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San Andrés,santo patrono y cabeza de la Iglesia Ortodoxa

Las comunidades cristianas de Grecia formaban, en la unidad con Roma, la provincia eclesiástica de lliria. Desde el año 730 la provincia pasó a la jurisdicción del patriarca de Constantinopla lo que le arrastró al Cisma el año 1054
Las comunidades cristianas de Grecia formaban, en la unidad con Roma, la provincia eclesiástica de lliria. Desde el año 730 la provincia pasó a la jurisdicción del patriarca de Constantinopla lo que le arrastró al Cisma el año 1054

San Andrés, el Protocletos, hermano de Simón Pedro es el santo patrono y cabeza de la Iglesia ortodoxa.

San Andrés fue el primer apóstol llamado por Jesús, el Protocletos, hermano de Simón Pedro. Una tradición muy antigua cuenta que el apóstol Andrés fue crucificado en Patras, capital de la provincia de Acaya, en Grecia. Lo amarraron a una cruz en forma de X y que allí estuvo padeciendo durante tres días, los cuales aprovechó para predicar e instruir en la fe a todos los que se le acercaban.

San Andrés es ante todo el santo patrono y cabeza de la Iglesia ortodoxa, del mismo modo que su hermano San Pedro lo es de la Iglesia católica romana y San Marcos de la Iglesia copta de Egipto, entre otros.

Es también el santo patrón de varios países como: Rusia, Rumania, Escocia, Grecia, Ucrania y Malta.

La Iglesia ortodoxa

La Iglesia ortodoxa separada de la unión con la Sede de Pedro en el año 1054 se fue fragmentando en iglesias autónomas o autocéfalas. A diferencia del protestantismo los ortodoxos han conservado la unidad doctrinal y de culto, pero han perdido la unidad de jurisdicción.

1. El Patriarcado Ecuménico de Constantinopla

La sede de Constantinopla fue la que provocó el Cisma y con ella se separaron de Roma todas las iglesias que en 1054 estaban bajo su jurisdicción. Las relaciones entre latinos y griegos durante los siglos Xll y Xlll son un capítulo muy interesante que aquí sólo podemos resumir. La Iglesia mantuvo siempre el objetivo de la unión con los griegos, prueba de ello es que todos los Concilios Ecuménicos celebrados en este periodo lo trataron entre sus objetivos primordiales. Pero hay que tener en cuenta que “la cuestión oriental” no era sólo un problema eclesiástico sino militar. En 1087 Jerusalén fue conquistada por Saladino y pronto comenzaron las Cruzadas, la primera es de 1095, para recuperar de los infieles la Tierra Santa. En el ll Concilio de Lyon, el año 1274, la unión llegó a conseguirse of icialmente, pero no duró. Las Cruzadas, que comenzaron alentadas por los pontífices como empresas militares de la cristiandad con fines espirituales, para recuperar los territorios arrebatados por los infieles, fueron degenerando poco a poco. En realidad, la última cruzada de la cristiandad unida es la quinta, el año 1219.

Los intereses nacionales van prevaleciendo sobre los de la cristiandad y con ellos la visión político-económica que guiaba los espíritus tanto en los reinos latinos como en los orientales. En el siglo XIV el término “cruzada” se había vaciado de todo contenido espiritual y propiamente cristiano y las expediciones de los occidentales se convirtieron en campañas de anexión mediterránea. Durante los años de la ocupación de Constantinopla por los latinos de la cuarta cruzada (1199) que dio origen al Imperio Latino de Constantinopla, el Patriarca griego fijó su sede en Nicea y se creó una jerarquía oriental latina, paralela a la griega. De hecho la presencia de los latinos como señores de la capital, fue más una causa de separación que de unión. En cuanto pudieron, los griegos les expulsaron militarmente de sus territorios y la jerarquía ortodoxa volvió a establecerse en sus sedes.

