pon fin a nuestra pobreza en Tu opulencia! ¡Oh Dios! ¡Cambia nuestro mal estado en Tu buen estado! ¡Oh Dios! ¡Paga nuestras deudas y sálvanos de la pobreza! ¡Ciertamente Tú eres, sobre todas las cosas, Omnipotente!

يا عَلِيُّ يا عَظيمُ، يا غَفُورُ يا رَحيمُ، اَنْتَ الرَّبُّ الْعَظيمُ الَّذي لَيْسَ كَمِثْلِهِ شَيءٌ وَهُوَ السَّميعُ الْبَصيرُ، وَهذا شَهْرٌ عَظَّمْتَهُ وَكَرَّمْتَهْ، وَشَرَّفْتَهُ وَفَضَّلْتَهُ عَلَى الشُّهُورِ، وَهُوَ الشَّهْرُ الَّذي فَرَضْتَ صِيامَهُ عَلَيَّ، وَهُوَ شَهْرُ رَمَضانَ، الَّذي اَنْزَلْتَ فيهِ الْقُرْآنَ، هُدىً لِلنّاسِ وَبَيِّنات مِنَ الْهُدى وَالْفُرْقانَ، وَجَعَلْتَ فيهِ لَيْلَةَ الْقَدْرِ، وَجَعَلْتَها خَيْراً مِنْ اَلْفِ شَهْر، فَيا ذَا الْمَنِّ وَلا يُمَنُّ عَلَيْكَ، مُنَّ عَلَيَّ بِفَكاكِ رَقَبَتي مِنَ النّارِ فيمَنْ تَمُنُّ عَلَيْهِ، وَاَدْخِلْنِى الْجَنَّةَ بِرَحْمَتِكَ يا اَرْحَمَ الرّاحِمينَ .

Iâ ‘alîiu iâ ‘adzîm · iâ gafûru iâ rahîm · anta rabbu-l ‘adzîm · al·ladhî laisa kamizlihi shai’ · ua hua-s-samî‘ul basîr · ua hâdha shahrun ‘adzdzamtahu ua karramtahu ua sharraftahu ua faddaltahu ‘alash-shuhûr · ua huash-shahrul ladhî faradta siâmahu ‘alaii · Ua hua shahru ramadâna-l-ladhî anzalta fîhi-l-qur’ân · hudan lin-nâsi ua baiinâtin mina-l-hudâ ua-l-furqân · ua ÿa‘alta fîhi lailata-l-qadr · ua ÿa‘altahâ jairan min alfi shahr · Faiâ dhal manni ua la iumannu ‘alaika munna ‘alaiia bifakâki raqabatî mina-n-nâr · fîman tamunnu ‘alaihi ua adjilni-l-ÿannah · birahmatika iâ arhamar râhimîn.

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¡Oh Altísimo! ¡Oh Ingente! ¡Oh Perdonador! ¡Oh Misericordiosísimo! ¡Tú eres el Señor Majestuoso, el que no tiene nada semejante! ¡Él es el Oyentísimo, Videntísimo! Este es un mes que engrandeciste, honraste, ennobleciste y preferiste a otros meses. Este es un mes que me preceptuaste ayunar. Este es el mes de Ramadán en el que revelaste el Corán, como Guía para la humanidad y las evidencias de la Guía y el discernimiento. Estableciste en él la Noche del Decreto y estableciste que esa noche sea mejor que mil meses. ¡Poseedor de los Dones, al que nadie puede dotar de nada! ¡Dóname mi liberación del Fuego, entre aquellos que liberas! ¡Introdúceme en el Paraíso, por Tu Misericordia, el más Misericordioso de los Misericordiosísimos!

©2011-paginasarabes®

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