Jesús, el hijo del hombre 3

Juana de Betsaida

(Año 73)

 

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Mi tía en su juventud

 

Mi tía nos dejó cuando era joven para ir a habitar una cabaña próxima a una viña, en heredad de su padre. Vivía sola y era muy frecuentada por los campesinos, a quienes curaba sus males con hierbas frescas o con raíces y flores secadas al sol. Los campesinos la creían profetisa, pero no faltaba quien la creía hechicera y bruja.

Un día me llamó mi padre y me dijo:

-Lleva estas hogazas de trigo a mi hermana, con esta jarra de vino y esta cesta de pasas.

Cargué con todo mi burrito y fui hasta la cabaña de mi tía, quien al verme se alegró mucho. Mientras me hallaba sentada con ella a la sombra, pasó un hombre que saludó a mi tía diciéndole:

-Buenas tardes, y bendiciones de la noche sobre ti. Mi tía se levantó respetuosamente y respondió:

-Buenas tardes tengas, Señor de los Buenos Espíritus y vencedor de los malos.

La miró aquel hombre con dulce mirada y siguió su camino. Reí en mi corazón porque creí que mi tía estaba loca, pero hoy bien sé que no lo estaba. Supo que yo había reído en mi alma y me reprochó tiernamente:

-Óyeme, hija mía, y aprende de mí lo que te voy a decir: ese hombre, que ha pasado ante nosotros en este instante, cual la sombra de un águila que vuela entre el sol y la tierra, vencerá a los Césares y a su imperio; derribará al toro alado de los caldeos y al león con cabeza de hombre del Egipto, y gobernará el mundo. Esta tierra sobre la cual camina sucumbirá; y en cuanto a Jerusalén, que está sentada soberbia sobre sus colinas, sucumbirá repudiada en medio del humo ante el viento desolador.

Cuando dejó de hablar mi risa se trocó en calma, y pregunté:

-¿Quién es ese hombre, de qué país es y de qué tribu viene? ¿Cómo logrará vencer a los grandes reyes y a los opulentos reinos?

-Nació en este país, mas nosotros ya lo habíamos visto en los sueños de nuestros anhelos antes de venir a este mundo y desde el comienzo del tiempo. Es de todas las tribus y no pertenece a ninguna. Vencerá con su palabra de verdad y con el fuego de su espíritu.

Y de pie, inmóvil cual una roca, agregó:

-Perdóneme el Ángel de Jehová estas palabras: Lo matarán y envolverán su juventud con las mortajas, y dormirá junto al corazón callado de la tierra, y será llorado por las doncellas de Judea.

Y alzando sus brazos al cielo continuó:

-Pero sólo morirá su cuerpo físico. Subsistirá su espíritu y saldrá con sus legiones de esta tierra en que nace el sol, a aquella en cuyo horizonte muere al atardecer, y su nombre será el primero entre las naciones.

Mi tía era una profetisa de avanzada edad cuando me dijo esas palabras, mientras yo sólo era una pequeñuela, un campo virgen y agreste y una piedra que aún no se había empleado en ningún muro. Todo cuanto he visto en ese entonces en el espejo de sus pensamientos, ahora ha sucedido ante mis ojos. Jesús resucitó y luego condujo la humanidad a la tierra donde muere el sol. Y la ciudad que lo entregó a sus enemigos se redujo a escombros. En la sala donde. lo condenaron a muerte graznan los búhos y las lechuzas, en tanto derrama la noche el rocío de su corazón, como lágrimas sobre mármol destrozado.

Hoy ya soy vieja, encorvada por el peso de los años. Mis padres han muerto y mi pueblo se ha extinguido. Después de aquel día lo vi una sola vez y oí su voz; sucedió esto en una meseta sobre una colina, cuando se dirigía a sus discípulos y amigos. Y a pesar de mi vejez actual y de mi amarga soledad, Él me visita en mis sueños; llega hasta mí cual ángel blanco; silencia con su gracia el terror de mis noches y me transporta a un mundo elevado, poblado de sueños sublimes.

Aún sigo siendo un campo inculto y una fruta insulsa, todavía pegada a la rama. Todo cuanto poseo es el calor del sol y el recuerdo de aquel Hombre. Sé que en mi pueblo no habrá más reyes, ni Mesías, ni sumos sacerdotes, tal como lo predijo mi tía; porque saldremos de este mundo con la corriente de los ríos y se olvidarán eternamente de nuestros nombres.

Mas los que han atravesado los mares de Jesús en su propia corriente, dejarán su recuerdo en el mundo.

 

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