Puede decirse como resumen que a pesar de los esfuerzos de los Papas y de los sucesivos intentos conciliares en el siglo Xlll no se logró la unión y que el desarrollo histórico posterior no hizo más que aumentar las dificultades. El 29 de mayo de 1453 Bizancio cayó en poder de los turcos, que la saquearon de modo espantoso y convirtieron Santa Sofía en una Mezquita. Los turcos sometieron a su jurisdicción todos los territorios cristianos de su Imperio con lo que Constantinopla obtuvo, en condiciones dramáticas, la primacía de jurisdicción que tanto había reclamado a Roma. Después, comenzó la persecución: a las humillaciones se añadió la prohibición de construir iglesias urbanas, su antigua y esplendorosa liturgia debía celebrarse en lugares pobres y oscuros. La persecución aumentó desde el siglo XVII: el año 1638 el Patriarca Lukaris fue estrangulado y arrojado al mar.

En 1821, cuando comenzó la lucha contra los turcos, el Patriarca Gregorio V, fue colgado en la puerta de su Basílica revestido de todas sus insignias. En resumen, de los 239 patriarcas que se sucedieron desde 1453 hasta la guerra de liberación en 1821, sólo 31 murieron en el cargo, los demás fueron depuestos violentamente o asesinados. Además, la pérdida progresiva de importancia de la ciudad provocó una relajación paralela de su influjo eclesiástico, según el mismo discurso político que Constantinopla había empleado en sus reclamaciones a Roma. En 1589 el patriarcado de Moscú se declaró independiente. Actualmente están bajo su jurisdicción los ortodoxos de Constantinopla, junto con las metrópolis de Calcedonia, Derki y los pequeños exarcados de América y de Europa Occidental y Central. En total son un millón y medio de fieles-Se incluye también en su jurisdicción la república monástica de Athos, llamada la Montaña Santa (hagion oros), con 5,000 miembros y un influjo muy profundo.

2. Las Iglesias autocéfalas de Grecia y Chipre

 La Iglesia Ortodoxa de Grecia

Las comunidades cristianas de Grecia formaban, en la unidad con Roma, la provincia eclesiástica de lliria. Desde el año 730 la provincia pasó a la jurisdicción del patriarca de Constantinopla lo que le arrastró al Cisma el año 1054. En 1829, cuando terminó la guerra de liberación contra los turcos, la Iglesia se separó de la jurisdicción de Constantinopla y fue reconocida por el Patriarcado Ecuménico. El Rey de Grecia, según el modelo ruso, era el dirigente supremo del Santo Sínodo. No tienen un Patriarcado propio. En 1923 el arzobispo Papadupolos reformó la constitución sinodal por la que el Santo Sínodo pasó a ser presidido por el Arzobispo de Atenas. Es el primum inter pares. Mantienen una tendencia a la organización democrática.

Durante la Segunda Guerra Mundial y la persecución comunista posterior, murieron muchos sacerdotes y fueron destruidas muchas iglesias. Este debilitamiento de las fuerzas fue aprovechado por la propaganda comunista y por sectas como los Testigos de Jehová y los Predicadores Sacros. La Iglesia ortodoxa de Grecia se ha ido recuperando lentamente de esta postración. Trabaja en estrecha colaboración con el Estado. Una serie de asociaciones trabajan por la formación religiosa por medio de los medios de comunicación y las escuelas. Cada estado tiene sus propias organizaciones apostólicas. También es importante el esfuerzo que despliegan por las obras caritativas y por la formación de sacerdotes competentes. Las relaciones con el movimiento ecuménico se desarrollaron con interés, pero la comprensión del pensamiento y de las condiciones internas de la Iglesia Católica fue escasa. La Iglesia de Grecia mostró siempre una profunda aversión hacia las miras expansionistas del Patriarado de Moscú.

