ArquelogiaArquitecturaCaligrafíaCulturaEgiptoHistoriaLiteraturaMedio OrientePaíses y RegionesVideos

Vigente legado de Jean Francois Champollion a 180 años de su muerte – (+ Video)

jean_francois_champollion
Jean-François Champollion en tracht egipcio. Pintura al pastel por g. Angelelli, 1828 / 29

El filólogo francés Jean Francois Champollion, quien murió hace 180 años, el 4 de marzo de 1832, por muchos es considerado el padre de la egiptología  por descifrar algunos  jeroglíficos egipcios, por ello es que un centro universitario ubicado en   Pirineos, Francia, lleva su nombre.

Dicha institución está dedicada a difundir y promover las actividades culturales y científicas de Francia, entre sus diversos talleres destaca el de creación literaria ?Jeffchampo?, en el que desde hace tres años, un colectivo de estudiantes escribe obras narrativas, de las cuales se escoge una para que salga publicada bajo el sello editorial de la escuela.

Champollion nació el 23 de diciembre de 1790, en Figeac, departamento de Lot, París, fue el menor de los hijos de Jacques Champollion, y de Jeanne-Françoise, durante la época de la represión de la Revolución Francesa.

Con las escuelas cerradas a causa de los problemas internos de Francia, con un padre ausente debido a sus viajes laborales y con una madre enferma, el futuro egiptólogo fue educado durante sus primeros años escolares por sus hermanos mayores.

Desde pequeño comenzó a destacar sobre el resto de los jóvenes, pues comenzó a hablar latín desde los nueve años, hebreo a los 13 y árabe un año después, lo cual también hizo que se aislara de la sociedad, que lo consideraba anormal.

Debido a sus problemas de conducta intentó ejercer disciplinas como las matemáticas y la ortografía, sin ningún éxito, hasta que sus padres le contrataron un tutor particular y posteriormente, decidieron mudarse a la provincia francesa de Grenoble, para bien del pequeño Champollion.

En ese lugar surgió su interés por el estudio de los jeroglíficos, que por la época cobró un auge impresionante alrededor del mundo, y presionado por los avances de sus colegas, se apresuró en el cifrado de los mismos, los cuales consideraba necesario entender, traducir e interpretar sin error alguno el copto, capacidad de la que carecían sus cofrades.

El esquema de estudio de Champollion predecía que a través del copto entendería las inscripciones en demótico (una forma abreviada de la escritura hierática), y con la ayuda de la lengua egipcia alcanzaría a descifrar la escritura jeroglífica.

Luego de años de estudio y de superar numerosas trabas, en 1813 logró identificar concretamente 40 signos, así como corregir y ampliar una lista que su amigo Young había publicado con algunas interpretaciones incompletas.

Para 1816 fue expulsado de la universidad, junto con su hermano Joseph-Jacques, con quien siempre trabajó en los jeroglíficos, pero hacia finales de 1821, Jean Francois Champollion había hecho verdaderos e importantes progresos en sus estudios.

Había logrado demostrar que la escritura hierática no era sino una forma más simple y abreviada de la escritura jeroglífica y también se percató de que existían letras homófonas, que podían sonar igual, pero se escribían de dos formas distintas,

Gracias a sus avances, pudo estudiar las inscripciones del templo de Karnak, en Tebas, Egipto, lo que le permitió reconstruir un alfabeto fonético que se podía aplicar a todos los nombres grecorromanos que habían sido escritos en egipcio.

A pesar de ello, aún debía descifrar los nombres egipcios originales, empresa que logró el 14 de septiembre de 1822 y se lo comunicó inmediatamente a su hermano; trece días después, lo hizo de manera oficial en la Academia de Inscripciones de París.

Tras su éxito no faltó quien lo desacreditó, como su ex amigo Young, pero pese a ello, el Museo del Louvre de París lo nombró, en 1826, encargado de la colección egipcia con la que contaba hasta la fecha.

En dicho recinto organizó diversas exposiciones, y dos años después logró cumplir su mayor sueño, visitar Egipto como integrante de una misión, y lo hizo al lado del egiptólogo italiano Ippolito Roselini, al lado de 12 artistas, delineantes y arquitectos.

Jean-Francois Champollion, quien decía de sí mismo “soy adicto a Egipto, Egipto lo es todo para mí”, murió el 4 de marzo de 1832, a los 41 años, a causa de diversos malestares en el hígado y en el riñón y a un ataque de corazón.



Con información de  Notimex 

jean_francois_champollion_002
Universidad de Grenoble

Su suerte volvería a cambiar en 1809 cuando, contando tan sólo con 18 años de edad, publicó su geografía de Egipto, una primera parte de lo que pretendía ser una obra de mayor envergadura. Gracias a esta publicación obtuvo una plaza como profesor de Historia Antigua en la recién fundada Universidad de Grenoble. Jacques-Joseph obtuvo aquel mismo año, y en la misma universidad, una plaza como profesor de Literatura Griega. Ambos hermanos obtuvieron el doctorado.

A pesar de contar con un trabajo estable y digno, seguían teniendo problemas, no sólo de dinero, sino también personales y políticos. En 1813, mientras Jean-François percibía un sueldo miserablemente bajo, lo cual lo obligaba a humillarse dando clase a antiguos compañeros del Liceo a los que en su momento había considerado inferiores a él, y la familia de Rosine Blanc (acaudalados dueños de una fabrica de guantes), la muchacha a la que cortejaba, se negaba a permitir que contrajeran matrimonio, Jacques-Joseph atravesaba problemas con su esposa y su familia.

