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El Ajedrez en El Quijote

BASHI-BAZOUKS JUGANDO AL AJEDREZ - Alexandre Bida
BASHI-BAZOUKS JUGANDO AL AJEDREZ – Alexandre Bida

El ajedrez ha sido pretexto y tema generador de una gran cantidad de obras literarias y lo podemos encontrar en diversos géneros literarios: novelas, poemas, ensayos… Metáfora de la vida cotidiana, aparece tamizando la literatura de todos los tiempos, desde los escritos de Alfonso X El Sabio hasta novelas más actuales como la de Arturo Pérez Reverte con La Tabla de Flandes la de Katherine Neville con El Ocho o Ajedrez de Rubén Gallego.

No podían faltar referencias en la maravillosa obra cumbre de la literatura española El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.

La primera aparición del juego-ciencia la podemos encontrar en el capítulo XII titulado: “De la extraña aventura que le sucedió al valeroso Don Quijote con el bravo caballero de los espejos” con una cita, en boca de Sancho, en relación con el juego del tablero. Don Quijote le explica a Sancho, cómo los atavíos de la comedia son fingidos y aparentes y quienes representan la comedia hacen un bien, porque nos ponen al frente a un espejo que nos hace ver “al vivo” las acciones de la vida humana.Podemos observar cómo se entreteje un triple paralelismo entre la vida, la comedia y el rey de juegos. Al final, tanto el hombre como los actores como las piezas abandonan sus atavíos y sus oficios para dejar atrás el juego; la comedia ha terminado…, la partida ha terminado…, la vida ha terminado.

Los actores se desalojan de sus papeles, las piezas son guardadas en su caja y los seres humanos decimos adiós a la vida para reposar finalmente en la sepultura. Así, mientras dure la comedia, mientras dure la partida y mientras dure la vida, disfrutemos por igual perfeccionando el papel, enriqueciendo nuestro juego y, definitivamente apostando por la vida.

En contraposición a estos razonamientos, Rubén Gallego en su reciente novela Ajedrez defiende que “la vida no es una partida de ajedrez y nosotros no somos piezas” y espera que “cada uno de sus lectores construya con su corazón su propio teatro”.

Cervantes despliega a lo largo de El Quijote un ideal renacentista de la sociedad. Empieza por reivindicar un socialismo utópico y primitivo en el discurso sobre los tiempos antiguos para criticar la sociedad de su tiempo. Realiza una valoración de la cultura y de la formación como caminos seguros para conseguir una sociedad mejor, una sociedad cuyo conocimiento estaría basado en la ciencia que aseguraría el progreso. Defiende que los libros han de servir para enseñar y deleitar, la Literatura por tanto ha de tener una actitud didáctica. Manifiesta un gran respeto por las lenguas vernáculas, poniéndolas a todas al mismo nivel de importancia en cuanto a valor comunicativo y de creación literaria lo que representa extraordinariamente vigente en nuestros días.

En cuanto al teatro no oculta sus preferencias por el teatro clásico conservando la unidad de acción, lugar y tiempo. Su concepción sobre la vida lo resume en alusión a Jorge Manrique, que Sancho explica mediante el juego de ajedrez cuando nos hace ver que durante la partida de la vida cada personaje juega su papel pero que una vez acabada la partida todas las piezas se mezclan por igual en la caja.

El Quijote pasea, que no cabalga, por una sociedad en transformación de la mano de Cervantes, quien lo lleva hacia el ideal de una sociedad Renacentista.

Borges ha escrito dos hermosos poemas Ajedrez I y II:

Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada

Reina, torre directa y peón ladino

Sobre lo negro y blanco del camino

Buscan y libran su batalla armada.

(Borges 1974: 813)

En el ajedrez cada pieza tiene una función específica y no puede usurpar la de las otras, debe moverse de acuerdo a reglas rígidas que lo hacen funcionar como si fuera un campo militar fuertemente codificado.

El ajedrez metaforiza el orden que debía reinar en la sociedad colonial, es una metáfora de la guerra institucionalizada, codificada, “guerra justa” por la monarquía española. Un juego de ajedrez mal entablado es la desviación de lo instituido, la ruptura de los códigos, “la guerra injusta”.

En el capítulo XXXII titulado “Que trata de lo que sucedió en la venta a toda la cuadrilla de don Quijote…”, en boca del Cura, Cervantes compara el juego del ajedrez con el de la pelota y el de los trucos, como un entretenimiento; realizando al mismo tiempo una comparación con los libros de caballerías…

PA R A L E L I S M O S   L I T E R A R I O S

De manera similar al trabajo aquí expuesto, podemos encontrar la incidencia de la lingüística en el juego ciencia en estos dos cuartetos correspondientes al soneto que José Luis Borges dedicó al ajedrez:

En su grave rincón, los jugadores

Rigen las lentas piezas. El tablero

Los demora hasta el alba en su severo

Ámbito en que se odian dos colores.

Adentro irradian mágicos rigores

Las formas: torre homérica, ligero

Caballo, armada reina, rey postrero,

Oblicuo alfil y peones agresores.

Borges, logra, a través de una adjetivación impecable y precisa, describir las formas que componen el juego del ajedrez mediante las posibilidades que ofrece la lengua poética. De la misma manera que hizo Cervantes en El Quijote, tampoco el ruso Nobokov se privó de introducir el ajedrez en la lengua y en la literatura, en su obra Lolita afirma “los problemas de ajedrez exigen del compositor las mismas cualidades que exige cualquier otra actividad artística”. Además de gran ajedrecista supo penetrar en las profundidades de la psicología del jugador de ajedrez con una gran lucidez. En su novela La Defensa retrata a la perfección la historia de un campeón de ajedrez, cuyas motivaciones vitales son reflejo de su pasión incontrolable por el juego ciencia; encontrándose atrapado en un laberinto en el que no encuentra la salida y que lo conduce lentamente a la destrucción, se podría comparar a la personalidad de Bobby Fischer. Nobokov introduce el ajedrez en su obra a través del juego frecuente con el lenguaje, mediante las posibilidades gramaticales y léxicas de las lenguas en las que escribió.

La relación de la lengua y la literatura con el ajedrez la podemos plasmar en estas dos similitudes: la lengua, con sus posibilidades combinatorias, alcanza su máximo despliegue en el campo de la literatura; el ajedrez, con la posibilidad de trasladar las reglas y combinaciones de dicho juego a otras artes. Nobokov lo plasma en la siguiente reflexión:  “Los problemas son la poesía del ajedrez”.

 Referencia:Extracto de una obra de Joaquín Fernández  y M ª Rosario Pallarés

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El Ajedrez en El Quijote por Joaquín Fernández y M ª Rosario Pallarés se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Basada en una obra en http://paginasarabes.wordpress.com/2012/07/30/el-ajedrez-en-el-quijote/.

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