La Iglesia de Chipre

Esta Iglesia fue fundada por San Pablo y San Bernabé el año 45. Se independizó de la sede de Antioquía en el Concilio de Éfeso del 431. En el siglo Vll fue conquistada por los musulmanes. En 1191 fue reconquistada por los cruzados de la expedición del Rey Ricardo Corazón de León y se convirtió en un estado feudal latino. Desde 1489 cayó bajo el dominio de la República de Venecia. El año 1571 fue conquistada por los turcos. La población, muy contraria a los latinos, saludó a los turcos como liberadores. Pero comenzó así una dura dominación de casi tres siglos. En 1821 la Iglesia de Chipre se unió al movimiento griego de liberación contra los turcos. El arzobispo, sus metropolitanos y muchos sacerdotes y laicos fueron ejecutados. En 1878 la isla fue ocupada y dominada por los ingleses. En 1931 el arzobispo y dos obispos fueron desterrados. De 1933 a 1947 la Iglesia estuvo en sede vacante . De nuevo en 1956 el arzobispo Makarios fue desterrado. A pesar de tantas dificultades la Iglesia contaba con una población muy religiosa de unos 400,000 fieles cuando comenzó a ser amenazada por el comunismo.

3. Los Patriarcados autónomos de Alejandría, Antioquía y Jerusalén

El Patriarcado Ortodoxo de Alejandría

Era el patriarcado más importante de la antigua Iglesia de Oriente. Separado de la unidad por el monofisismo surgió en él la Iglesia copta. Los melquitas se separaron de Roma en el siglo Xl siguiendo a Constantinopla. Esta Iglesia fue casi destruida por la dominación musulmana. En el siglo XVI recomenzó a mejorar bajo la dirección de patriarcas competentes hasta mediados del siglo XVIII. Pero a mediados del XIX, bajo la dominación de los turcos, el patriarcado volvió a desaparecer prácticamente, reducido materialmente a dos monasterios y diez edificios eclesiásticos. En el siglo XX comenzó otra renovación. A mediados del siglo contaba con 150,000 fieles, con 100 iglesias y unos 120 sacerdotes.

El Patriarcado Ortodoxo de Antioquía

En la unidad de la Iglesia, antes del Cisma, era un enorme patriarcado de 15 provincias eclesiásticas y 220 diócesis, que se extendía desde el Éufrates al Nilo. Se derrumbó por culpa de las herejías arriana y nestoriana. Un amplio sector de la población se pasó al monofisismo y rechazaron las decisiones de Calcedonia. La zona de Siria se unió a Constantinopla en su separación de Roma el 1054. Durante siglos tuvieron que sufrir la opresión de los musulmanes. En el siglo XIX los turcos renovaron la persecución religiosa con matanzas terribles. Esto provocó una gran diáspora de los fieles y por eso el patriarcado está enormemente fragmentado: unos 250,000 fieles repartidos entre Siria, Líbano y Turquía y otros 150,000 en el resto del mundo.

El Patriarcado Ortodoxo de Jerusalén

La comunidad más antigua de la Iglesia dejó de existir por la destrucción de Jerusalén el año 70. Reapareció en el siglo ll, constituida bajo la jurisdicción de Antioquía. Pero por su antiguedad fue recibiendo títulos y jurisdicciones de la Iglesia universal. Fueron fieles en Calcedonia contra el monofisismo. En 614 sufrieron la conquista de los persas con la destrucción del Santo Sepulcro y el robo de la Cruz de Cristo. El año 630 el Emperador Heraclio venció a los persas y recuperó la Cruz, pero fue atacado por sorpresa por los árabes y sucumbió dejando sin defensas la zona oriental del Imperio. Entonces se extendió la oleada islámica. El 637 los árabes conquistaron Jerusalén. A comienzos del siglo Xl, bajo el Califato de Egipto recomenzaron las persecuciones y de nuevo destruyeron los Santos Lugares. El Patriarcado se unió al Cisma de Miguel Cerulario. Contaba con unos 60,000 fieles en Palestina y Jordania. La Iglesia autocéfala del Sinaí. Es la Iglesia independiente más pequeña de la cristiandad. En realidad, es un monasterio: Santa Catalina, a los pies del Djebel Musa, con los beduinos que habitan ese territorio. Fue fundado por Justiniano en el 527. En el siglo Vll el abad recibió el título de Obispo de Phanar, Sinaí y Raiths. En 1575 fue proclamada Iglesia autocéfala. El abadarzobispo recibe la consagración del patriarca de Jerusalén.