Ambos hermanos tenían un interés enfermizo y preocupante por la política; confesaban ser abiertamente bonapartistas, eran dolorosamente francos y sinceros, y con frecuencia sacaban de sus casillas a todo aquel que intentara ejercer cierta autoridad sobre ellos. No sabían utilizar la diplomacia y se granjeaban enemistades con mucha asiduidad. Era imposible que pasaran inadvertidos por donde fueran. La mayor preocupación de los hermanos residía en la dificultad de conseguir copias de los jeroglíficos, algo que nunca hubiera pasado en París.

En 1814 los hermanos Champollion seguían faltos de fondos monetarios, Jean-François más que su hermano, mientras que al otro lado del Canal de La Mancha, en Londres, el doctor Thomas Young, erudito, científico, astrónomo, músico, médico y profesor de Filosofía Natural de la Royal Institute andaba falto de tiempo para dedicarse de la manera en que lo hacía Champollion a la piedra de Rosetta. En el tiempo que logró hacerlo, llegó a identificar correctamente al menos cuarenta signos. Champollion trabajó y corrigió la lista que Young publicó. Durante mucho tiempo mantuvieron correspondencia de manera esporádica, tuvieron una amistad bastante superflua que menguó con el tiempo, y en ocasiones llegaron a considerarse acérrimos enemigos y rivales.

Cuando en el año 1814 Napoleón abdicó y partió de Francia hacia la isla de Elba, Luis XVIII subió al trono de Francia. La partida de Napoleón evitó el ataque del ejército austríaco, que le había declarado la guerra a Francia un año antes. Los hermanos Champollion, a pesar de haber criticado en algún momento al régimen de Napoleón, seguían siendo fieles bonapartistas. Uno de sus defectos era que tanto Jacques-Joseph, que consideraba a Bonaparte su héroe, como Jean-François, no sabían mantener sus inclinaciones políticas en secreto. Empezaron a criticar con dureza a la monarquía.

En marzo de 1815 Napoleón volvía de su exilió en Elba a Francia. De camino a París se detuvo un día entero en Grenoble donde conoció a los hermanos Champollion. Tanta fué la impresión que le produjo a Jacques-Joseph que éste tomó la decisión de abandonar a su familia y seguir a Napoleón hacia el norte. Auspiciado por la visita de su héroe Jean-François publicó un artículo que resultó ser un polvorín en su contra. En su escrito se podía leer:

«Napoleón es nuestro príncipe legítimo.»
Champollion, 1815

Con esta cita dejaba bien claro cuales eran sus lealtades en el ámbito político. No pudo elegir momento más inoportuno. Napoleón se embarcó en la difícil tarea de ganar una guerra que tenía perdida de antemano; Waterloo, y de nuevo marchó al destierro. Esta vez a la lejana isla de Santa Elena. Mientras tanto Grenoble, que permanecía fiel al dictador, acabó siendo bombardeada conjuntamente por los ejércitos de Austria y Cerdeña. Jean-François, preocupado por su hermano mayor que se encontraba aún en París, le escribió estás líneas:

«sobre todo sálvate tú…yo no tengo ni esposa ni un hijo.»
Champollion, 1815

jean_francois_champollion_003
Cuadro que muestra a Champollion, sentado, durante uno de sus trabajos de campo en Egipto. El arqueólogo francés está considerado como el padre de la egiptología.

Muerte

Después de pasar 18 meses de trabajo de campo, disfrutando de la auténtica vida de un arqueólogo, su salud comenzó a resentirse. Volvió exhausto a Francia para completar su obra más grande y ambiciosa, su Grammaire égyptienne (Gramática egipcia). En marzo de 1831 fue nombrado profesor de Arqueología en el College de Francia. No disfrutaría demasiado tiempo de su merecido puesto. Murió el 4 de marzo del año siguiente. Tenía 41 años, sufría de diabetes, padecía tisis, gota, parálisis, tenía enfermo el hígado y también el riñón. Un ataque al corazón acabo con su vida.



Jacques-Joseph quedó destrozado tras la muerte de su hermano menor. En 1836, como homenaje póstumo a su hermano, logró terminar y editar la última obra de Jean-François Champollion; la Gramática egipcia cuya elaboración le había hecho salir del país de las pirámides con el que tanto había soñado.

jean_francois_champollion_004
Tumba de Jean-François Champollion en Piere Lachaise, París

Museos Champollion

• En su casa en Figeac
• Casa Champollion en Vif, en Isére, antigua propiedad de su hermano egiptólogo

Bibliografía

• 1822, Lettre à M. Dacier relative à l’alphabet des hiéroglyphes phonétiques.
• 1824, Précis du système hiéroglyphique des anciens Égyptiens.
• 1826, Lettres à M. le Duc de Blacas d’Aulps.
• 1827, Notice descriptive des monuments égyptiens du Musée Charles X.
• 1828, Précis du système hiéroglyphique des anciens Égyptiens ou Recherches sur les élémens premiers de cette écriture sacrée, sur leurs diverses combinaisons, et sur les rapports de ce système avec les autres méthodes graphiques égyptiennes.
• 1828-29, Lettres écrites d’Égypte et de Nubie [1]
• 1836, Grammaire égyptienne (Gramática egipcia, obra póstuma)
• 1841, Dictionnaire égyptien en écriture hiéroglyphique (Diccionario egipcio de escritura jeroglífica)

Casi todos ellos editados tras su fallecimiento.

©2012-paginasarabes®

Licencia Creative Commons

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

dos + diecisiete =

La moderación de comentarios está activada. Su comentario podría tardar cierto tiempo en aparecer.