4. El Patriarcado de Moscú

La historia de este Patriarcado es sumamente interesante y va unida a la historia misma de Rusia.

Período normando

A finales del siglo IX los normandos paganos habían conquistado el territorio en torno a Kiev, junto al Dnieper. En 957 la princesa rusa Olga, viuda de Igor I, de la estirpe normanda de los vargos, fue bautizada en Constantinopla. Su nieto Vladimiro se bautizó también en Constantinopla en 989 y se casó con la princesa bizantina Ana. Es curioso que, pocos años antes, Otón, el primer emperador romano-germánico se había casado con Teophanu, otra princesa bizantina. Constantinopla era todavía el centro del mundo pero dos nuevas potencias estaban creciendo en Occidente y en el Norte. Vladimiro introdujo el cristianismo en Rusia por la fuerza. Trajo sacerdotes de Constantinopla, construyó muchas iglesias y puestos de misión. En 1035 Kiev se convirtió en sede metropolitana. En 1054 siguió a Constantinopla en el Cisma de Roma y con esto se cerró también a todo lo occidental.

Para comprender la historia de Rusia hay que tener en cuenta que los rusos no han conocido la cultura románica ni la gótica, ni el Renacimiento, ni la Reforma, ni la Contrarreforma, ni el Barroco, ni el Romanticismo europeos. Durante seis siglos, desde el Cisma hasta 1589, la Iglesia rusa fue un obispado sufragáneo de Constantinopla y casi todos sus metropolitanos fueron bizantinos.

Periodo tártaro

El año 1224 irrumpieron en la región las hordas mongolas de Gengis Kan. En 1237 Batu Kan conquistó Moscú y mató a toda su población. En 1240 conquistó Kiev y el metropolitano José fue asesinado. En 1242 constituyó el Imperio de la Horda de Oro, con capital en Saran, junto al Volga. Los tártaros dominaron Rusia durante 240 años (1240-1480). Por superstición, respetaron la Iglesia. Bajo el Imperio tártaro diversos príncipes rusos se disputaban la hegemonía. A comienzos del siglo XIV Iván I se impuso a los demás señores rusos, se tituló Gran Duque de Moscú y el metropolitano de Rusia se trasladó a esta ciudad.

Periodo zarista.

Desde comienzos del siglo XV Moscú comenzó a manifestar sus aspiraciones de independencia del Patriarcado Ecuménico, del que se separó el año 1448. Cinco años después, Constantinopla fue conquistada por los turcos. Ei gran duque Iván lll se casó en 1472 con la princesa bizantina Sofía Fominichna Paleologa, única superviviente de la última dinastía de los emperadores bizantinos. Pronto surgió la idea de que Rusia había recogido la herencia de Bizancio y que Moscú era la tercera Roma. Se incluyó en el escudo ruso el águila bicéfala de Bizancio, se imitaron su arte y su pompa imperial.

Pero este espíritu imperial se transformó, según el modelo tártaro, en el absolutismo ruso-mogol. Su nieto, Iván IV el Terrible (+1584) cayó en el despotismo asiático. Extendió sus fronteras hasta el Caspio y Siberia, y a los 17 años se tituló “Zar de todas las Rusias”. La idea imperial habia cuajado. Circularon poemas y narraciones literarias que la popularizaron como estos versos del starez Filofei de Psow del tiempo de Iván el Terrible: “La mujer vestida del sol, la Iglesia cristiana, huyó de la antigua Roma a causa de la herejía. Huyó a la nueva Roma, es decir, la ciudad de Constantinopla. Pero tampoco aquí halló paz; la lglesia de Constantinopla fue destruida. Por eso huyó a la tercera Roma; esta es la nueva Rusia”. En 1589 el metropolitano de Moscú pasó a titularse: “Patriarca de la ciudad del Zar, Moscú, la nueva Roma, y de todas las Rusias”.

En el siglo XVII los patriarcas de Moscú habían alcanzado una soberanía casi teocrática. Esto cambió con la llegada al trono del zar Pedro el Grande en 1689. Educado en Occidente, situó a Rusia entre las grandes potencias europeas. No toleró la gran autoridad que tenia la Iglesia. Durante 20 años dejó la sede vacante. En 1723 instituyó el Santo Sínodo Dirigente, cuyos miembros eran nombrados por él. El Patriarca le reconocia como suprema autoridad eclesiástica de Rusia. Comenzó así la dictadura zarista que duraría hasta la Primera Guerra Mundial.

Periodo comunista

En 1917 el Santo Sínodo se derrumbó junto con el zarismo. Entonces, se reconstituyó apresuradamente el antiguo Patriarcado de Moscú y se eligió un patriarca. Pero el bolchevismo tomó la iniciativa en la revolución y Lenin se adueñó del poder. Comenzó por declarar la separación entre la Iglesia y el Estado y después empezó la persecución sistemática, con una crueldad que recordaba a los tártaros.

En veinte años (1918-1941) la Iglesia ortodoxa rusa estuvo a punto de desaparecer. De 130 arzobispados a 28 obispos, de 50.960 sacerdotes diocesanos a 5.665, de 90,000 monjes a unos centenares repartidos en 37 monasterios, de 40,500 iglesias y 25,000 capillas a 4.255. Pero en 1941, ante el avance alemán, Stalin frenó la persecución. Desde entonces el gobierno comunista cambió su estrategia. En 1943 permitió la elección de un nuevo patriarca, y al terminar la guerra reconoció a la Iglesia Ortodoxa como corporación de derecho público. Pero se le prohibían las reuniones de fieles fuera de las iglesias, toda actividad cultural y social, eriqir hospitales propios. Además se le prohibía toda propaganda religiosa en las escuelas, en los hospitales, en las cárceles, en los campos de concentración y en el ejército. Mientras tanto, la educación estatal era absolutamente hostil a la religión. Los fieles eran tenidos como ciudadanos intelectualmente atrasados y la religión era proclamada como un obstáculo para el progreso técnico-económico. A los miembros del Partido y de las asociaciones juveniles les estaba prohibida toda actividad religiosa.

El Estado soviético utilizó su reconocimiento oficial de la Iglesia ortodoxa para aparecer tolerante ante las naciones extranjeras. Y en ocasiones se sirvió de las fuerzas eclesiásticas para sus fines propagandísticos (propaganda por la paz mundial). Se ha criticado a la jerarquía ortodoxa tantas concesiones al sistema. Pero su respuesta es que a pesar de haber cedido en muchas cosas, han mantenido inviolable el dogma ortodoxo, han logrado que continue la vida litúrgica y sacramental, nunca han retractado el anatema contra el comunismo del Concilio de 1917-1918 y han sido la única organización oficialmente reconocida que ha estado en oposición ideológica con el comunismo. Las críticas al Patriarcado vienen también por haber sometido a su jurisdicción todas las comunidades ortodoxas de las regiones anexionadas por la Unión Soviética e incluso las comunidades católicas de estas regiones, que fueron unidas a la ortodoxia por la fuerza.

Evangelización ortodoxa de la Rusia asiática.

Antes de terminar, conviene hacer una breve referencia al enorme esfuerzo misionero realizado por la Iglesia rusa. No hay que olvidar que, como dice Ernest Benz: “La Rusia asiática es geográficamente el campo misional más grande del mundo; y por la variedad de sus pueblos y sus dificultades climatológicas y geográficas es también el más duro y el más difícil”. A pesar de todo, los esfuerzos por llevar el Evangelio a todos esos pueblos asiáticos no se han interrumpido. En el siglo Xll los monjes misioneros alcanzaron a los Votiacos y los Cheremisos. En el siglo Xlll los Schudos en el lago Ladoga. En el siglo XIV los Carelos en el mar Blanco y los Lapones en el lago Onega. En los siglos XV y XVI los Morduinos, los Cherqueses y los Ostiacos en Siberia. En el siglo XVII los Tungusos y los pueblos de las regiones del lago Baical, Mongolia y Manchuria. En el siglo XVlll los Calmucos, los Ossetos los Grusinios y los Kirguisos. Se logró la conversión de 40,000 Ostiacos, Vogules, Tártaros y Tungusos. Se fundaron monasterios e iglesias en Siberia Oriental. En 1727 se constituyó el Obispado de Irkutsk, tan grande como toda Europa. En el siglo XIX se alcanzaron las Islas Aleutianas, Kamchatka, las Islas Kuriles y Alaska.

Las Iglesias ortodoxas de Europa Oriental en los países de régimen comunista

El avance del comunismo significó un retroceso de la influencia del Patriarcado Ecuménico a favor del de Moscú. Esta influencia se convirtió en sometimiento directo en los países que fueron anexionados a la Unión Soviética.

Las tres repúblicas bálticas fueron anexionadas por la U.R.S.S. en 1940. Las Iglesias ortodoxas que dependían de Constantinopla pasaron a Moscú.

Estonia fue evangelizada por misioneros germanos y daneses desde el siglo Xll. En 1524 pasó al Luteranismo. A mediados del XIX comenzó un movimiento hacia la Iglesia ortodoxa. En 1956 eran 250,000 fieles (20% de la población). Es un arzobispado dependiente de Moscú.

Letonia también pasó al Protestantismo en el XVI. Una parte, bajo influencia polaca, permaneció católica. La zona luterana fue anexionada por Rusia en 1705. De una población de dos millones de habitantes: 1 millón de luteranos, 700,000 católicos y 300,000 ortodoxos que dependen de Moscú.

Lituania permaneció católica gracias a los esfuerzos del cardenal Hosio. En el siglo XVIII surgió una diócesis ortodoxa por la anexión al Imperio ruso. En 1940 el 80% de la población eran católicos, por lo que tuvo que sufrir especiales vejaciones bajo la dominación comunista. El arzobispo ortodoxo fijó su residencia en Vilna y se unió al Patriarcado de Moscú con 80,000 fieles.

El catolicado ortodoxo de Georgia

El Patriarcado de Moscú reconoció su autocefalia o independencia teórica.

La Iglesia autocéfala de Polonia

Reconocimiento teórico de la autocefalia, pero vinculación práctica a Moscú, ya que el metropolita es ruso.

La Iglesia autocéfala de Checoslovaquia.

Aunque a consecuencia de la guerra perdió la mayoría de sus miembros, incorporó a 300,000 de la diócesis eslovaca de Preusov. Además, cuenta con otras tres diócesis: Praga, Olmutz y Maijailovce con un total de 314 parroquias. Su situación fue algo más favorable por una cierta protección del Estado.

La Iglesia autónoma de Hungría

Sujeta a la jurisdicción del patriarca de Moscú, que le concedió la autonomía en 1949, es la Iglesia ortodoxa más reducida, cuenta con unos 60,000 fieles.

El patriarcado de Rumanía

Muy vinculado al de Moscú, aunque jurídicamente independiente, abarca más de 12 millones de fieles y tuvo una situación similar a la de la Iglesia ortodoxa en Rusia.

El patriarcado de Bulgaria

Fue constituido en 1953, con la desaprobación del Patriarcado Ecuménico y de las Iglesias de Grecia y Chipre. Es el más reciente de los Patriarcados ortodoxos y cuenta con unos 6 millones de fieles .

La Iglesia autocéfala de Albania

Cuenta con unos 220,000 fieles, se desarrolló bajo condiciones precarias bajo la dominación bolchevique, con grave carencia de sacerdotes y con obispos mediatizados por el comunismo.

El patriarcado serbio

Unidos desde el siglo IX al Patriarcado de Constantinopla, los serbios se mantuvieron católicos en el Cisma del siglo Xl. Pasaron a la ortodoxia dos siglos más tarde por la intervención del monje Sava Pasko, que logró constituirla en Iglesia autocéfala. En 1355 fue elevada a la dignidad de Patriarcado. Cuando en 1918 se fundó el estado yugoslavo, el patriarca se estableció en Belgrado. Bajo el gobierno del mariscal Tito fue duramente perseguida.

Con información de El periódico de México

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